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Segundo de Chomón protagoniza un vídeo musical junto al compositor Muñoz Molleda Segundo de Chomón protagoniza un vídeo musical junto al compositor Muñoz Molleda
Fotograma de ‘Cabiria’, película italiana de 1914 en la que Segundo de Chomón fue director de fotografía y responsable de efectos visuales

Segundo de Chomón protagoniza un vídeo musical junto al compositor Muñoz Molleda

El Premio Nacional de Música José Luis Temes incluye al cineasta turolense en su proyecto Luz
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El cineasta turolense Segundo de Chomón (1871-1929) y el compositor gaditano José Muñoz Molleda (1905-1988) tienen varias cosas en común; ambos fueron maestros creativos en sus respectivos campos, ambos gozaron de éxito y reconocimiento profesional en vida, y ambos tienen sendas biografías con numerosas lagunas en su vida y en su obra, pues no han sido objeto de un estudio minucioso ni gozan del reconocimiento que merecen más allá de los círculos especializados. A partir de ahora tendrán algo más en común, y es que son los protagonistas del próximo lanzamiento del proyecto sinfónico Luz de José Luis Temes. 

José Luis Temes es un director y compositor madrileño que ha dirigido prácticamente todas las orquestas sinfónicas españolas, además de otras como la Filarmónica de Londres, la de Pzonan o la de la RAI italiana. Ha grabado más de 110 discos, ha escrito más de 15 libros, dirige cada año el Curso de Música de la Fundación Santa María de Albarracín y ganó el Premio Nacional de Música 2008, que le entregaron al año siguiente los Príncipes de Asturias en la iglesia de San Pedro de Teruel. 

Temes está obsesionado con difundir y promocionar el patrimonio musical español, el que ya se conoce pero sobre todo el que no. Y en ese propósito se enmarca su proyecto Luz, que creó hace cuatro años junto a Marta Berzal y Julia R. de Haro (4xenRaya Producciones) fundiendo en una producción audiovisual de calidad la música de autores españoles poco conocidos a nivel popular con otras manifestaciones artísticas visuales. “Se trata de llevar el concepto de videoclip, habitual en géneros contemporáneos como el pop o el rock, a la música sinfónica”, explica Temes. En cada producción, de unos 25 minutos de duración aproximada, se incluye la grabación de una obra interpretada por una orquesta española dirigida por Temes, con el fondo de imágenes seleccionada, y una breve introducción histórica y biográfica de los autores de las piezas. 

Los dos últimos lanzamientos de Luz hablaron sobre la ópera Selene de Tomás Marco con imágenes tomadas en el Instituto Astrofísico de Canarias, en el cincuentenario de la llegada del hombre a la Luna; y pusieron la música de la española exiliada en México María Teresa Prieto al servicio de un homenaje a las personas mayores, en un videoclip que, paradójicamente, tuvo que ser estrenado a través del canal de Youtube de Ediciones Línea, por culpa de la pandemia de Covid-19 que está sufriendo con especial virulencia la población de más edad. 

Chomón y Molleda

El próximo lanzamiento de Luz, que en función de cómo evolucione la alerta sanitaria podría presentarse este mismo otoño –justo un año antes del 150 aniversario del nacimiento de Segundo de Chomón, que tendrá lugar en 2021–, tendrá como protagonistas al cineasta turolense y al gaditano José Muñoz Molleda. 

Temes se declara admirador de Chomón, “un personaje deslumbrante, pionero, que reunió unas grandes dotes técnicas con una imaginación desbordante”, autor de algunas de las primeras manifestaciones del surrealismo, y en cuyo conocimiento comenzó a profundizar gracias a otro gran músico, José Luis Turina –amigo personal de Temes y nieto de Joaquín Turina–, que en mayo de 2008 estrenó en la Zarzuela de Madrid cinco piezas creadas como banda sonora de La serpentina, El gato con botas, Pulgarcito, Aladino, y Danzas cosmopolitas en transformación, cinco de las películas rodadas por Chomón. 

José Luis Temes vincula en su videoclip algunas de las obras más conocidas de Segundo de Chomón –a las que musicó Turina añade otras como El hotel eléctrico, La caja de puros, El Rey del dólar o El emigrante, entre otras–  a dos de las obras de José Muñoz Molleda: Circo  e Introducción y fuga: “Muñoz Molleda perteneció a la generación del 27. Fue un gaditano maravilloso, a quien llegué a conocer personalmente cuando ya era muy mayor. Tiene una obra sinfónica importante, pero también se dedicó al cine de los años 40, y por eso quise ponerlo en relación con Chomón”. 

