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Lorien Ramo, bailarín turolense: “Preparar el programa Prodigios me ha hecho crecer como bailarín técnica y artísticamente” Lorien Ramo, bailarín turolense: “Preparar el programa Prodigios me ha hecho crecer como bailarín técnica y artísticamente”
Lorien Ramo, entrenando en la barra que tiene instalada en su casa de Teruel. B.R.

Lorien Ramo, bailarín turolense: “Preparar el programa Prodigios me ha hecho crecer como bailarín técnica y artísticamente”

La joven promesa de la danza continúa su formación confinado en su casa de Teruel por la alarma sanitaria
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El turolense Lorien Ramo bailó ante más de 1.200.000 personas durante el talent show Prodigios que se emitió en TVE entre febrero y marzo pasados. Logró cumplir sus expectativas, bailar en el Auditorio de Valladolid tres variaciones de danza clásica y neoclásica y plantarse en la final del concurso, en el que competían niños de 7 a 17 años en las categorías artísticas de danza, canto lírico e interpretación instrumental. Y aunque no se hizo con el premio final, el turolense deslumbró a Nacho Duato, Ainhoa Arteta y Andrés Salado, miembros del jurado, demostrando de paso que la danza clásica puede tener su sitio en el prime time televisivo.

- Muchas felicidades por tu paso por Prodigios... ¿Cómo ha sido esa experiencia? ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor?  

Muchas gracias, pues lo mejor que me llevo de esta experiencia son los 5 meses de trabajo particular con mi profesor Rafa Darder para preparar las variaciones, ya que fueron cinco meses de trabajo muy intenso y que me han hecho crecer como bailarín técnicamente y artísticamente, además de la experiencia de estar detrás de las cámaras y ver como se trabaja en el mundo de la televisión, no creo que haya nada malo pero es verdad que los días de grabación fueron muy estresantes y cansados.

- ¿Tuvo que pensarse mucho participar en el programa? A veces esos talent-shows tienen fama de ser muy triviales, de irse más hacia el entretenimiento o hacia lo comercial, que de lo artístico..  

La verdad es que si que lo estuve pensando bastante, ya que en el mundo del ballet estamos acostumbrados a los teatros, no a la televisión, pero como en la primera edición de Prodigios se vio que era un talent-show distinto al resto, en el que se respeta a los concursantes y a sus disciplinas y además a mi me apetecía tener la experiencia del mundo de la televisión, también lo aproveché como una escusa para seguir trabajando durante todas las vacaciones de verano.

-Aunque para el público la gala final tuvo lugar apenas hace una semana, el programa se grabó en diciembre. ¿Qué le dijeron sus familiares, amigos, conocidos cuando empezó a emitirse, y tras la final? 

-Todo el mundo estaba esperando con ansias que empezara el programa, y después del primero recibí muchos mensaje de apoyo de amigos y familiares, que les había encantado el formato. También mis profesores del Instituto me felicitaron, y la verdad es que en general todo el mundo me ha apoyado mucho. Sobre todo la gente de Teruel.

 -¿Cómo hizo para guardar el secreto del resultado final de Prodigios? Supongo que todos le preguntarían si ganó o no...

-La verdad es que fue muy fácil porque se me da muy bien guardar secretos. Es verdad que todo el mundo te pregunta, incluso mis profesores, y si es alguien cercano sí que te dan ganas de contarlo, pero como ya había pasado un tiempo para mí, no lo tenía reciente y ya lo había asimilado.

-Nacho Duato le abrió las puertas al ballet que dirige en San Petersburgo, tras la última actuación... ¿cree que hablaba en serio? 

-Bueno, ya se verá. El ballet Mikhailovsky  es uno de los mejores de Rusia y es un honor que Nacho Duato me dijera eso, pero yo no doy nada por seguro y voy a seguir trabajando para conseguir mi objetivo de ser bailarín.

-Para muchos usted era uno de los grandes favoritos, pero al final no pudo ganar. ¿Fue muy grande la decepción? 

-No, ya que mi objetivo no era para nada ganar. No tenía ni en mente llegar a la final. Además como los días de grabaciones son tan rápidos no te da tiempo a asimilar que has pasado de ronda, o que estas en la final, ya que al día siguiente de la grabación volvíamos al auditorio para seguir ensayando para la siguiente gala. Es cierto que después de la final recibí muchos mensajes de gente que me decía que tenía que habar ganado yo, pero así son los concursos.

-Ahora que conoce las dos caras de la moneda de la televisión... ¿Lo que ocurre realmente en una grabación es muy diferente a lo que luego vemos por tele? 

-Teniendo en cuenta que las grabaciones duraban entre 4 horas y media y 5 horas, sí que es distinto porque graban muchas cosas que al final no salen. Pero es que si no el programa sería interminable. Yo estoy contento con lo que han sacado ya que han sido bastante fieles a la grabación, pero si que es cierto que hay cosas que luego se maquillan un poco.

-Me han dicho que en una de las variaciones la orquesta se aceleró y tuvo que bailar más rápido de lo ensayado... ¿es verdad? ¿Qué otras anécdotas , buenas o malas, recuerdas de la grabación? 

-Sí, en la variación de Sigfrido (Príncipe del Lago de los Cisnes) que bailé en el primer programa, la orquesta se aceleró y la tocó mucho mas rápido que en los ensayos. Yo tuve que acelerar pero lo supe arreglar bastante bien. Luego el director de la orquesta se disculpó conmigo, pero es que es muy difícil para la orquesta adaptarse a nuestro tempo con tan solo un par de ensayos. En general la experiencia es una pasada, tanto las grabaciones como los ensayos. Era súper guay practicar los diálogos con Boris (Izaguirre, el presentador) o grabar los vídeos de presentación. La productora nos trató genial, y cualquier pequeño problema que teníamos nos los solucionaban al instante.

