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Los atletas turolenses, al pie del cañón en el confinamiento Los atletas turolenses, al pie del cañón en el confinamiento
Alicia Pérez, Luis Agustín, Elena Silvestre, Manuel González, Marta Silvestre y Vanesa Pascual (i. a d.)

Los atletas turolenses, al pie del cañón en el confinamiento

Bicicleta, pesas, ejercicios de fuerza y core son sus principales ocupaciones deportivas
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José Luis Rubio

El confinamiento está poniendo a prueba de una manera especial a los deportistas. Los atletas turolenses tratan de no perder la forma mientras dure el confinamiento y para ello han tenido que recurrir a recursos caseros. La bicicleta subida en un rodillo se ha convertido en el mejor aliado de los corredores turolenses, y la emplean para ejercitar el sistema cardiovascular, pero los ejercicios con pesas y, sobre todo, los de core (zona media, abdominal) se han introducido en la rutina diaria de todos ellos a la espera de poder recuperar los entrenamientos al aire libre.
Tratando de mantener el buen estado de forma con el que llagaba a la primavera la albalatina Alicia Pérez, tercera en el Campeonato del Mundo de 50 kilómetros en ruta y récord nacional de la distancia, trata de mantenerse tan activa como puede con la mirada puesta ya en el otoño, cuando regresen las competiciones que se están suspendiendo estas semanas. Alicia Pérez (Cárnicas Serrano) explica que estos días hace sesiones de cerca de una hora de bicicleta en el rodillo y “mucho trabajo de fuerza y core”.
“Ahí vamos”, dice con resignación el sarrionense Luis Agustín que relata que trata de “adaptarse a las circunstancias” porque “es lo que toca”. Por suerte, pocos días antes de que se decretase el confinamiento, Agustín se hizo con “una bicicleta estática que tenía en el pueblo” con la vista puesta en “doblar sesiones de entrenamiento o para cuando lloviese. Y, casualidades de la vida, es lo que me está salvando por ahora la temporada en este patrón”, reconocía. En las últimas dos semanas, el de Sarrión prácticamente no hace otra cosa que bicicleta estática porque “cinta (de correr) no tengo”, explica, y añade que “quien tiene una cinta, hoy en día, es un privilegiado”. Y aunque el turolense quiere sumarse a ese club de “privilegiados” y ha encargado una para él, “tal y como están las cosas, que está todo colapsado, creo que tardará en llegar”.
Agustín está siguiendo la planificación que le va mandando regularmente su entrenador. “Los días que trabajo hago una sesión y cuando no me toca trabajar intento hacer dos”, explica. Las sesiones son variadas e incluyen desde rodajes en bici 40 o 50 minutos como mínimo hasta tandas de una hora y media o subir y bajar escaleras. Luis Agustín es de los afortunados que dispone de material deportivo para entrenar en casa. “Por suerte tengo material que me he ido comprando y que he ido usando todos estos años cuando he estado lesionado. Tengo un poco de todo, mancuernas, bosu, fitball, etc. y con ello voy complementando el trabajo de bici”, añadía. De esta manera reparte el trabajo entre los pedales, con los que hace volumen y cambios de ritmo, y lo complementa con ejercicios de fuerza en lo que definió como “una mini pretemporada”. Para Agustín la experiencia de tener que entrenar ene asa no es nueva. Ya tuvo que ponerlo en práctica durante su recuperación de una rotura del tendón de Aquiles, que le tuvo sin correr varios meses entrenando en casa.
En Sarrión entrena el veterano corredor subcampeón de España de su categoría de 10.000 metros, Manuel González. Manolo combina la carrera y la bicicleta. “Tengo un pequeño descubierto de unos 30 metros cuadrados y hago rodajes de entre 40 y 50 minutos. Lo alterno con rodillo porque con tantos giros en el patio se me cargan los tobillos y las rodillas”, explica antes de reconocer que tiene “muchas ganas de volver a correr por la Vía Verde”. Además, combina estos rodajes con sesiones de pesas y core en una esterilla para completar seis días de entrenamiento semanales con sesiones de entre sesenta y noventa minutos.
