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La BBR ajusta su seguridad aún pensando en celebrarse en agosto La BBR ajusta su seguridad aún pensando en celebrarse en agosto
Un participante se abastece de agua y comida en un avituallamiento atendido por voluntarios la pasada edición de la prueba. Archivo #BBR

La BBR ajusta su seguridad aún pensando en celebrarse en agosto

Se cambian los recorridos, el sistema de salidas y muchas cosas más como los briefing o los premios
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José Luis Rubio

La Berrea Bike Race sigue adelante. La organización, que ahora corre a cargo de la asoicación Teruel Indómito, asegura que “seguimos trabajando” con la ilusión de poder celebrar la carrera, eso sí, implementando las medidas de seguridad para rebajar en la medida de lo posible el contacto entre los participantes y con el público y voluntarios.
“Estamos preparando la carrera con las medidas de seguridad que haya que tener, con las que legisle el Gobierno, en el caso de que se pueda hacer”, explica la organización, que se mantiene a la espera de las decisiones que se puedan adoptar sobre la celebración de eventos deportivos.
La actitud de Teruel Indómito es optimista, porque “todo apunta -dicen- a que agosto puede ser el mes de lanzamiento en el que ya se permita hacer algo”, aunque lo dicen con la boca pequeña porque reconocen el trazo fino de “incertidumbre” en el que se mueven porque “hoy estamos bien pero no sabemos como va a estar la semana que viene”.

Seguridad ante todo
La premisa para poder sacar adelante la prueba es hacerlo con las máximas medidas de seguridad. Así, entre las medidas que se pondrán en marcha si finalmente es posible desarrollar la prueba estarían el evitar la entrega de dorsales de forma presencial el mismo día de la prueba enviándolos con antelación por correo postal, o la eliminación de servicios como las duchas para los participantes después de cada etapa o la comida de hermandad. “Cuando cada corredor llegue a meta se le entregaría una bolsa con un bocadillo y un refresco para que se lo tome donde prefiera”, explican los organizadores. Los briefing de cada etapa dejaría de realizarse de forma presencial y se desarrollaría de forma telemática en directo a través de redes sociales, y tampoco se celebraría la ceremonia de entrega de trofeos.
Se plantea duplicar los servicios sanitarios, como facultativos o vehículos medicalizados, así como establecer protocolos para rebajar en la medida de lo posible el contacto con los voluntarios y el de estos con los deportistas.
Pero quizá la medida más llamativa será la modificación del sistema de competición. Con este nuevo planteamiento se modificaría la primera jornada, a disputar el viernes, que cambiaría al formato de cronoescalda individual desde Guadalaviar hasta el Portillo. Así, y con los resultados de la primera jornada en la mano, sería posible establecer un sistema de cajones de salida que permitiesen aumentar la distancia entre los corredores.
Además, tanto las salidas como las llegadas se dejarían de realizarse en el centro de los municipios y se trasladarían a las afueras del  núcleo urbano para evitar las aglomeraciones de participantes y público en calles y espacios estrechos.
También habrá novedades en los avituallamientos. La organización estudia la posibilidad de duplicar el número de avituallamientos para que la mitad de los participantes paren en unos y la otra mitad en los otros, rebajando las posibilidades de aglomeraciones junto a los puntos de abastecimiento de líquido y de alimentación en carrera. Desde Teruel Indómito se es consciente de que “si se permite hacer” la carrera, este año “va a ser algo distinto” y los organizadores se mostraban convencidos de que “la gente lo va a comprender”.

Cambio de recorridos
A la modificación evidente de la primera etapa dentro del planteamientos de una CRI entre Orihuela y El Portillo, las otras dos jornadas también tendrán modificaciones sustanciales.
Siempre con la cautela propia de la incertidumbre sobre si finalmente se podrá disputar esta edición de la carrera, la organización ha previsto unos recorridos menos exigentes para esta edición.  “Probablemente reduzcamos kilómetros y desniveles. Serán etapas más ligeras”, aseguran los responsables de la prueba, ya que aunque “en principio pensábamos hacer  100 kilómetros en la segunda jornada  y a lo mejor lo dejamos en 65” en un horizonte en el que la gran mayoría de los participantes no hayan podido entrenar lo suficiente durante los casi dos meses de confinamiento.
No obstante, se trataría de recorridos que no dejarán indiferente a nadie con desniveles de más de 1.600 metros positivos el sábado otros 1.300 en la del domingo, con cerca de 50 kilómetros. “Porque el desnivel está ahí”, reconocen desde la organización.

Inscripciones cerradas
A pesar de que la prueba está prevista para el primer fin de semana de agosto, la plataforma de inscripciones permanece cerrada, a pesar de que inicialmente se había previsto la fecha del 28 de marzo para empezar a recibir los formularios de los primeros participantes.
El pasado 20 de marzo, con el estado de alarma en vigor, se hacía público un comunicado en el que se informaba de que el plazo para inscribirse a la prueba no iba a abrir por el momento. La comunicación avisaba de que “la pandemia del Covid-19 o coronavirus nos está haciendo pasar una mala temporada, por lo que no veíamos razonable abrir inscripciones en la fecha que teníamos planificada”, pero desde entonces se ha mantenido la misma postura numantina y ya en marzo se aseguraba que “aún nos quedan muchos meses para la celebración de la Berrera Bike Race, así que de momento no hablamos de suspenderla”.
Por el momento no se ha planteado ninguna fecha para la apertura de las inscripciones y no se descarta apurar al máximo los plazos, “aunque tengamos que hacerlo todo en un par de semanas”, reconocen los organizadores.

Descuentos solidarios
Entre las medidas que están encima de la mesa para el caso de que finalmente pudiera celebrarse esta edición de la Berrea Bike rae está el ofrecer un precio reducido a determinados colectivos implicados en la lucha contra el Covid-19 como los sanitarios, transportistas o miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en lo que sería una muestra de agradecimiento por haber “estado al pie del cañón” como “servicios esenciales”.