Nacho Duato, sobre el turolense Lorien Ramo: “Bailará donde quiera, porque tiene clase para ello”

El bailarín turolense Lorien Ramo no consiguió este sábado hacerse con el premio del concurso Prodigios, el talent show de La 1 de TVE para niños de hasta 17 años especializados en ballet, canto e interpretación, aunque sí que se llevó una gran experiencia en la que el bailarín y coreógrafo Nacho Duato, miembro del jurado, aseguró que tenía abiertas las puertas del ballet de San Petersburgo y del Teatro Nacional Mariinksy, auténticas catedrales del ballet, y que el valenciano dirige en la actualidad. 

Lorien Ramo, formado en la Escuela de Danza Las Torres de Teruel y actualmente estudiante del Conservatorio Superior de Danza de Valencia, al mismo tiempo que completa la educación Secundaria, ha sido uno de los 27 participantes en el concurso, nueve de ellos en la especialidad de danza. Tomó parte en la segunda de las tres galas selectivas, donde superó a sus dos oponentes, y en la semifinal también se hizo con uno de los dos puestos para la final, junto con Adriana Puértolas. En la final, el jurado, formado por Nacho Duato, Ainhoa Arteta y Andrés Salado, decidió que fuera Adriana la ganadora en danza, junto con Ana Molina en instrumento y Jesús Gabriel en canto. De los tres, Jesús Gabriel fue finalmente el ganador final de Prodigios 2020, y los 20.000 euros de premio. 

Nacho Duato afirmó que Ramo “bailará donde quiera, porque tiene clase para ello”. Es una de las cosas con las que se queda Manuel Ramo, su padre, para quien “la experiencia y el aprendizaje ha sido extraordinario”. Además, Manuel Ramo, que acudió a las grabaciones del concurso acompañado por su esposa Pilar Ruiz y Borxa, hermano de Lorien, explicó que “durante la grabación del programa los chicos fueron tratados como auténticos artistas”, con respecto, complicidad y facilitándoles los traslados y todo lo necesario durante la grabación. El padre de Lorien asegura que “lógicamente cuando uno va a concursar allí quiere ganar, pero para Lorien no ha supuesto una decepción no ganar. Porque ese sinsabor lo compensa la experiencia y lo que Duato le ha dicho y le ha enseñado”. Manuel Ramo explica que el objetivo que se había marcado Lorien era pasar el primer corte, porque eso supondría bailar las tres variaciones que había preparado. “En ese sentido él estaba satisfecho porque había podido bailar las tres piezas”. 

Anécdotas en la grabación

La grabación del programa, que tuvo lugar en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid estuvo plagado de anécdotas. Prodigios se emitió en cinco programas semanales, el último de los cuales tuvo lugar este sábado, pero la grabación se produjo entre noviembre y diciembre. Quince días antes de grabar el programa los 27 concursantes estuvieron una semana en el auditorio vallisoletano ensayando, tomando medidas del escenario y coordinándose con la orquesta. Después, a finales de noviembre, se grabaron los cinco programas en unos diez días, con varias jornadas dedicadas a ensayos y a descansos. 

Cada grabación duraba unas cuatro horas y media, aunque Manuel Ramo asegura que “eran completamente fluidas, hasta el punto de que se pasaban muy rápido”. El turolense recuerda que “me llamó la atención que al principio del programa nos hacían aplaudir muy, muy fuerte, aunque luego no sabías en qué parte del programa iban a poner esos aplausos”. También recuerda que “aunque el programa se grababa en un orden determinado, no siempre el orden era el mismo que el de emisión”, y que la grabación daba para muchos momentos graciosos, errores o repeticiones. En alguno de los programas se puso de manifiesto la complicidad de Boris Izaguirre, presentador junto a Paula Prendes del concurso, con Lorien Ramo e incluso su hermano, Borxa Ramo, quien salió al escenario para abrazar a Lorien en alguno de los programas. “Estuvieron hablando quince o veinte minutos mientras grababan, aunque luego eso se recorta y realmente se emiten cinco minutos, para que no se alargue tanto el concurso”, explica Manuel Ramo. 

