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El Congreso de los Diputados aprobó este jueves una moción de Teruel Existe para instar al Gobierno  de Pedro Sánchez a elaborar un plan de medidas urgentes por el reequilibrio territorial y un pacto de Estado para afrontar de una vez el tema de la despoblación.
Hasta aquí, todo muy bien, siempre cogiendo con pinzas estas cosas, claro, porque solamente instan a los gobiernos a hacer esto o aquello, pero sin ninguna obligación. Pero claro, leyendo lo que se planteó y lo que se acabó votando finalmente, la cosa me deja un poco frío.
Las medidas urgentes se tenían que aprobar en tres meses y el Pacto de Estado debía ser una realidad en seis. Eso era la idea inicial, pero al final, para conseguir más apoyos (todos menos Vox), Teruel Existe aceptó que se suavizara lo de los plazos e incluir solo la coletilla de “a la mayor brevedad posible”.
Lo mismo pasó con la fiscalidad diferenciada. Se pedía en el primer texto de forma contundente, añadiendo la reducción de cuotas a la Seguridad Social. Al final, todo quedó en un “se abordarán los estudios necesarios que permitan explotar la posible aplicación de incentivos fiscales enfocados de forma práctica a la lucha contra la despoblación y retos demográficos”.
Cada vez que alguien habla de “estudios” cuando se refiere a la despoblación, se me ponen los pelos como escarpias. Llevamos décadas analizando, proponiendo y estudiando cosas que luego no se ejecutan. Y mientras, la curva poblacional de territorios como Teruel se despeña mes a mes.
Hace tiempo que muchas voces vienen diciendo lo que es lógico:  que la despoblación se combatirá con medidas valientes, firmes y contundentes, no con estudios, ni comisiones, ni propuestas abiertas que dejan la cuestión al interés o desinterés de quien puede aplicar esas medidas.
¿Está bien que en el Congreso se haya hablado de la España Vaciada y se haya aprobado una moción con un importante consenso? Sí, por supuesto, pero estas mociones sin compromisos firmes corren el riesgo de ser un ‘ya si eso te llamo’.  
La crisis demográfica se debe afrontar urgentemente y sin demora, porque si no corremos el riesgo de quedarnos sin gente “a la mayor brevedad posible”.