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Rosas congeladas Rosas congeladas

Rosas congeladas

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Elena Gómez

La literatura tiene capacidad para sanar, no puedo estar más de acuerdo con Javier Sierra. Durante toda mi vida, los libros han sido mis salvavidas, esos pequeños trozos de realidad y fantasía a los que me aferro cuando todo carece de sentido. Y sin embargo, en este momento de tanto ruido, y en el que la literatura es más accesible que nunca, me supone un esfuerzo brutal sumergirme entre sus líneas. Y mucho menos, escribir una sola de ellas, a excepción de esta columna que me mantiene anclada a una rutina ya inexistente.

La semana del 23 de abril siempre fue una de las más hermosas del año. La primavera, en su pleno apogeo, nos recibía regalando libros, conociendo autores y soñando con rosas que guardaban un mensaje oculto. Nuestros libreros salían a la plaza del Torico, llenando de color y vida el centro neurálgico y social de Teruel. La antesala de una Feria del Libro repleta de ilusiones y ansias por inundar los hogares con historias, cuentos, sueños…

Una rosa congelada dibuja la portada del libro de relatos que iba a presentar esta semana junto a la fotógrafa Guada Caulín. Como si de una profecía se tratase, no ha habido presentación, ni librerías abiertas, ni firmas en el día de San Jorge. Conseguir publicar un libro es como ganar una carrera de fondo, nosotras hemos llegado a meta pero, de momento, no habrá entrega de medallas ni botellas descorchadas. 

Todo queda aplazado y tengo la sensación de que el tiempo y la vida están tan congelados como nuestra rosa. A veces yo también me abandono a la tristeza y ayer me di cuenta de que el dragón que nos amenaza es difícil de matar. Sigue sesgando almas y destrozando vidas y, de momento, no hay un San Jorge capaz de darle la estocada final. 

Quizá nos toque acostumbrarnos a ello, quizá dentro de unos meses recordemos esto como una pesadilla de la que ya nos habremos despertado. Mientras tanto debemos seguir capeando el temporal, a ser posible con libros entre las manos y dejando que la cultura encuentre, como el agua, su camino.