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Incertidumbre entre las jugadoras emigradas por el futuro de las ligas Incertidumbre entre las jugadoras emigradas por el futuro de las ligas
Laura Salvador, en el Lilla Grau Castellón

Incertidumbre entre las jugadoras emigradas por el futuro de las ligas

Tras la desaparición del equipo de Primera Nacional del CV Teruel, las deportistas se han repartido por España
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Los dígitos 14-03, podrían parecer un marcador de voleibol con un claro equipo ganador, pero no, es la fecha en la que comenzó el confinamiento por una crisis sanitaria que hace que el mundo lleve parado casi dos meses. Al igual que las empresas, la hostelería o el ocio, el deporte también se ha paralizado dejando ligas a medias, unos equipos rozando con la punta de los dedos ese ascenso por el que tanto han luchado y otros aferrándose a la última oportunidad de evitar ese temido descenso.
El mundo del voleibol se ha visto muy afectado sobre todo en las categorías superiores, en las que se encuentran muchas de las exjugadoras del Club Voleibol Teruel que el año pasado disputaba la Primera División Nacional.
Laura Salvador es una de ellas. Tras la disolución del equipo turolense la joven dejó su ciudad en busca de un nuevo equipo, actualmente se encuentra jugando en el Ube Lilla Grau de Castellón que compite en Súper Liga 2. Como consecuencia de la pandemia mundial las ligas se han paralizado tal cual estaban por lo que su equipo que en ese momento se encontraba en el puesto número once puede que descienda si así lo decide la Federación Española de Voleibol. “Si deciden que finalmente hay descensos, ahora mismo por puntos seríamos nosotras y eso al final es un poco injusto”; aclaraba la joven algo decepcionada. Laura ha cambiado la pelota y las redes por equipos médicos ya que estudió enfermería y actualmente se encuentra trabajando y tratando de sacar adelante a todos esos pacientes que tanto están sufriendo. “Con el voleibol he aprendido a trabajar en equipo y eso se ve reflejado en mi trabajo actual ya que todo el mundo tiene que aportar su granito de arena”; comenta la jugadora.
En una situación similar se encuentran Montse Giménez y María Ortín, también jugadoras de Súper Liga 2 y exintegrantes del Club Voleibol Teruel que actualmente juegan en el Volei Grau de Castellón. Ellas han tenido más suerte que su compañera ya que su equipo se encuentra en décima posición a tan solo un punto del Ube Lilla Grau, por lo que estarían salvadas del descenso. Montse cuenta que el Volei Grau es un club humilde y por su parte están encantados de la posición en la que han quedado, pero el hecho de que desciendan equipos sin terminar la liga no es justo para nadie.
Es posible que las ligas no se reanuden hasta octubre y eso no sólo afecta físicamente sino también de forma económica. Las jugadoras de Súper Liga 2 cobran un salario y muchas de ellas se han quedado sin él debido a esta crisis. “Yo este mes no he cobrado, pero obviamente no es momento de reprochar nada”; afirma María Ortín. Al igual que en las empresas, en los equipos también se han realizado ERTEs y hay muchas jugadoras fichadas de otros países que han tenido que quedarse en España y los clubes no pueden permitirse mantenerlas aquí.
La misma suerte ha corrido María Jarque, joven turolense que se encuentra en el equipo de Súper Liga 2 Universidad de Alicante, tras una dura competición su equipo logró colocarse en la octava posición sin ninguna posibilidad de descender. “Dimos la sorpresa ganando en Sevilla y logrando salvarnos del descenso”; comenta María, encantada.
A diferencia de sus compañeras, el equipo de Inés Laguía (ex central del equipo naranja) Club Voleibol Torrelavega también está en puestos de descenso al encontrarse en undécimo puesto del grupo A de Súper Liga 2. Inés marchó a estudiar a Cantabria la carrera de Fisioterapia y siempre ha tenido claro que esté donde esté tiene que jugar a voleibol. Su equipo se encontraba a falta de tres partidos para confirmar el descenso, pero en tres jornadas pueden pasar muchas cosas y más en categorías como estas. “Nos podríamos haber salvado porque los partidos que nos quedaban éramos capaces de ganarlos”, nos cuenta la jugadora dolida.
Aunque la liga esté paralizada las jugadoras no pueden estarlo. Desde sus respectivos equipos todas siguen una serie de entrenamientos específicos para no perder la forma física y estar preparadas para una posible reanudación de la liga. Cada entrenador es un mundo, por lo que hay muchas formas de entrenarse, además las nuevas tecnologías facilitan las cosas. Los entrenamientos se basan en ejercicios físicos para mantener la musculatura, pero hay equipos que llegan más allá tocando con balón mediante aplicaciones de video llamada que permiten estar conectadas y entrenando a la vez a todas las jugadoras del equipo.
Si hay algo en lo que coinciden estas seis jugadoras es que su etapa en el Club Voleibol Teruel fue una de las mejores de sus vidas. Destacan la familiaridad del equipo, la cercanía de los entrenadores y sobre todo, el calor de la afición por la que tanto destaca Teruel. “Entrar a un partido y ver la grada llena de gente que conoces y todo Teruel animándote, eso es algo que en otros sitios no sucede” comenta María Jarque agradecida.

Otras categorías
La crisis no solo afecta a equipos grandes, las categorías inferiores y la liga universitaria también se han visto paralizadas dejando clasificaciones a medias y campeonatos pendientes.
Carmen Oliver ex líbero del Club Voleibol Teruel se marchó a realizar sus estudios universitarios a Málaga, donde no abandonó su pasión por el voleibol y enseguida comenzó a jugar en el equipo regional UNIDEBA Málaga en el que hace las funciones de líbero y con el que se preparaban para luchar por un puesto en el Campeonato de Andalucía y el que sería su último como Juvenil. La joven dice apenada: “estábamos teniendo los mejores entrenamientos de la temporada y justo pasa esto”.
Por su parte, Karinna Pele se encontraba disputando la Liga Universitaria cuando todo comenzó. El equipo de su universidad (Voleibol Unizar La Salle de Zaragoza) acababa de ganar el puesto de acceso al Campeonato Autonómico de Deporte Universitario frente a la Universidad San Jorge por lo que en mayo se desplazarían a León para disputarlo por primera vez. “Nos ha perjudicado muchísimo ya que en el equipo hay muchas jugadoras de Erasmus por lo que si el campeonato se aplaza no podremos contar con ellas”; señala Karinna con pena. A parte del equipo de la universidad la joven también forma parte del equipo senior La Salle de Zaragoza que juega a nivel regional y que también se ha visto afectado por el parón de las ligas. “Hemos tenido suerte ya que nuestro equipo se encuentra a mitad de la tabla y no ha sufrido muchas consecuencias”; aclara la jugadora turolense.
Al igual que en el resto de competiciones aún no está muy claro qué va a pasar con las ligas por lo que la incertidumbre de los equipos es cada vez mayor ya que muchos se encuentran en situación de ascenso o descenso por lo que reclaman algún tipo de información por parte de la federación. “Cada día dicen una cosa, al principio decían que la iban a cancelar, luego que la iban a posponer y luego que se reanudaría a partir de junio”; aclara Carmen Oliver algo desconcertada.