Érika Torner está dispuesta a dar el salto de categoría de Sub-23 a Absoluta por la puerta grande y no quiere que esta circunstancia le afecte negativamente. Para ello mantiene una severa rutina de entrenamientos en la terraza de su casa en la que ha preparado un pequeño gimnasio. Torneo no dispone de cinta de correr. Al menos todavía, porque reconoce que es una de las atletas que ha encargado una, aunque lamenta que “la pedí hace dos semanas pero no me llega”, por lo que de momento sus sesiones de preparación se centran en “bicicleta y muchos ejercicios de fuerza y técnica”. Para á atleta del Alcampo Scorpio 71, estos días “están siendo raros, me estoy adaptando a la nueva situación. Paso la cuarentena como todo el mundo y especialmente los deportistas, en casa y contando los días que nos faltan para que todo vuelva a la normalidad. Con material que ya tenía más otro tanto que me ha prestado mi gimnasio Anymafis y la bici indoor que me ha dejado mi novio me he montado mi propia zona de trabajo en casa”. Con ese material, la atleta combina “sesiones de mañana de pesas y fortalecimiento, con tardes de técnica y trabajo aeróbico en bici. Todos los días con nervios a la espera de que suene el timbre y sea el repartidor trayéndome la cinta de correr que pedí hace dos semanas”.
Desde Toledo, Marta Silvestre (Atletismo San Sebastián) trata de conciliar su vuelta a la élite del atletismo nacional con la crianza de sus dos hijas. Como a la gran mayoría, la irrupción del Covid-19 y el posterior confinamiento le sorprendió sin un equipamiento adecuado para entrenar en casa. Marta reconocía que “no tengo en casa ni rodillo para la bici, ni cinta, ni bici estática, o similar. He pensado en coger un rodillo para la bici de montaña, pero con esta situación no es fácil porque están agotados” así que parafrasea a su entrenador Arturo Martín Tagarro, que la invita a derrochar “creatividad, ingenio y paciencia”.
Y como Marta Silvestre es una mujer de recursos, la falta de medios no la amedrenta en sus entrenamientos. La atleta esta aprovechando el encierro para fortalecer su cuerpo “más de lo que habitúo” con trabajo marcado de pilates, core, circuitos de fuerza y alguna sesión on-line de GAP (gluteos+abdomen+piernas). Todo ello combinado con trabajo aeróbico con sesiones de escaleras, comba y dando vueltas en la nave donde su marido guarda la maquinaria. “Hay unos 190 metros (ida y vuelta). Allí lo más que he hecho han sido 12 kilómetros. Y allí tengo espacio para hacer técnica de carrera”, dice. Pero, seguramente, lo más difícil es conciliar porque las rutinas de entrenamiento están condicionadas por “cómo me pueda organizar con las niñas”, reconoce.
Su hermana, Elena Silvestre compagina el teletrabajo desde casa con su entrenamiento. “Antes de empezar a trabajar, hago algunos ejercicios de estiramientos y movilidad (esto no lo hacía antes del confinamiento por falta de tiempo y he descubierto que después trabajo mucho mejor). Y por la tarde, cuando termino de trabajar, estoy alternando rodillo y escaleras, un día de cada. Y a eso le suelo sumar unas tres veces por semana algunos circuitos de fuerza y core de unos 20-30 minutos”. Elena es de las atletas que se ha sumado al rodillo. “Me hice con uno justo cuando empezamos con el confinamiento. Me compre uno interactivo que eme permite conectarlo a la tele y el rodillo ajusta su dureza en función de la ruta que seleccione. Cada día me suelo hacer una ruta distinta de las que propone el propio software del rodillo. Cada tirada la suelo hacer de aproximadamente de entre 1 hora y 15 horas... depende de la dureza de la etapa”, explica. Además, cuenta en casa con abundante materializara completar los circuitos de fuerza.
Tampoco le resulta fácil al turolense Javier Barea, del Grupo Alpino Javalambre, combinar la vida familiar, el trabajo y los entrenamientos. Barea es uno más entre los atletas que echan de menos una cinta de correr para estos días entre cuatro paredes. Para mantener el nivel cardiovascular, Barea hace varias microsesiones de entrenamiento en las que practica Tábatas, escaleras y bicicleta en rodillo, además de ejercicios de fuerza con gomas y autocares. El del GAJ explica que ésta es “una buena época para trabajar los desequilibrios, debilidades y compensaciones” en un ejercicio titánico por “no desentrenarme” e “intentando no lesionarme y sin intención de sacar partido de esta situación”.
Vanesa Pascual (Gamte), que el año pasado cerró una gran temporada en la Copa de España de Kilómetro Vertical, reconocía que tampoco ella está corriendo. “Estoy haciendo bici, fuerza y pilates” confesó, tras haber dado por terminada la temporada.

