Enviados a prisión los dos detenidos por el atraco frustrado al Banco Santander

Los dos hombres detenidos en la mañana del viernes tras intentar robar en la oficina del Banco Santander de la plaza del Torico han sido enviados a prisión por sendos presuntos delitos de robo con violencia en edificio o local abierto al público. Ambos fueron puestos a disposición judicial en la mañana del sábado y el Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel, de guardia este fin de semana, decretó su ingreso en prisión ante la gravedad de los hechos, el riesgo de fuga al ser extranjeros sin arraigo en España, y la posibilidad de que reincidan, sobre todo por el expediente delictivo de uno de ellos, del que se conocen hasta cinco supuestas identidades distintas.

Ambos habrían cometido el delito en grado de tentativa ya que no consiguieron apropiarse del dinero gracias a la reacción de los trabajadores del banco, que lo impidieron, y a la rápida intervención de los agentes de la Policía Local que los detuvieron.

De las investigaciones practicadas hasta ahora se desprende que los dos detenidos estaban acompañados, al menos, por una tercera persona que no ha podido ser identificada todavía y que se dio a la fuga. El objetivo de dos de ellos era distraer al personal del banco para que un tercero pudiera meterse en las zonas restringidas al personal para sustraer el dinero que pudiera encontrar a su alcance.

El fugado sería uno de los que intentaron distraer a los trabajadores. De los dos detenidos, uno habría intervenido también en la distracción y la otra persona es la que  consiguió llegar hasta la puerta del búnker de la caja donde está el dinero. Al ser descubierto por un trabajador de la entidad, se enfrentó al mismo y mantuvieron un forcejeo, mientras que uno de los hombres que llevaba a cabo las maniobras de distracción conseguía huir. Los otros dos fueron retenidos por los empleados, con la colaboración de clientes, hasta que llegaron los agentes de la Policía Local que los detuvieron, llegando seguidamente otros efectivos del Cuerpo Nacional de Policía.

El delincuente que alcanzó la puerta del búnker de la caja del banco llegó a golpear a un trabajador para zafarse de él e intentar huir cuando fueron descubiertos, pese a lo cual tanto él como el otro pudieron ser retenidos.

A pesar de que no iban armados, las diligencias abiertas por el juzgado tras su puesta a disposición judicial ayer son por un presunto delito de robo con violencia en edificio o local abierto al público, en grado de tentativa, ya que golpearon a las personas que intentaban retenerles cuando fueron descubiertas sus intenciones.

Los dos son extranjeros, aunque no ha trascendido su nacionalidad, y al menos uno de ellos cuenta con varios antecedentes penales por delitos contra bienes jurídicos, contra la propiedad, la seguridad vial o por falsedad. Aunque algunos estarían ya cancelados por su antigüedad, el último del que se tiene constancia lo habría cometido recientemente, en febrero de 2018. 

El otro detenido no posee ese historial delictivo, pero sí cuenta con una condena por delito contra la seguridad vial reciente, del mes pasado. Pero el hecho de haber actuado conjuntamente con el otro delincuente, y con un tercero no identificado, hace sospechar que pueda haber cometido otros delitos similares aunque no figuren en su historial penal.

Ese sería uno de los motivos por los que el juez de guardia, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel, acordó ayer en un auto a petición de la Fiscalía el ingreso en prisión provisional de los dos, que iban indocumentados, para evitar el riesgo de que puedan cometer otros hechos delictivos.

Además, se ha tenido en cuenta la gravedad de los hechos, ya que el delito de robo con violencia en local abierto al público está tipificado en el Código Penal con penas que pueden ir de los 4 años, 3 meses y 1 día, a los 5 años de prisión, y existir el riesgo de fuga puesto que los dos investigados son extranjeros en situación irregular en España y no tienen ningún tipo de arraigo en el país.

Un tercer motivo del envío a prisión es evitar que se puedan ocultar o alterar pruebas para su enjuiciamiento, ya que la investigación sigue abierta para intentar identificar y detener al tercer participante en los hechos.

Tras su puesta a disposición judicial, y una vez resuelta su situación penal por el juzgado de guardia, ambos fueron enviados al centro penitenciario de Teruel.