Síguenos
Filosofía chic: se impone un estilo de vida sanitariamente correcto Filosofía chic: se impone un estilo de vida sanitariamente correcto

Filosofía chic: se impone un estilo de vida sanitariamente correcto

banner click 244 banner 244
Francisco Herrero

Lunes, 20 de abril. San Vicente

Sí, hoy es San Vicente. Uno de los tantos San Vicente que se celebran en Valencia. Valencia, esa ciudad que siempre está de fiesta. Y es que en Valencia todo el mundo es un poco gandul. Es el sambenito que llevo colgado de los hombros toda la vida por haber nacido en Valencia.

Y sí, soy perezoso. Pero porque soy así. Me hago el remolón siempre que puedo y si mi bisabuela viviera diría que soy un holgazán de cuidado. Y raspulero. Sin la necesidad de ser che.

Martes, 21 de abril. Soluciones milagrosas

San Vicente fue un santo que, predicando en su lengua valenciana, siempre se hacía entender allá donde caía. O eso dicen. Porque el populacho le ha dado unas cualidades de sanador de enfermedades, y no: sus intentos por controlar la peste siempre tuvieron un final ful. O eso cuenta un artículo de ayer en Las Provincias.

Al grano. Ahora estamos con que una vacuna, que tardaremos en ver convertida en realidad, nos hará salir del confinamiento. Y que va a ser como el aire que respiras: obligatoria. Un tatu dirá al resto que eres de la tribu. Si no lo llevas, te condenarán al ostracismo. El populacho siempre confía ciegamente en las soluciones milagrosas.

Miércoles, 22 de abril. Cartón piedra

Habrás observado que soy periodista rural. Tras veintitrés semanas leyendo el mismo encabezado en esta página dominical, no puedo creer que todavía no te hayas dado cuenta. Existe una red de periodistas rurales a nivel estatal de la cual, diría yo, formo parte. Vamos, que el año pasado asistí al acto de consagración en la capital del reino. Lo que pasa es que la mayor parte de profesionales que se dedican a informar del campo viven en la ciudad. Y eso es un hándicap.

Hoy mismo, por segunda vez en no mucho tiempo, la red ha reivindicado que podamos ir a cuidar del huerto durante el estado de alarma. Es una reclamación del mundo rural, sin lugar a dudas. Para ilustrar la petición, una fotografía de un supuesto huerto de cartón piedra con verduras lustrosas recién salidas del súper y colocadas apretadas, con buen gusto, sobre una espesa capa de mantillo del bazar chino.

No, los huertos no son así. Ni los macetohuertos son así. Bueno, los que salen en la publicidad de la multinacional del bricolaje, igual sí. Pero no. La comida que vas a ver en el huerto del pueblo va en bruto. Por la cadena de distribución la dejan pulida para que tú, en la ciudad, la sientas atractiva. El problema es que cada vez más personas piensan que las ensaladas salen ya de la tierra cortadas y envasadas en un pote de plástico. Y que eso es lo sano y lo higiénico.

Jueves, 23 de abril. Seguridad infantil

Es oficial. Los menores de catorce años saldrán a la calle en unas condiciones determinadas. Uno de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos ha salido en Onda Cero para amenazar al Gobierno con que o se garantiza la seguridad de la prole o que se vayan preparando, que lo van a freír a demandas. Yo me tomaría en serio la intimidación, que estos son los adalides contra la Educación para la Ciudadanía, que al final nos va a faltar dinero del Estado para pagar multas de estas.

Viernes, 24 de abril. Experta en Platón

Shakira acaba de informar en sus perfiles de redes sociales que ha obtenido el título académico “Filosofía Antigua: Platón y sus predecesores” de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos. Justifica esos estudios en que dispone de mucho tiempo mientras duerme a los pequeños de la casa y concluye: “Ya sé que mis hobbies no son prácticos”. Yo, en cambio, sí creo que la filosofía tiene utilidad. Lo que casi es seguro es que el diploma no tendrá validez, como el presunto título de periodista de José Antonio Avilés por la Universidad de Gales, la comidilla de esta semana en el Sálvame. Es probable que dentro de nada yo me saque de la manga un título de traductor de inglés por la Massanassa University.

