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José Mora, peluquero: “Estamos trabajando en un protocolo para la vuelta pero hará falta paciencia” José Mora, peluquero: “Estamos trabajando en un protocolo para la vuelta pero hará falta paciencia”
José Mora, el pasado viernes dando un curso online desde su casa

José Mora, peluquero: “Estamos trabajando en un protocolo para la vuelta pero hará falta paciencia”

Las peluquerías turolenses están cerradas al público y ahora se preparan para cuando puedan abrir de nuevo
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José Mora, peluquero del salón New Men/New Woman, situado en el barrio La Fuenfresca de Teruel, explica cómo el sector afronta el estado de alarma y se prepara para cuando pueda volver a abrir unos establecimientos que los ciudadanos echan mucho de menos tras más de un mes de confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus.

-Aunque al principio se permitió que estuvieran abiertas las peluquerías finalmente se prohibió. ¿Qué ha hecho durante este tiempo?

-He dedicado tiempo a mi faceta de educador. Llevo años colaborando como formador para las marcas Senscience y María Nila y hemos aprovechado este parón obligatorio para impartir formaciones para sus clientes. Gracias a la tecnología los peluqueros hemos estado más unidos que nunca. Hemos seguido llevando la agenda que teníamos con cursos de formación. Son formaciones on line por videollamada o a través de Skype con otros peluqueros. Hemos hecho directos gratuitos para enseñar la temática hacia la que va a evolucionar la peluquería.

-¿Por qué consideró el sector que no debía seguir abierto?

-Porque podíamos ser portadores de Covid-19 nosotros o las personas que atendemos y puede ser un riesgo para nuestras familias o para los clientes a los que atendíamos. El mismo colectivo de peluqueros, como el Club Fígaro y su presidenta Felicitas Ordás, enviaron un comunicado al presidente explicando que no se podía hacer y que había que tener unas medidas de seguridad. Si los médicos no tenían mascarillas los peluqueros íbamos a tener menos. Al fin y al cabo el primero que tiene que estar protegido es el sanitario que tiene que estar combatiendo en primera línea.

-En determinados casos sí que se permitía hacer servicio a domicilio. ¿Ustedes lo están haciendo?

-Hay gente irresponsable en este sentido que sí que lo ha hecho. En mi caso al principio pensé en hacerlo pero lo rechacé cuando vimos la serie de problemas que podíamos acarrear y porque hay que ser coherente, porque si voy a una casa y hago un servicio y luego voy a otra lo puedo estar transmitiendo de un sitio a otro y contribuir al colapso en sanidad. Pensamos con cabeza y decidimos que aunque iban a ser días duros para la profesión no íbamos a trabajar.

-La mayoría de vosotros es autónomo y en algunos casos tienen empleados a su cargo. ¿Cómo afrontan esta situación?

-Como podemos porque la ayuda por el estado de alarma es muy pequeña y los gastos siguen viniendo: el agua, la luz, los impuestos, el alquiler hay que pagarlos igual. Las ayudas son pan para hoy y hambre para mañana porque no cubre todos los gastos. Pero en estos momentos hay que ser positivo, pensar que esto va a pasar y que tenemos que estar todos unidos. Tenemos que ser coherentes y prepararnos por eso hemos estado trabajando en un protocolo para cuando esto pase y podamos retomar la agenda.

-¿Cómo va a ser el trato con el cliente cuando se pueda retomar la actividad?

-Va a ser diferente. Tenemos que llevar mascarillas y estamos buscando pero no hay. Ahí está el problema más gordo, porque batas y capas desechables sí que tendremos. Aplicaremos el protocolo para no colapsar el sistema sanitario.

-¿Qué otras medidas incluirá este protocolo?

-Incluirá distancias de seguridad. Los clientes tendrán que ser pacientes porque habrá todavía situaciones de riesgo. Ahora sí o sí tendrán que coger cita o esperar en la calle. No podrán entrar en la peluquería a no ser que hubiera un espacio muy grande y se pueda mantener las distancias de seguridad, pero en casi todas las recepciones de salones de peluquería el espacio es reducido. 

-Entonces, ¿siempre habrá que funcionar con agenda?

-Sí. Cuando llegue el cliente le tomaremos la temperatura con un termómetro láser y si no tiene fiebre pasaría a hacerse el servicio. Le daríamos desinfectador de manos y si no lleva mascarilla aportarle una y llevar nosotros también porque tenemos que estar protegidos. Habría que mantener la distancia entre cliente y cliente de dos metros. 

-¿Cree que será uno de los sectores que antes dejen abrir sus puertas al público?

-Creo que antes que de los bares sí que podremos abrir. Pero hay incoherencias porque a parte de preparar todo este protocolo, la preocupación que veo es que ahora la gente está muy concienciada pero la gente va a tener una repercusión en la densidad. Esto quiere decir que entrará menos gente en el salón porque tras cada servicios habrá que esterilizar las tijeras y esto cuesta unos 40 minutos entre cliente en cliente. Trabajaremos más pero con menos servicios. Los bares y las peluquerías tienen unas distancias que no se pueden respetar.

-La aplicación de este protocolo ¿hará que tengan menos ingresos?

-Habrá menos ingresos porque para la vuelta ala normalidad tras el estado de alarma de manera escalonada no se exigen las mismas medidas en unos sectores que en otros. En un supermercado por ejemplo no tienen que dar una mascarilla al cliente. Pero además estamos expuestos porque si tengo que arreglar una barba se la tengo que quitar al cliente. Además, hay cosas que todavía no se aclaran y por eso no sabemos qué perspectivas tenemos. Nosotros esperamos que en mayo se pueda abrir, porque tenemos toallas, capas y batas desechables. Pero al principio incluso exigían que el cliente pusiera los pies en una bandeja al entrar al salón para desinfectar los zapatos. Requisitos que en otros sitios no se piden. Antes se iba con prisa a la peluquería y ahora los clientes tendrán que tener paciencia. Estas semana hemos estado en contacto con muchos clientes a través de redes sociales y del teléfono.