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‘House of cards’ a la española ‘House of cards’ a la española

‘House of cards’ a la española

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Javier Silvestre

Hasta tres compañeros periodistas le preguntaban a Fernando Simón y al ministro Salvador Illa este viernes por qué no se hacían públicos los criterios técnicos que aconsejaban dejar algunas zonas de España en el purgatorio de la fase cero. Y hasta en tres ocasiones eludieron responder... Algo parecido ocurría ayer con el presidente Pedro Sánchez: cinco veces le hicieron la misma pregunta sobre los informes y nunca hubo una respuesta concreta... Y no fueron cuestiones planteadas desde medios con una ideología concreta o sospechosos de intentar ‘desgastar’ al Gobierno.

Lo que más cabrea a los periodistas es que, además de no obtener respuestas tengan que escuchar en cada comparecencia cómo la palabra “transparencia” se repite como un mantra. O que se insista en que las decisiones responden “sólo a criterios técnicos y sanitarios”. O que “nadie hace política” con la pandemia. Pero la realidad es que estamos metidos de lleno, en una temporada de la serie House of cards.

Llevamos nueve semanas presenciando una guerra a muerte… pero no contra la Covid-19. Sino una lucha por el poder, por obtener el máximo rédito político en una crisis que va a pasar factura a todos sin excepción, al Gobierno y a la oposición. Por eso hay que tomar posiciones. El último episodio, el más virulento, se está viviendo en Madrid y su eterna fase cero. Se insiste en que los criterios sanitarios priman sobre cualquier otro, pero los movimientos políticos de las últimas horas tienen un tufo revanchista que tira por tierra el trabajo de los técnicos que evalúan la situación.

Le garantizo que este fin de semana hemos podido ver en directo lo más parecido a un capítulo de la serie protagonizada por Kevin Spacey pero versión ‘made in Spain’. Esta sería la sinopsis del mismo: “Madrid no pasa de fase e Isabel Díaz Ayuso, rebotada, pide los informes que avalan esta decisión. El Ministerio de Sanidad los hace públicos al día siguiente, pero en vez de enviarlos a la Consejería de Sanidad, los filtra primero al diario ‘El País’. Y lo hace, además,  justo en el momento en el que la presidenta madrileña está dando una rueda de prensa quejándose de no tener los datos que, casualmente, acaban de ser filtrados.”

Si no fuera porque nos va la salud -y la economía- en ello, hasta me parecería digno de aplauso. Ni Frank Underwood lo habría hecho mejor. Hasta en tiempos de pandemia las cloacas políticas demuestran tener una salud de hierro. Pero más allá del chascarrillo para politólogos, estas argucias evidencian una cosa: lo importante no es sólo destruir el virus, sino a cualquier rival político que se ponga por delante. No dudo de que pasaría lo mismo con otro color político ocupando la Moncloa, porque todos desprenden un aroma que recuerda al maquiavélico Underwood.

Madrid no cumplía con los criterios sanitarios, eso parece evidente. Si publicar los datos ya iba a dejar sin argumentos a Ayuso, ¿qué necesidad había de este juego sucio? Y más cuando Pedro Sánchez proclamaba ayer, al ser preguntado por toda esta jugada, que “todos estamos en el mismo equipo en la lucha contra la pandemia”. 

Señor Presidente, revise House of cards porque aún a riesgo de hacerle spoiler, al final, es ella, Claire, la que se lleva el gato al agua. Y ya se puede imaginar cómo acaba la serie.