En una de las primeras galas el director de la orquesta decidió acelerar el tempo de la pieza que bailó Lorien Ramo y de 1.30 minutos pasó a 1.22 minutos, todo un mundo para un ballet, aunque el turolense aceleró el ritmo y solventó perfectamente la papeleta. También recuerda que en la final actuó después de que Miguel Poveda interpretara ‘Y sin embargo te quiero’ –aunque luego en televisión no se vio en el mismo orden–. El flamenco decidió repetir su actuación para cuadrarla mejor, y Lorien Ramo tuvo que esperar más de la cuenta entre bambalinas, aunque, como recordó el jurado, nunca dejó que los nervios afloraran sobre la pista de baile. 

Pero si para Lorien Ramo ha sido muy duro preparar, competir y dejar el buen sabor que ha dejado tras su paso por Prodigios, para su familia –y él mismo– tampoco ha sido fácil guardar absoluto silencio desde diciembre hasta este sábado, cuando se desveló el misterio. Lógicamente ellos, y todo el público que asistió a la grabación del concurso en Valladolid sabían cómo terminaba, pero habían firmado un contrato de 27 páginas que, entre otras cosas, les imponía una draconiana cláusula de confidencialidad para no desvelar el resultado. Parece increíble que, en estos tiempos, no se haya filtrado el nombre del ganador, pero así ha sido. “A partir del tercer programa en alguna ocasión se advirtió al público que se habían visto algunas fotos del concurso en las redes sociales, y que debían ser inmediatamente retiradas”, explica Manuel Ramo. “Desde luego que estaban muy pendientes de todo”. 

Y eso que, mantener el secreto, se hizo casi imposible cuando ya estaba en marcha el concurso y todo el mundo, incluso familiares muy cercanos, le preguntaban si al final ganaba o no. “Oye… me han dicho que el niño al final gana. ¿Es verdad? Eso me preguntaba todo el mundo”, bromea Manuel Ramo. “Y yo no les podía decir nada… ya veremos, ya veremos, les decía”. Para el padre de Lorien mantener el secreto ha sido como dejar de fumar: “Los primeros quince días no hay problema porque estás decidido, luego se te hace un mundo porque te devora la ansiedad. A los dos meses ya empieza a estar superado… pero a partir de entonces –cuando la gente empieza a preguntar– se hace muy, muy complicado”.

Al final no, el niño no ha ganado, pero ha demostrado que, con 16 años, tiene un brillante porvenir en el mundo del ballet clásico y, como aseguró Nacho Duato, que es quien más sabe de danza en este país, “bailará donde él quiera”. Por el momento sigue afincado en Valencia, porque rechazó una oferta de The Royal Ballet School de Londres para seguir allí sus estudios, porque prefirió no dejar nada sin terminar, y acabar su formación en el Conservatorio Superior de Valencia. Y también ha conseguido otra cosa: dar algunos de los momentos más brillantes al ballet clásico en el prime time de TVE. Y es que no son tantos los minutos que tiene la danza, la interpretación musical clásica o el canto lírico en la televisión un sábado por la noche. Haber sido el responsable de una parte de ellos y haber ofrecido un espectáculo tan redondo y plástico es para estar muy orgulloso.

Los ensayos, suspendidos por culpa del coronavirus

Como toda España, Lorien Ramo sufre ahora las consecuencias del Coronavirus. Se encuentra en Teruel con su familia, y se han suspendido las clases tanto en el Instituto como en el Conservatorio de Danza de Valencia. Durante estos primeros quince días solo perderá una semana de preparación, ya que la siguiente iba a tener las vacaciones de Semana Santa, aunque, dada la formación intensiva que se da en este centro, no podrá estar todo ese tiempo parado. “Tenemos una barra de ejercicios en casa”, explica su padre “que la está utilizando para mantener el tono muscular y la elasticidad. Y con su hermano Borxa –que practica el atletismo– hacen ejercicios físicos conjuntos”. 

También se están aplazando todas las actuaciones que el ballet del Conservatorio de Danza de Valencia tenía previstas hasta mayo. Una de las más importantes era para el 3 de abril, en el Festival de Torrelavega, cuya fecha definitiva tras su aplazamiento está por definir.