Rendimiento
“Sabemos que el rendimiento va a descender”. Así de categórica se esperaba la albalatina Alicia Pérez sobre los efectos que el confinamiento va a tener en sus organismos. Por ello, la de Cárnicas Serrano trata de moverse “lo máximo posible, dentro de la desmotivación del momento” y es que “después de año tan bueno que llevaba de entrenar … en un mes se va todo al traste”, así que, ahora, su primer objetivo es “retomar la forma. Y de cara al otoño, ya veremos”
Luis Agustín es claro: “Cuanto más tiempo estemos así, más costará luego recuperar el ritmo de entrenamientos y de competición”, aunque él se mostraba confiado en que “tal y como estoy haciendo el trabajo, creo que con una semana de rodajes y cambios de ritmo, estaré buen nivel”. El sarrionense no ha dejado de entrenar desde el primer día de encierro y sigue escrupulosamente las instrucciones de su preparador y reconocía que “hay días que estoy entrenando más duro”.
Érika Torner procura no obsesionarse con el rendimiento y afirma que se centra “en el día a día, intentando mejorar aquellos aspectos técnicos que tenía dejados un poco de lado y con la misma motivación y ganas de ser mejor”.
Vanesa Pascual no está preocupada por el efecto de este lapso en su rendimiento. “No me va a afectar mucho porque acababa de terminar la maratón”.

Objetivos
Las medidas de confinamiento decretadas en el estado de alarma por la pandemia de coronavirus han truncado la progresión de todos. Además, la cancelación de la competición, o incluso el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 o el Campeonato de Europa de Atletismo han dado al traste con muchas esperanzas.
La epidemia mundial de coronavirus ha desmontado todos los calendarios deportivo y eso ha afectado, también, a los objetivos marcados en rojo en el calendario de Luis Agustín, que explicaba que “esto es lo que más trastoca porque no sabemos hasta cuando va a durar ni qué va a pasar. Lo que sí que sabemos es que en marzo  se ha suspendido todo, y en abril, también. Y (las pruebas) de mayo, se están empezando a suspender cosas. Y claro, ahí sí que trastoca los objetivos” ya que la competición de pista al aire libre ”se va al traste” por los que no descarta “centrarnos más en carreras de ruta y miraríamos  de reojo al otoño porque todas estas carreras que se están suspendiendo ahora  se están pasando a otoño” así que “una vez que pase todo, tendremos que mirarlo y valorar qué tenemos que hacer”.
Érika Torner cree que el confinamiento afectará a los atletas porque “estamos en una incertidumbre diaria, seguimos trabajando con la esperanza de que nuestro calendario se reanude pero en estos momentos la certeza es poca, todas las competiciones están por ahora aplazadas”.
Marta Silvestre, que trabaja para regresar a la primera línea del atletismo nacional, relativiza sus objetivos y prefiere “no agobiarse” y trata de ver “el lado positivo”, que, sin duda, en su caso pasa por un plazo más cómodo para tratar de alcanzar grandes metas. “Para mí este año atlético, era de transición y puesta en marcha tras el nacimiento de Kenia, así que afortunadamente no tenía unos objetivos competitivos concretos para esta temporada. Íbamos poco a poco, marcando metas, según me fuera encontrando y cogiendo la forma”, afirma.
La posibilidad que respira Manuel González le ayuda a explicar que ha decidido tomarse este periodo como descaso activo y cuando pase el encierro centraré la preparación en la maratón de Atenas”, que se mantiene como su gran objetivo para esta temporada, y a la que quiere llegar condiciones reales de victoria.
Con las carreras de la Copa de España de Carrera por montaña en suspenso y tras haber probado los kilómetros verticales con el equipo de la federación Aragonesa de montaña, Javier Barea reconocía que “objetivos, después de esto, ahora mismo no hay” y se confiesa “muy concienciado” con lo que está pasando con el objetivo de “salir de esto sin contagiarnos”.
La gamtiana Vanesa Pascual  iba a “ponerme los objetivos a partir de ahora”, aunque reconocía también que ésta no es una tarea fácil porque “como todas las carreras se han pospuesto, estoy mirando el calendario para empezar con las carreras de montaña”. Por eso está tratando de aprovechar este tiempo para coger fuerza y base con la bici pero sin obsesionarme con los entrenamientos”, sobre todo porque ahora, en esta situación “dispongo de más tiempo que de normal”.
También se ha sacudido la presión Elena Silvestre, quien ha “asumido que ahora mismo me tengo que olvidar de competiciones y objetivos, ya que esto va para largo... más bien el objetivo de esta rutina es mantenerme activa, ocupar algunas horas del día y hacer algo de hambre. Ya habrá tiempo para correr y competir más adelante”.