Síguenos
La logística del cojo La logística del cojo

La logística del cojo

banner click 244 banner 244
Elena Gómez

Para las personas que vamos en silla de ruedas o que tenemos algún tipo de dificultad a la hora de desplazarnos, hay algo que nos molesta muchísimo más que tropezarnos con una barrera arquitectónica: que nos mientan.

Me ha pasado en multitud de ocasiones y cada vez lo tolero menos. Ya he contado otras veces que cuando salgo de casa tengo que planificar todos mis movimientos. A esto le llamo "la logística del cojo", por tomármelo con sentido del humor y no terminar desesperando.

Cuando sé que voy a ir a un sitio concreto que no conozco, siempre me pongo en contacto con los responsables para preguntarles si puedo hacer uso de sus instalaciones con mi tanque. Porque lo mío no es una silla de ruedas, es una especie de monstruo que pesa 225 kilos y que tiene un tamaño apropiado para interiores pero algo más grande de lo común. Así que, siempre tengo que explicar mis circunstancias, como el hecho de que, o entro con el camión o no entro.

Esta circunstancia ya es bastante engorrosa. Tener que dar cuenta de mis movidas no es en absoluto agradable. Pero lo peor llega cuando me aseguran, a veces incluso ofendidos, que por supuesto todo es accesible para mi vehículo y que no voy a encontrarme con ninguna dificultad. Y cuando aparezco en escena, no puedo pasar ni de la puerta.

Esto me ha ocurrido en todo tipo de lugares: restaurantes, hoteles, museos, comercios, teatros, y un largo etcétera. Hace dos semanas tuve esta terrible experiencia en una clínica privada. El ascensor era tan pequeño que apenas cabían dos personas de pie.

Por fortuna, la cuestión médica no era urgente ni de primera necesidad. Pero fue muy frustrante, teniendo en cuenta que había viajado a esa ciudad a propósito y me va a tocar volver cuando encuentre una clínica apropiada.

En estos casos acostumbro a poner una reclamación, aunque nunca me queda claro si esto sirve de algo. De pronto, mis planes se vienen abajo y la sensación de tomadura de pelo es grande. Y ese es un precio que no me devuelve nadie.