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José Luis Simón, catedrático de Geología: “Sí hay peligro de terremotos en Teruel, pero no debemos estar alarmados” José Luis Simón, catedrático de Geología: “Sí hay peligro de terremotos en Teruel, pero no debemos estar alarmados”
José Luis Simón, en el Casino de Teruel, donde impartió la conferencia

José Luis Simón, catedrático de Geología: “Sí hay peligro de terremotos en Teruel, pero no debemos estar alarmados”

“Con el nuevo mapa del Instituto Geográfico se tendrían que aplicar normas de construcción sismorresistentes”
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El catedrático de Geología de la Universidad de Zaragoza, José Luis Simón, impartió una conferencia en el Casino de Teruel sobre el riesgo de terremotos en el término municipal por las fallas que existen. El experto fue contundente al asegurar que el peligro existe pero que no hay que alarmarse, sino adoptar las medidas preventivas necesarias.

-¿Cuánto tiempo llevan estudiando las fallas de Concud y de Teruel en la Universidad?

-Desde el año 2005, más o menos.

-¿Con quince años han podido determinar con exactitud cómo funcionan estas fallas?

-Sí, y digamos que hemos acumulado ya conocimientos suficientes para hacernos una idea de cómo se comportan en general, aun sin tener una caracterización completa de todas las fallas. En particular con la de Concud tenemos ya un cierto retrato robot de cómo se ha comportado en las últimas decenas de miles de años como para prever razonablemente su comportamiento futuro.

-¿Se han centrado en la de Concud y Teruel o lo han ampliado a otras próximas?

-Cerca de Teruel capital también está la de Valdecebro, que es la última que hemos publicado. Ahora seguimos hacia el noroeste, y tenemos a medio estudiar las de Sierra Palomera y Calamocha. Tenemos en marcha otra tesis doctoral cuyos resultados serán muy interesantes.

-En las de Teruel instalaron un sismómetro. ¿Ha ayudado a entenderlas mejor?

-Por un lado tenemos la información que vamos obteniendo por nuestros estudios puramente geológicos y el objetivo final lo tenemos cerca, pero no lo hemos conseguido del todo, porque sabemos más o menos qué tipo de terremoto produce, cómo de grande y cada cuánto ocurre. Nos falta un detalle importantísimo para la falla de Concud, que es saber el momento en que se produjo el último gran terremoto, porque eso es fundamental para evaluar la peligrosidad que tiene, puesto que cuanto más tiempo haga, más probable se hace el siguiente. A ver si durante el transcurso de esta tesis lo conseguimos rematar. En cuanto al sismómetro hemos visto que toda la localización de los epicentros de los pequeños terremotos, imperceptibles, es que en lugar de estar asociados a la falla de Concud lo que parecen dibujar es como una línea de fracturas y de debilidad en la corteza que va de la zona de Concud y Celadas hacia la Sierra Palomera. Estaría más bien en la zona en que se relacionan, aunque no se conectan físicamente. Es ahí donde se está notando un poco más de actividad.

-¿A qué puede deberse?

-Esto puede ser totalmente circunstancial, desaparecer y dentro de diez años no haber nada de eso.

-¿Hay peligro de terremotos en Teruel, deberíamos alarmarnos, que es el título de su charla?

-Sí hay peligro de terremotos en Teruel, pero no debemos estar alarmados. Hay que distinguir entre ambas cosas. Con el conocimiento científico que tenemos podemos decir lo primero, y como sociedad lo que hay que hacer es calibrar bien la realidad, conocerla y actuar con sentido común. La probabilidad de que ocurra un terremoto destructivo es muy pequeña, hay que tenerla ahí, y simplemente actuar individual y socialmente como corresponde a ese nivel de peligro, ni más ni menos.

-¿Las medidas que se aplican en Teruel para la construcción de edificios son las adecuadas, o habría que cambiarlas tras haber estudiado en profundidad las fallas?

-Esa es la pregunta más práctica y que debería dar lugar a la consecuencia práctica más importante. La historia del proyecto del nuevo hospital lo ha dejado bien a las claras, y es un caso bastante singular, en el que la Administración ha dado el paso de ir un poquito más allá de la legalidad. Las normas que se han aplicado siempre en Teruel están basadas en el riesgo cero, en la consideración de que no hay ningún peligro de terremotos.

-Pero esas fallas nos están diciendo lo contrario.

-Claro, la información científica de los últimos veinte años sobre todo, es que habiendo fallas activas capaces de producir terremotos ya no se puede decir que el peligro sea cero, y con lo cual estamos obligados a revisar la normativa. Esto lo sabe la Administración en general y el Instituto Geográfico Nacional (IGN) desde hace muchísimos años, y hace mucho que se dice que se va a revisar no tanto la normativa general como el mapa de peligrosidad.

-¿Se ha avanzado en eso?

-El Instituto Geográfico Nacional tiene desde 2012 unos mapas nuevos publicados, que son diferentes a los que en este momento están en la norma de construcción sismorresistente, según los cuales el nivel de peligro de Teruel sería más alto. El hospital ha demostrado que había que aplicar unas normas que la ley no obligaba. Por ese mismo sentido común en este momento toda construcción nueva que se hiciera en Teruel lo lógico y lo sensato sería que los propios constructores aplicaran una norma un poco más exigente a la hora de diseñar los edificios, que es lo que se ha hecho con el hospital. Que eso encarece un diez por ciento el proyecto, bueno, pues se asume y ya está, pero en este momento se sigue construyendo como si no hubiera peligro.

-Pero sigue sin haber obligación por ley.

-Es que el mapa es un producto científico que elabora el Instituto Geográfico Nacional, que es el que luego toma la ley y marca dónde hay que aplicar las normas de construcción sismorresistentes. En el que está en el BOE que recoge la ley Teruel está fuera y no obliga a aplicar ninguna norma, pero con el mapa de 2012 y el espíritu de la ley actual, en Teruel se tendrían que aplicar normas de construcción sismorresistente. Mientras que el mapa, que está publicado en una monografía del IGN, no pase al BOE, no hacemos nada.