El confinamiento ha desatado a nuestras cantantes más reconocidas. El fin de semana pasado Paulina Rubio hizo un directo desde su casoplón de encierro. “Me uno a esta causa, yo me quedo en causa” o “¡Help, corona, virus! Muy contenta, emocionada…”, mientras sale de plano para alguna actividad sospechosa, son frases e imágenes llamadas a permanecer en la memoria colectiva. Una memoria colectiva cada vez más repleta. Pronto habrá que comprar otra con más gigas.

Sábado, 25 de abril. Y lo sabes

“Un conductor ha indicado que quería ir a otro supermercado ‘porque le gusta más que el de su barrio’ Esta no es una razón para justificar un desplazamiento… y lo sabes”. La frase parece un meme, pero no lo es. Es una comunicación a la ciudadanía, adornada con emojis varios, de la policía local de Valencia. Los chupicomunicados oficiales ya están a la orden del día. Y, a mí en concreto, me aterrorizan. No por el contenido, sino por lo que representan.

Yo no sé si lo sabes, pero en ningún lugar pone que no pueda ir a compar a una tienda de la que soy cliente. Desplazarse a comprar de un barrio a otro en una ciudad es normal. Como normal es ir a comprar a otro pueblo si la oferta del tuyo no te convence o, simplemente, la no oferta te hará morir de inanición. No te preocupes, un ciudadano estándar no va a cometer barbaridades. Y si las hace, será fácil detectarlas. La mesura justa en la interpretación de las normas es lo que falta en algunos controles. Y lo sabes.

Domingo, 26 de abril. Filosofía chic

Uno de los filósofos de cabecera de los medios de comunicación franceses es André Comte-Sponville. Esta semana lo han entrevistado en el diario suizo Le Temps sobre el tema estrella de la temporada: el coronavirus. Y como es un ejemplo de filosofía chic, me lo traigo para la celtiberia. Yo te expongo lo que dice y ya tú sacas conclusiones, ¿vale?

El pensador pide que se nos deje morir como queramos. Tiene una noticia buena y una mala: la mala es que vas a morir; la buena es que seguramente será por una razón diferente a la COVID-19. Comte-Sponville retoma la idea del vicegobernador de Texas, que ya expliqué, y critica que se esté hipotecando el futuro de la juventud por la salud de la ancianidad. Vamos, que no es buen plan generar una crisis económica por salvar cascarrabias. Que la muerte es natural y no un fracaso. También porque, como consecuencia de la crisis, ¿de dónde saldrá el dinero para mantener el sistema sanitario? Es carillo, la verdad.

Por otra parte, el filósofo rechaza la ideología que da todo el poder a la medicina, que le atribuye a la ciencia un valor supremo. Antes, la salud era un medio para alcanzar la felicidad; ahora, la salud es el fin de nuestra existencia. La salud no es un valor como la justicia, el amor, la generosidad, la valentía o la libertad. La salud es solo un bien envidiable. Y André espera que el orden sanitario no sustituya al orden moral. No está dispuesto a perder la libertad con la excusa de proteger la salud, por ejemplo.

La imagen de la semana / La tienda del váter

“La curva de la cursilería. Esa sí que sigue creciendo”, comentaba la colega Ana Usieto en Twitter esta semana. El análisis no puede ser más certero. Pues eso. Qué voy a decirte. Por qué vas a llamar a tu comercio “La boutique del cuarto de baño” cuando le puedes cascar un “La tienda del váter” y va que chuta. Y es que en un momento donde lo sanitariamente correcto se impone, lo políticamente correcto reina. La imagen tiene ya unos tres o cuatro años y está tomada en Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real. Id para allá, por si todavía sigue en funcionamiento la botigueta.