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Semana de pasión: la esperanza nunca se pierde, a pesar de todo Semana de pasión: la esperanza nunca se pierde, a pesar de todo

Semana de pasión: la esperanza nunca se pierde, a pesar de todo

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Francisco Herrero

Lunes, 6 de abril. Mercaderes

Max Keiser es un señor que presenta un programa en el canal informativo Russia Today, con sede en Moscú. Max tiene un único tema recurrente para su espacio: las criptodivisas. Ni dólar, ni euro, ni rublo: el bitcoin es el futuro, según este estadounidense afincado en Londres. Hace unos días charlaba sobre los criptopunks, término creado por Julian Assange, un movimiento que aboga por la criptografía para evitar los controles del Estado. Vamos, que solo una elite rebelde y con altos conocimientos tecnológicos va a conseguir ser libre en el futuro. Apocalíptico. Las divisas, como las conocemos, son una estafa y solo el oro, la plata y el bitcoin representan la verdad.

«Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas. Y les dijo: “Está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración. ¡Pero vosotros estáis haciendo de ella una cueva de bandidos!”»

¿Serán los bancos centrales unos simples cambistas y vendedores de palomas, mientras Max Keiser es un cristo contemporáneo? ¡Ay! Cada día sé que sé menos.

Martes, 7 de abril. La negación

«“Antes de que el gallo cante, me habrás negado tres veces”. Y, saliendo fuera, [Pedro] rompió a llorar amargamente.»

Yo no sé si han sido tres veces, menos o más. Nuestro Estado niega la restricción de derechos fundamentales. Una caterva de juristas opinan lo contrario. Yo, hoy, me voy a llorar a un rincón.

Miércoles, 8 de abril. Treinta monedas

«Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, y les dijo: “¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?” Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle.»

Pelayo Díaz ha presentado esta mañana en Instagram, junto a su marido Andy McDougall, una ampliación familiar. No se animaban a dar el paso y lo comentaron por las redes. Una tienda de mascotas puso la oreja y les ha mandado un perro enano, lo que soñaban. Dicho comercio, enfocado al público adinerado, está preocupado porque, en palabras de Pelayo: “Muchos cachorros están quedándose sin gente que se anime a cuidar de ellos y darles un hogar”. Vidu, que así se llama el cachorro, es de padre ruso y madre taiwanesa.

La realidad de fantasía del universo pijo solo va a ver la solidaridad y el buen corazón de Pelayo y esposo. Sujétame el cubata. Mi apuesta es que ese negocio de mascotas ha contratado esa publicación en Instagram y que el influente, además de tener perro gratis, ha cobrado un pico. Siento ser tan desmoralizador.

Jueves, 9 de abril. El arresto

«“Y, ¿qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?” Y todos a una: “¡Sea crucificado!” —“Pero, ¿qué mal ha hecho?”, preguntó Pilato. Mas ellos seguían gritando con más fuerza: “¡Sea crucificado!”»

Tras un mes de estado de alarma, ya no importa lo que haga el Gobierno. Tanto las decisiones equivocadas como las decisiones acertadas se van a juzgar igual. El Gobierno merece caer.

Hoy he tenido una conversación muy interesante. Llegado a un punto, en el que yo dudaba de las ocultaciones y mentiras del Ejecutivo, me han dicho: “Estaría muy bien salir de la burbuja ideológica en la que vivís algunos y aceptar los errores de un gobierno que ha abandonado, entre otros, a sanitarios a su suerte”. He contestado que me desgranaran los engaños y los enmascaramientos. No he obtenido respuesta.

Al final, Poncio Pilato se lavó las manos. Me niego a hacer lo mismo que el prefecto romano. Según cierta gente, porque vivo en una burbuja ideológica. Una pompa que no afecta a quienes poseen la verdad absoluta.

Viernes, 10 de abril. Crucifixión

«Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza»

Apple y Google han anunciado que se ponen a trabajar de forma conjunta para programar sus sistemas operativos de teléfonos inteligentes con el objetivo de que se registren mutuamente los aparatos cada vez que entren en contacto y que ese dato quede grabado en la red, a disposición de la autoridad. Sanitaria. El control de la pandemia se conseguirá gracias a la tecnología, han venido a decir. Y siempre de forma voluntaria.

Cada vez me queda más claro que se burlan de nosotros y nos quieren humillar. Solo el espíritu crítico puede salvarnos. Porque miedo me da que salga un mesías de entre toda esta basura.

Sábado,11 de abril. Vigilia pascual

«Pilato les dijo: “Tenéis una guardia. Id, aseguradlo como sabéis”. Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia»

Desde el mismo día que se decretó el estado de alarma no he salido al campo para comprobar si los yeros han nacido o si la roya amarilla ha comenzado a hacer de las suyas en los trigos. El trabajo en el campo no es siempre salir con el tractor para mover tierra o para dispersar sustancias. El caso es que he cogido el coche, para ir más rápido, y me he acercado, solitario, a una partida donde tengo una muestra representativa de la explotación.

Al cuarto de hora ha aparecido una patrulla de la Guardia Civil, que ha ido hasta donde tenía el vehículo. Me han pedido explicaciones. Yo las he dado. Y ahí ha acabado la anécdota. Ni yo estaba haciendo nada que no permitan las normas, ni la vigilancia ha sacado una lista inverosímil de actividades autorizadas o vedadas.

Aquí todo el mundo lleva su cruz como buenamente puede. Yo, por presuntamente escapar del confinamiento. La guardia, por presuntamente ejercer de elemento represor con irregularidades. 

Domingo, 12 de abril. Resurrección

Todavía tengo en la mente la portada del viernes de Diario de Teruel. El 85% de los fallecidos por la Covid-19 en la provincia de Teruel vivía en residencias para personas mayores. Un dato demoledor que pone en la diana a quienes dudan de que el distanciamiento social no tiene importancia para la transmisión de la enfermedad. Por otro lado, destapa la situación que se está viviendo en esos centros y que las plantillas están sobrellevando con todo el buen hacer del mundo. Tras las historias de superación que van conociéndose existe una tragedia que se minimiza y que, casi con toda seguridad, la opinión pública nunca conocerá por miedo a poner en cuestión un modelo de asistencia que necesita mejorar muchos aspectos.

«Algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. Éstos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, advirtiéndoles: “Decid: ‘Sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos.’ Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones.” Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy»

La imagen de la semana / La vida sigue igual

El camino, con sus curvas y sus rectas, tiene múltiples salidas. Cada cual escoge marchar por una o por otra. El camino sigue ahí. Siempre. Julio lo dijo en su primer éxito: “Al final, las obras quedan,  las gentes se van; otros que vienen las continuarán”. Lo único de lo que estoy seguro es que todo el mundo espera encontrarse en el desvío elegido con las trillizas de oro, María Eugenia, María Laura y María Emilia.