No son autores que tengan una conexión directa, “seguramente ni siquiera Molleda conociera la obra de Chomón, más que quizá de oídas”, pero eso hace todavía más interesantes las vinculaciones conceptuales que Temes explota en su pieza. “Molleda hizo mucho cine –entre otras, puso la música de cintas como Brindis a Manolete (1948) de Florián Rey, o Café de París (1943), La vida en un hilo (1945), Domingo de Carnaval (1945) o El Marqués de Salamanca (1948) del madrileño Edgar Neville, un autor vinculado también a Teruel porque durante su etapa de Bachiller se examinó en el Instituto de la ciudad mudéjar–. “Pero en esencia el gaditano era un compositor sinfónico de la Europa neoclásica de los felices años 20, y Chomón, si bien partió de la Belle Epoque parisina, llega hasta esos años 20”, argumenta José Luis Temes.

“En esa época Molleda tiene una época lúdica, la de la música de entreguerras de Stravinsky o Satie, y eso lo refleja en su obra Circo, que es una obra divertida, casi para niños. La estructura en seis secciones con elementos de circo; elefantes, funambulistas, leones enjaulados...algo muy alegre, opuesto al romanticismo de la música como pasión casi religiosa”. “Así que la vinculación con Chomón es enorme”, concluye, “porque Chomón es la fiesta ante los ojos”. 

La parte musical del videoclip fue grabada por la Orquesta de Córdoba bajo la batuta de José Luis Temes, que suena sobre las imágenes de parte de la filmografía de Chomón, de dominio público. “Falta por rodar y montar una parte inicial, de unos seis minutos, en las que se explica el alcance artístico de las figuras de Molleda y Chomón”. 

Esa parte de la producción está a expensas de que el desarrollo de la desescalada provocado por el Covid-19 permita el tráfico entre provincias, aunque Temes baraja varios escenarios. “En Lérida hay una colección de cámaras de manivela como las que usó Chomón, en Turín tuvo su última residencia, aunque no se conserva ningún fondo documental ni material, pero sobre todo me gustaría vincular esa parte introductoria a Teruel, donde está su casa natal” en la calle Chantría, “aprovechando además la circunstancia de que el próximo año es el 150 aniversario de su nacimiento”. El material cinematográfico se estructurará dentro del vídeo en tres secciones; titulada La vida es una ilusión (óptica); Chomón narrador y Precursor del surrealismo. 

“Aragón y Asturias son quienes peor cuidan de su patrimonio musical”

 

El estreno de Luz-7 sobre Segundo de Chomón y José Muñoz Molleda este mismo otoño podría depender, en buena medida, de que José Luis Temes y la productora 4enRaya consigan financiar al menos en parte el proyecto, “aunque esa suele ser la parte más difícil de este tipo de asuntos, los que tienen que ver con la promoción de la cultura, que se dan siempre de bruces contra la incomprensión de la administración, pese a que son costes pequeños”. 

“De hecho, y aunque me apena profundamente decirlo”, explica Temes, “toda España desprecia profundamente su patrimonio, pero las Comunidades que se llevan la palma en eso son Asturias y Aragón”. “En Asturias no hay forma de sacar nada adelante, y mi gran deuda pendiente con Aragón es Francisco Calés Pina. Entre su obra, Calés tiene dos sinfonías que son obras maestras de la música española, yo las dirigí con la Orquesta de Córdoba y son magníficas”. “Sin embargo llevo nueve años intentando que Aragón se interese mínimamente por él y no me he encontrado más que desprecio y desinterés”, protesta Temes, “y algún ‘preséntese a tal o cual ayuda’ en lugar de apoyar un proyecto que debería hacer que Calés compitiera con las mejores sinfonías españolas de la generación de Falla. En Aragón he tratado con gobiernos de diferente signo y la respuesta que he recibido siempre ha sido muy desalentadora”. Según el músico, poner de relevancia la figura de Francisco Calés Pina supondría “poner al primer aragonés en esa generación de músicos de Manuel de Falla, no a su nivel, desde luego, pero sí al del resto de compositores de la época”.  

Entre la obra sinfónica de Calés Pina se encuentran las Impresiones sinfónicas, el Scherzo en sol menor y el Poema Helénico sobre Dafnis y Cloe. Compuso también música militar como la famosa marcha para la legión Tercios Heroicos.

“El problema que tenemos en España”, continúa el compositor y director, “es que normalmente, y salvo honrosas y escasas excepciones, las personas que toman decisiones en el ámbito publico de la cultura no son personas de la cultura, no son apasionados que sienten la emoción de una pieza de música o de la restauración de un retablo barroco. Piensan en optimizar recursos y esas cosas que están de moda en política, pero no sienten pasión por la cultura”.