Síguenos
Chema García: “En ningún momento pensé en tirar la toalla” Chema García: “En ningún momento pensé en tirar la toalla”
Chema García, en la plaza de la Fuente de Bronchales, después de concluir la sexta y última maratón del Reto 260

Chema García: “En ningún momento pensé en tirar la toalla”

Ha completado una ruta solidaria de 260 kilómetros entre los 25 pueblos de la zona
banner click 244 banner 244
José Luis Rubio

Su gesta ha puesto la carne de gallina a propios y a extraños. En un tiempo en el que el deporte estaba aletargado, Chema García se calzó las zapatillas y dio rienda suelta a sus sueños para recorrer todos los municipios de la comarca de la Sierra de Albarracín enlazando seis maratones consecutivos. Una epopeya de seis días en los que recorrió 260 kilómetros entre Torres de Albarracín y su pueblo natal, Bronchales, donde terminó su periplo entre lágrimas y con el cálido reconocimiento de toda la Sierra de Albarraín.
 -¿Cómo surge la idea de recorrer corriendo la Sierra de Albarracín?
-Ya llevaba tiempo dándole vueltas a lo bonita que es la Sierra y cómo es de grande. Y en esas me vino la idea de correr de un pueblo a otro. Fui mirando el mapa y me di cuenta de que no podía dejarme ningún municipio sin visitar. Y al final, son 25 pueblos. La primera  vez que lo miré  en el mapa me asusté un poco de la cantidad de kilómetros que salían, pero empecé a darle vueltas a cómo lo haría y por donde podría pasar. Cuando ya lo tuve claro, en contacto con Tomás (Almazán, vicepresidente de la comarca Sierra de Albarracín), miramos cómo visitar los sitios más chulos.
-¿Desde cuando lleva con este proyecto en la cabeza?
-El año pasado ya andaba dándole vueltas. Cuando terminé el Trail (Trail de Bronchales, en el que participa en la organización) empecé a mirarlo porque entonces se estaba hablando de ampliar el trail con una carrera de ultradistancia. Yo he corrido en sitios como Peña Golosa y sé que aquí tenemos un potencial que no tenemos nada que envidiar a ningún sitio para poder hacer una ultra. Tenemos monte y tenemos sitio de sobra para hacerlo.
-Esta aventura tiene, además, un carácter solidario.
-Mirando el recorrido, me vi preparado y con muchas ganar de hacerlo. Y como al final el Trail se ha suspendido este año, por lo que tenía más tiempo al no tener que marcar los recorridos ni nada, y viendo que hay mucha gente que, con motivo de la epidemia del Covid-19 lo está pasando realmente mal, como las tiendas de los pueblos, quise aportar algo, poner mi grano de arena.
-¿Cuanto ha recaudado?
-Ahora mismo van 1.800 euros recaudados, y la comarca de la Sierra de Albarracín también van a hacer una aportación, como me dijeron el presidente y el consejero de Deportes. También los hosteleros y empresarios de turismo de la Sierra de Albarracín. Quiero agradecer al Ayuntamiento de Bronchales su aportación de 2 euros por kilómetro, lo que suponen 520 euros.  Al final superaremos los 2.000 euros.
-Así, casi va a multiplicar por diez sus primeras previsiones, que eran alcanzar 260 euros ¿Qué va a hacer con ese dinero?
-Lo que quiero es que ese dinero revierta en los establecimientos de la comarca. Pero además quiero destinarlo al Banco de Alimentos de Teruel. Ya hablé con ellos y me dijeron que son ellos quienes atienden a la comarca de la Sierra de Albarracín. El Banco de Alimentos sabe qué familias realmente necesitan la ayuda y creo que será a través de los trabajadores sociales  como se canalizará esta ayuda.
-El reto arrancó el lunes, a las 8:00 horas, en Torres de Albarracín. ¿Cómo fueron las horas previas a comenzar la aventura?
-Sobre todo, con muchísimos nervios y mucha incertidumbre. En esos momentos se me venía todo a la cabeza,  porque aunque yo sabía que esto tenía envergadura por ser tantos kilómetros y demás, pero no sabía cómo iba a poder gestionar todo eso. Y luego, pensando en si el cuerpo me iba a aguantar bien y si la cabeza no me iba a jugar una mala pasada. Son muchas cosas y muchas dudas las que aparecen en ese momento... y eso que yo estaba mentalizado e iba con muchas ganas, pero las dudas están ahí.
-¿Cual ha sido el momento más difícil de estos seis días?
-La etapa  que se me hizo más cuesta arriba fue la tercera. Esa etapa fue muy dura. Y encima ese día hizo muchísimo calor. Además, hubo un tramo de diez kilómetros por carretera, todo cuesta arriba, que se me agarró a las piernas y se hizo muy duro. Y el sol, que ese día caía a plomo. Y, claro, y con más de ochenta kilómetros en las piernas la jornada se hizo dura.
Luego, en todas las etapas tienes momentos  en los que cuesta un poco más y otros en los que vas algo mejor. Pero la verdad es que he ido muy bien. Ahora, cuando veo los tiempos que he hecho reconozco que no pensaba  que podría ir tan rápido.
-Ha acabado los seis maratones en 32:15 horas.
-Hace poco estaba hablando con un compañero que también corre y me decía que hay corredores profesionales que no habrían podido hacer lo que he hecho. Y eso que tampoco iba compitiendo, porque cuando he tenido que parar a hacerme una foto o a comer algo, lo he hecho.
-¿En algún momento pensó que no iba a poner acabar el reto?
-Tirar la toalla no lo pensé nunca, porque llega un momento en el que te has implicado de tal manera que no se le puede fallar a la gente. Había un montón de gente que me llamaba cada tarde, y hemos hecho un grupo con gente de mi pueblo con más de cien personas y todos los días me mandaban mensajes de  ánimo. Por eso no les podía fallar. Pero sí he tenido ratos de muchos miedos y muchas dudas. Sobre todo, el lunes por la tarde pasé un rato muy malo.
-En este reto ha estado muy arropado por los monitores de Deportes de la comarca, que le han acompañado y hecho de asistencia.
-Mucho, han sido un pilar básico. Pienso que si lo hubiera tenido que hacer yo solo  hubiera sido muy difícil. Solo con verlos ya transmitían mucha tranquilidad y me han ayudado muchísimo. Además, el penúltimo día me acompañaron dos chicos de Albarracín corriendo y me ayudaron mucho. En un momento dado los dejé atrás y pensé que no iba tan mal. Eso me dio un pelotazo de moral tremendo.
-¿Cómo ha podido preparar semejante hazaña durante los meses de confinamiento?
-Realmente, pienso que mi cuerpo necesita descansar. Porque cuando estás entrenando y trabajando, muchas veces nos pasamos con los entrenamientos y no le dejamos  al cuerpo recuperarse. Por eso, yo creo que el confinamiento me vino incluso bien para recuperarme muscularmente porque corriendo me encontraba bien. Y yo creo que era el momento porque yo me encontraba con fuerzas porque aunque sabía que me faltaba volumen de horas de entrenamiento, pero al final ha salido bien.
-¿El Reto 260 va a convertirse en algo más?
-Con el presidente de la comarca y el consejero de Deportes se estuvo hablando de convertirlo en una ultra, a ver cómo se podía hacer. Además, se habló de  dejar marcado el recorrido para que la gente pueda hacer todo o una parte.