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Buenismo Buenismo
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Tengo un amigo que me acusa de buenista con esto del coronavirus porque soy de los que piensan que hay que creerse lo que dicen las autoridades sanitarias. Si no nos podemos fiar de un virólogo experto o del ministro de Sanidad de turno, más vale que nos vayamos a vivir a otro país o que nos quedemos en casa para los restos.

No creo que sea el momento de discutir sobre las decisiones que se están tomando, sino más bien de seguir las recomendaciones y esperar a que escampe. Entre otras cosas, porque ellos son los que manejan los datos y nosotros solamente hablamos de oídas.

Luego, cuando esto pase, podremos debatir, discutir, polemizar y, sobre todo y lo más importante, aprender la lección para que la próxima vez que ocurra algo parecido nos pille preparados.

Y el coronavirus, que nadie lo dude, nos va a dar muchas lecciones, empezando por la deriva que está tomando esta sociedad hiperinformada a través de canales poco de fiar.

Para que le vas a hacer caso a un tipo que lleva toda la vida estudiando estas cosas cuando tienes un vecino que tiene una cuñada que conoce a uno que estudió dos años de medicina y que asegura que no nos están contando la verdad. Que a el se lo ha dicho por guasap una que juega al pádel con una funcionaria que trabajó en el Ministerio de Sanidad y que un día desayunó en una cafetería al lado del Simón ese que sale en la tele.

Y con esto, por supuesto, no quiero quitar responsabilidad a los medios tradicionales, que no siempre sabemos estar a la altura de las circunstancias.

En tiempos del clickbait y de la competencia desmedida, es difícil abstraerse de la tentación de dar una información distinta a todos los demás, para parecer que somos más listos que nadie y que a nosotros no nos la dan con queso.

Dentro de unos meses, si se cumplen los augurios, los contagios bajarán y recuperaremos la normalidad, dentro de lo que pueda ser normal después de lo vivido y, entonces, podremos hablar con conocimiento de causa y establecer todos los debates que sean necesarios.

Mientras eso pasa, hagámosle caso al que sabe y cumplamos lo que piden las autoridades. No podemos trivializar lo del coronavirus con una mano mientras con la otra acusamos a los gobiernos de ser unos inútiles. Y eso, lo de trivializar, lo hemos hechos lo buenistas y los ‘todo mal’.