Síguenos
Saludos Saludos
banner click 244 banner 244
Juanjo Francisco

Ir al dentista ya es de por sí una situación tensa y, precisamente en estos días, parece que aún sea un poco más irritante. Lo digo de buen ánimo, eh, que no se mosqueé mi odontólogo. Por mucho que uno lo ha intentado, al final ha terminado, como mi dentista, contagiado por la psicosas del dichoso coronavirus. Siempre había un saludo, un estrechamiento de manos, al entrar en consulta, no en vano son muchos años ya de trabajitos en la cavidad bucal. Ahora basta con una sonrisa como bienvenida que, visto lo visto y el escenario del encuentro, tampoco está mal.
No quiero aventurar que el cambio en el recibimiento se deba a ese consejo público de intentar evitar el contacto físico, tampoco creo que aquí se haya llegado a ese punto, pero el miedo es imparable y también está llegando.
Llega ese temor junto a otras muchas conjeturas alrededor de la epidemia. No hay un lugar donde no se escuchen conversaciones sobre el particular, ni siquiera el fútbol es ajeno a la epidemia y un descanso de un importante partido en una peña de un gran club de fútbol con muchos seguidores fuera de la ciudad donde tiene la sede ese equipo, no es utilizado para comentar tal o cual jugada, el fallo de un jugador, ese gol cantado que se fue al limbo; no, en el descanso se da por cierto que en Teruel hay casos de coronavirus encubiertos, que tal o cual conoce a alguien que sabe del particular. Alguien va más allá en sus aportaciones noticiosas y otro le responde “eso no me lo creo, hay muchos bulos circulando”, dice. Así que, uno empieza por no ser saludado por su dentista y acaba dándole vueltas al momento en que saltará la noticia del primer caso en la ciudad o en la provincia.Y eso, a pesar de que por una  vez parece que vivir en un sitio poco poblado lo va a mantener al margen de estas cuestiones. Pero, no, nadie está a salvo ya de estas penurias globales. Queda por delante un periodo indeterminado de tiempo para medir la templanza de  cada uno de nosotros y, como casi todos dicen ahora, esperar a que las supuestas noticias sobre el coronavirus sean eso, noticias contrastadas, y no memes o elucubraciones de algún enterao que quiere hacerse el interesante. De momento, yo no buscaré en Netflix ninguna de esas películas de apocalipsis que tanto me gustan.