-Entre los participantes se ve mucha camaradería, pero también tiene que haber mucha rivalidad, ¿no? ¿Has hecho algún gran amigo o amiga durante la grabación, o tampoco da tiempo?  

-En el programa hicieron desde el principio que el  ambiente de rivalidad desapareciera, y como estábamos muchas horas juntos, se creo un ambiente súper guay y todos nos llevábamos genial. Además es una oportunidad de conocer gente que tiene la misma pasión que tú por disciplinas tan poco conocidas entre los jóvenes.

-¿Tiene ya claros sus objetivos profesionales? Es obvio que bailará, pero tiene una idea de dónde, de con quién le gustaría dirigir su futuro profesional? 

-Al año que viene termino el Conservatorio y tendré que audicionar por Europa para conseguir un contrato en alguna compañía de ballet y empezar mi carrera como bailarín profesional. Me encantaría entrar en alguna compañía que tenga repertorio clásico y neoclásico. 

-Si pudiera pedir un deseo, por increíble que sea, relacionado con el ballet, cuál seria?  

-Me conformaría con conseguir un contrato en alguna compañía de ballet importante.

-Llevas ya varios años afincado en Valencia, estudiando Secundaria y en el Conservatorio de Danza al mismo tiempo... ¿Fue muy duro? 

-Me marché a Valencia con 13 años y la verdad es que me acostumbré rápido a vivir allí, ya que hago lo que me gusta. El Conservatorio Superior de Danza es muy duro, son muchas horas y acabamos muy tarde, y a veces hay que sacar tiempo de dónde no hay para llegar a todo. Además este año he empezado Bachillerato y aunque voy a un instituto en el que me adaptan el horario con las horas convalidadas para salir antes y así poder llegar a todo, tengo que estudiar por la noche y se me hace siempre muy tarde.

- ¿Cuál es su rutina habitual diaria en un día normal en Valencia, antes del dichoso coronavirus? 

 -Me levanto todos los días a las 7 de la mañana porque el Instituto empieza a las 8  y normalmente salgo a las 13 o 14 horas. Me voy a la residencia comer y a prepararme para el conservatorio y sobre las 15 horas suelo llegar al conservatorio para calentar, porque la clase empieza a las 16 h. Sobre las 21.30 h. termino el conservatorio y me voy a la residencia, ceno y después me pongo a hacer deberes del Instituto y estudiar. Es una rutina bastante larga y difícil, porque cuando llegó del conservatorio a las 22 horas de la noche, tras cinco ensayando, lo que menos te apetece es ponerte a estudiar. Pero es lo que hay y a lo que todos los estudiantes del Conservatorio nos tenemos que acostumbrar.

-¿Qué aficiones tiene más allá de la danza? 

-La verdad es que estoy tan ocupado por el Conservatorio y el Instituto que no me da tiempo a tener un hobby, pero me encanta viajar.

-Está pendiente su debut en el Teatro Marín de Teruel, porque una lesión le impidió bailar en Teruel hace un par de años con el Ballet del Conservatorio de Danza de Valencia. ¿Cuándo llegará el día de bailar ante los turolenses? ¿Tiene ganas? 

-Tengo muchas ganas porque desde que me fuí de Teruel, hace cinco años, nunca que podido bailar en mi ciudad. Como dices hace dos años ya no pude porque me lesioné unas semanas antes, y este año tenía prevista una actuación en Teruel para finales de abril, pero posiblemente se tenga que posponer debido a la alerta sanitaria que nos afecta.

“Este es el momento de disfrutar con la danza clásica”

-Ahora está en Teruel, confinado como el resto de la población por culpa del COVID-19... ¿cómo están transcurriendo estos días para usted? ¿Cómo mantiene cuerpo y mente en forma? 

-Estos días estoy en casa, como todo el mundo, y me mantengo en forma como puedo, haciendo ejercicios específicos para bailarines. Tengo una barra de ballet en mi casa y como ahora muchos profesores de ballet de todo el mundo retransmiten sus clases por la redes sociales, yo las hago en mi casa. Además como mi hermano es atleta y tiene que seguir manteniéndose en forma, hacemos ejercicio juntos. También estoy aprovechando para descansar ya que mis vacaciones más largas desde hace un año habían sido de una semana,  así que ahora que puedo descanso un poco.

-¿Teme que pueda pasarle factura el parón en el Conservatorio o en el Instituto? 

-Como en Valencia esta semana pasada teníamos vacaciones de Fallas y al volver solo teníamos una semana y media antes de coger las vacaciones de Semana Santa, verdaderamente solo perdemos una semana y media lectiva de momento. Así que en el Instituto no se va a perder mucho, pero sí que es cierto que en el Conservatorio teníamos ensayos durante Fallas, para actuaciones que iban a ser a la vuelta, y que ahora no las vamos a poder hacer.

-Esta alarma sanitaria es una situación excepcional que dentro de unos años recordaremos como un hecho histórico... ¿Qué cree que aprenderemos de ella? ¿Cree que servirá para algo positivo? 

-Claro que sí, aunque ahora todo pinte muy negro  seguro que como sociedad salimos reforzados con mas comprensión y unidad. Ahora que tenemos tiempo, yo animo a la gente a que vea danza clásica, ya que muchas veces se pone como excusa que no se tiene tiempo para eso. Ahora es un buen momento para disfrutar del arte.