Las institutos preparan pasillos y salones de actos para la Evau

Como todo en este curso marcado por la crisis sanitaria, la prueba de acceso a la Universidad (Evau) será atípica, para garantizar la seguridad se han incrementado las sedes y muchos institutos aragoneses acogerán las pruebas del 7 al 9 de julio, Cuando queda una semana para la selectividad, los IES turolenses ya ultiman los preparativos para el examen.

En Teruel se pasa de dos a ocho sedes para la Evau. Junto a las habituales en la Escuela Universitaria Politécnica en el Campus de la capital y el IES Bajo Aragón en Alcañiz, habrá sedes en los IES Vega del Turia y Segundo de Chomón en Teruel, Pablo Serrano de Andorra, Valle del Jiloca de Calamocha, Fernando Lázaro Carreter de Utrillas y Matarraña de Valderrobres.

La distancia entre los alumnos debe ser de 2 metros así que los centros educativos han tenido que buscar los espacios más adecuados para garantizar esta medida. Algunos han optado por los pasillos. El director del IES Vega del Turia de Teruel, Rubén Benedicto, explicó que la próxima semana harán este examen 60 alumnos en este centro y que “la mejor opción para garantizar la seguridad es utilizar dos pasillos en el edificio antiguo, que son más amplios”.

También en el instituto Lázaro Carreter de Utrillas, se han los ejercicios en el pasillo. “Este año tenemos más alumnos que otros, serán 30 de segundo de Bachillerato y tres de años anteriores que se presentan para subir nota y para hacer las pruebas se necesitaban cuatro aulas y desde la Universidad consideraron que era demasiado para la organización de la vigilancia, así que al final se hará en el pasillo de la parte baja, que es la zona más silenciosa y fresca”, explicó Noelia Carrasca que será desde mañana la directora de este centro.

Por su parte, en el IES Matarraña de Valderrobres se ha optado por habilitar el salón de actos para la Evau que harán 18 estudiantes.

En Calamocha, donde se examinarán 28 alumnos de esta localidad y 24 de Monreal del Campo se ha pedido la colaboración del Ayuntamiento y los exámenes se celebrarán en el recinto ferial. “Vimos, junto con la Universidad, que era el lugar más adecuado para mantener bien las distancias y establecer un circuito de entrada y otro de salida”, explicó la jefa de estudios del IES Valle del Jiloca, Beatriz Pamplona.

Los alumnos de Monreal no podrán hacer la prueba en su instituto pero en lugar de tener que ir hasta Teruel (60 kilómetros) harán la Evau en Calamocha (unos 17 kilómetros). Sin embargo, cada familia tendrá que organizarse para el desplazamiento porque no habrá transporte escolar. Desde la ampa del centro señalaron que ante la actual circunstancia se podría haber valorado hacer las pruebas en todos los IES pero consideraron que Calamocha es más cercano que Teruel y que lo más seguro es el traslado de forma individualizada, para prevenir contagios.

Los centros tratan de poner todas las facilidades posibles para estos jóvenes que han tenido un curso tan duro en un año que es crucial para su formación. El jefe de estudios del IES Matarraña, José Ramón Guarc, reconocía que las actuales circunstancias que han obligado a la formación a distancia no son “las mejores para hacer una prueba como esta” pero recordó que se compensará con la mayor optatividad en los ejercicios. Guarc subrayó que tener la posibilidad de hacer el examen en su centro es “positivo para ellos” tanto porque les da tranquilidad como a nivel de seguridad sanitaria y es “como jugar en casa”, señaló.

Noelia Carrasca, del IES de Utrillas, indicó que acoger la Evau es “un esfuerzo más para el equipo directivo” y también para el personal de limpieza pero que lo principal es garantizar la seguridad de los chicos.

Rubén Benedicto, del IES Vega del Turia, aseguró que desde que se cerraron los centros educativos en marzo por el coronavirus se ha tenido una especial atención a los estudiantes de segundo de Bachillerato. “Tanto los alumnos como el profesorado han hecho un gran esfuerzo y se han utilizado diferentes herramientas para las clases on line”, subrayó.

En esta misma línea, la responsable del instituto Lázaro Carreter señaló que, aunque normalmente se termina el curso de este nivel en mayo, en esta ocasión se ha continuado con la docencia y el martes hubo una última reunión para resolver las dudas sobre las normas de los exámenes.

A pesar de todo el apoyo que los institutos están dado a estos jóvenes, a los nervios propios de hacer la prueba de acceso a la Universidad se ha sumado la situación excepcional que se ha vivido. Beatriz Pamplona, del IES de Calamocha, comentaba que retrasar la prueba permite a los alumnos disponer de más tiempo para prepararse el examen pero que también les lleva a acumular cansancio, aunque confía en que todos los estudiantes se sientan con menos presión al hacer los ejercicios en sus propios centros.