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Ronal plantea un nuevo ERTE hasta el final de año para la totalidad de la plantilla Ronal plantea un nuevo ERTE hasta el final de año para la totalidad de la plantilla
Planta de Ronal Ibérica en Platea que retomará la producción el lunes

Ronal plantea un nuevo ERTE hasta el final de año para la totalidad de la plantilla

El comité rechaza negociar por los "incumplimientos" con el actual expediente
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Ronal Ibérica ha comunicado su decisión de aplicar un segundo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) tras la finalización del actual, cuya duración se extendería hasta el 31 de diciembre. El director, Dominik Wiederhold, sostiene que “la situación del sector del automóvil es crítica porque las pérdidas se multiplican y no se ve la luz al final del túnel”. El comité de empresa ha rechazado negociar el nuevo expediente mientras que no se cumpla una de las condiciones estipuladas en el vigente, como es el reparto equitativo de los días en suspensión.
Ronal Ibérica, que cuenta con dos plantas de fabricación de llantas de aluminio en Teruel que dan empleo a 596 personas, paralizó la producción el 19 de marzo. Unos días después, presentó un ERTE que afectaba a la práctica totalidad de la plantilla. El 20 de abril retomó la actividad en la sección de mecanizado de la fábrica del polígono La Paz con el 20% de los trabajadores y una semana más tarde llegó al 40%. El próximo lunes 1 de junio volverá a funcionar la planta de Platea, con lo que el porcentaje en activo llegará al 70%, según el comité de empresa.
El director de Ronal Ibérica explicó que la reanudación de la actividad en esta planta obedece a “un ligero repunte de los pedidos” y “a la imposibilidad de ampliar la capacidad en la planta del polígono La Paz debido a la necesidad de mantener la distancia física entre los trabajadores”.
Indicó que el aumento de la producción responde a que las factorías del automóvil están fabricando ahora los pedidos recibidos antes de la declaración de la pandemia por coronavirus. Al margen de ese incremento puntual, sostuvo que “la situación es totalmente incierta”. “La situación del sector es crítica porque las pérdidas se multiplican por tercer mes consecutivo y no se ve la luz al final del túnel”, añadió.
Las dudas sobre las futuras ayudas del Gobierno a la compra de vehículos y los anuncios del plan de ajuste de Renault y del cierre de la planta de Nissan en Barcelona han añadido incertidumbre porque, aunque la nipona no se encuentra entre los clientes de Ronal Ibérica, “todas estas cuestiones pueden tener efectos en otras empresas instaladas en España”. 
Dominik Wiederhold aseguró que encontrar una postura común con el comité de empresa para adaptarse a la incertidumbre de esta situación “va a ser complejo”. “Es complicado entrar a negociar, pero nosotros queremos llegar a un acuerdo sí o sí”, añadió.
En primer lugar, señaló que los trabajadores temen que, si el nuevo ERTE ya no es por fuerza mayor, se puedan producir despidos. Y en segundo lugar, indicó que la plantilla espera que la empresa continúe complementando la cuantía que el trabajador afectado recibe (el 70% de la base reguladora). Sobre este asunto, Wiederhold indicó que la de Teruel es la única planta de Europa que lo está haciendo y precisó que “el grupo no lo entiende”. 
“Ronal Group está asustado y sorprendido por esta posición porque ni en Alemania ni en Italia se paga ningún complemento adicional. En nuestro caso, esto eleva el coste de personal lo que, en tiempos tan complicados, puede tener un efecto dañino para el futuro de la planta porque son costes que se tienen que recuperar”, argumentó. 

Rotaciones
En respuesta a las críticas vertidas por el comité de empresa sobre el incumplimiento de la aplicación de un número equitativo de días en ERTE a cada trabajador, Wiederhold explicó que “la rotación no es tan sencilla”. “En producción pueden rotar, pero hay especialistas en cada una de las plantas o puestos clave para el mantenimiento de las máquinas que no podemos sustituir”, comentó.
El director de Ronal Ibérica señaló que han mantenido varias reuniones para intentar acercar posturas con el comité de empresa  y que incluso le han ofrecido contar con un mediador, pero aún no han obtenido respuesta. Añadió que espera que la próxima semana avancen las negociaciones dado que el ERTE actual concluye el próximo 16 de junio, aunque podría prorrogarse hasta el 30 según las condiciones estipuladas por el Gobierno.
Por último, lamentó que los comités actúen en muchas ocasiones “dirigidos por los sindicatos desde Zaragoza o Madrid y sin adaptarse a la situación de cada empresa”.
El presidente del comité de empresa de Ronal Ibérica, Jesús Puche, corroboró que “hay bastantes diferencias entre lo que la empresa ofrece y lo que nosotros pedimos” y aseguró que no van a negociar un nuevo ERTE mientras que no se cumpla una de las condiciones del actual “porque hay diferencias de hasta un mes” entre el tiempo que han estado unos u otros trabajadores en suspensión. “Queremos que se respete lo pactado porque hay que cumplir lo que se firma”, dijo.
Aunque el comité de empresa es “consciente” de que no llegar a un acuerdo podría tener consecuencias “aún peores” para la plantilla, aseguran que quieren mantener unas condiciones de trabajo “iguales” a las que tenían antes de la pandemia en lo que se refiere a calendario y vacaciones.
En opinión de Puche, la empresa “no puede defender, por ejemplo, que los mecánicos de una planta no pueden acudir a la otra mientras que se ha mantenido a los dos jefes de producción en activo a pesar de estar una planta parada”. “Nadie es indispensable porque aquí nunca paramos y cuando alguien falla, otro se encarga de su trabajo”, expuso. Por eso dice que no entienden la “discriminación” entre los operarios en cuanto a los días pasados en ERTE. “
Puche añadió que están dispuestos a reunirse las veces que haga falta con la dirección de la empresa para reconducir la situación y añadió que se alegran del aumento de la producción “porque ningún trabajador quiere estar en ERTE”.