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Segunda parte Segunda parte

Segunda parte

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Raquel Fuertes

Ya no te duele cuando recuerdas el momento en el que dijo que no te quería. Solo sientes una pequeña punzada de rabia cada vez más breve. Pronto ya no quedará más que la cicatriz del mal recuerdo.

A nadie le gusta empezar así la página que parece que se convertirá en la primera de la segunda parte de tu vida. Pero no se pueden elegir las primeras palabras de este libro como haría un novelista. También es cierto que, según cómo termine, cambiará tu percepción sobre ese inicio que ahora parece tan amargo.

Cualquier día te descubrirás sintiéndote más feliz y más libre, no porque ya no esté o porque te oprimiera. Para nada. Simplemente porque has madurado y has asumido qué es lo que depende de ti y qué de los demás. El viejo truco de echar la culpa y hacerse la víctima ya no vale. De poco sirve si el único rédito es el sufrimiento y el resquemor.

¿Y la soledad? Bueno, los primeros párrafos de esta segunda parte se escribieron en un inesperado entorno solitario, pero aprendiste a valorar los momentos que solo te pertenecían a ti y a las compañías que han ido surgiendo desde entonces. Todo en su punto justo.

Tampoco te agobia el momento evolutivo de ese michelín que circunda tu cintura. Hubo días en los que amenazaba con apropiarse de tu cuerpo y momentos en los que, sinceramente, te daba lo mismo porque solo te dedicabas a ver pasar los días. Hoy ya decides si sigue ahí porque, francamente, no te importa o si ha llegado la hora de cuidarse y sacar tu mejor versión. Pero solo porque a ti te da la gana.

También has recuperado que venga a buscarte, que te espere, que te llame, que te ayude. La ilusión. Y no echas de menos a nadie que te controle, te fiscalice o te cuestione. Al cambiar los actores la película es distinta. Y esta te gusta más. De hecho, tú te gustas más. Y eres más libre.

Ahora solo queda esperar a ver cómo se va desarrollando el guion de una parte de tu vida que nunca te habías cuestionado porque todo parecía escrito. Y solo te marcas el objetivo de que sea larga pero que se te haga corta de pura felicidad y experiencias. Pura vida.