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¿Cómo salimos de esta?  Una propuesta ¿Cómo salimos de esta?  Una propuesta

¿Cómo salimos de esta? Una propuesta

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A.M.

Con lo que me apetecía cambiar de tema pero… toca volver a hablar del coronavirus. Como ya anticipé en mi anterior artículo en el DDT, la inacción de nuestros gobernantes, su falta de capacidad, de valentía y de liderazgo, unido al lamentable cálculo electoral, han agravado la situación y nos vemos abocados a vivir una situación de la que no sabemos muy bien cuándo vamos a salir y lo que es peor, cómo vamos a salir.

Si queremos que el virus no se expanda tenemos que dar al botón pause de nuestra sociedad, lo que supone parar la economía. Y esto hay que hacerlo no solo en España, también habría que hacerlo con la economía mundial. Actualmente, las estructuras económicas están más interconectadas que nunca, el turismo o el comercio es un perfecto ejemplo de ello, por lo que la solución debe ser global. Pero, ¿qué supone a una economía como la española dar al botón pause? Supone que dejamos de producir, dejamos de consumir bienes no necesarios, si no se produce no se vende y si no se vende no se generan ingresos, si no se generan ingresos las empresas quieren despedir a sus trabajadores para rebajar al máximo los costes, los plazos de devolución de los créditos vencen y no se pueden afrontar, los alquileres también vencen y no se pueden pagar. En fin, un terrible círculo vicioso que nos hunde, cada vez más.

Pero, por supuesto, hay solución. Hablando en términos económicos es lo que se conoce como Risk Sharing, que traducido de forma coloquial sería un: “hoy por ti y mañana por mí”, un inmenso ejercicio de solidaridad, aunque en el fondo sea una postura profundamente egoísta: si tu caes, voy a caer yo, por lo que mi nivel de exigencia en el cumplimiento de los contratos lo puedo relajar con el objetivo de que no caigas, porque, insisto, si caes tú caigo yo. Para que esto pueda ser llevado a la práctica es necesario un requisito y es que esta situación no sea sistémica, es decir, que no afecte a todos los sectores por igual. Y efectivamente así es: no está afectando de igual forma a la hostelería, al comercio que a la alimentación o a las telecomunicaciones. 

Los agentes económicos de forma individual van a intentar maximizar sus beneficios, y ese comportamiento oportunista va a propiciar que la solución óptima alcanzada no sea eficiente ya que no han cooperado. Por lo tanto es necesaria la cooperación entre los distintos agentes que forman parte del sistema. Y para que esa cooperación se produzca es la Administración Pública la que debe coordinar, liderar e impulsar todo el proceso. Hay que plantear moratorias financieras, de vencimiento de alquileres, pero con cuidado, hay que hacerlo para aquellos sectores que realmente han sido castigados por la pandemia, no para aquellos que no la han sufrido.

Es el momento de que las grandes y pequeñas empresas del país den un paso adelante y apliquen de manera decidida políticas de compartir el riesgo, no de transferirlo. Se necesitan pequeños gestos, manos tendidas para sacar del pozo a aquellos sectores que más están sufriendo esta situación. Salir por la noche a las 22:00 a los balcones a aplaudir está muy bien, es muy vistoso, infunde optimismo y levanta el ánimo. Pero si además, tienes un alquiler y a tus inquilinos les dices que este mes le vas a cobrar la mitad porque han tenido que cerrar su negocio o lo han echado del trabajo, sería extraordinario. Esto es el Risk Sharing. Y cuando salgamos, que lo haremos, algo tan sencillo como recuperar el tiempo perdido.