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Nacho del Río, este jueves en el Castillo de Albalate: “Cuanto mejor conoces la historia y el pasado de la jota más moderno te haces” Nacho del Río, este jueves en el Castillo de Albalate: “Cuanto mejor conoces la historia y el pasado de la jota más moderno te haces”
Beatriz Bernad y Nacho del Río en una de las representaciones de ‘Mi corazón dice, dice’

Nacho del Río, este jueves en el Castillo de Albalate: “Cuanto mejor conoces la historia y el pasado de la jota más moderno te haces”

‘Mi corazón dice, dice’ abre el Festival Castillo en la localidad
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Nacho del Río y Beatriz Bernad abrirán este jueves (22.30 horas) el Festival del Castillo de Albalate con Mi corazón dice, dice, un espectáculo que funde dramaturgia y música, con la jota de telón de fondo pero con otras muchas músicas tradicionales integradas. Una apuesta valiente y exitosa que se estrenó en octubre de 2019 en el Principal de Zaragoza y que homenajea el folclore aragonés con una importante puesta al día. 

-’Mi corazón dice, dice’, y nada menos que en Albalate, donde hace unos días se celebró el 50 aniversario del monumento a la jota...

-Sí, es un lugar emblemático. ¡Quién hubiera podido estar en esa inauguración! Yo conocí a Alfonso Zapater hijo, no al padre, aunque tengo mucha relación con María Pilar (Trullenque), que bailó aquel día de hace 50 años.

-¿Qué vamos a poder ver en su nuevo espectáculo?

-Es un pasito más en nuestro trabajo. Nos dejamos aconsejar por nuestro productor, Toño Monzón, y se mezcla la música y el teatro, con una dramaturgia que incluye danza contemporánea, la jota, y un elenco de músicos muy atípicos en una rondalla tradicional. Tocamos palos y cantos populares del resto de España, también hay guiños al tango o al fado... Hay una mezcolanza de músicas, pero la protagonista es la jota, muy puesta al día. 

-La interpretación es un mundo nuevo para Beatriz y para usted. ¿Cómo ha sido verse como actores?

-Pues lo cogimos con pinzas al principio porque nos daba miedo, ya que el teatro es un mundo que nos era muy ajeno. Nos daba vértigo, pero nos preparamos a conciencia y yo creo que lo que hemos hecho, que tampoco ha sido tanto por culpa del coronavirus, nos ha salido muy bien. Nos encanta ir más allá y asumir nuevos retos que nos enriquezcan como artistas. 

-La dirección artística es de Marian Pueo y la musical de Alberto Gambino. Eso es una garantía, ¿no?

-Ya lo creo. Con Marian es la primera vez que trabajamos y ha sido fantástico. Es una gran profesional. Y con Alberto llevamos trabajando desde 2005, cuando empezamos con la colección Prames, y hemos hecho muchas cosas. Es un personaje curtido en todas las músicas del mundo, que ha viajado y estudiado el folclore de muchísimos países, y le encanta permeabilizar la música.

-En ‘Mi corazón dice, dice’ se pueden escuchar, entre otras cosas, cuerdas frotadas como violín o chelo y hasta un DJ...

-Sí, tenemos a MrPendejo con nosotros. Bueno... esto no hay que entenderlo como un certamen de jota tradicional, sino como un espectáculo, y tiene una parte trasgresora y novedosa, aunque con mucha sutileza y muy cuidado musicalmente. Queríamos hacer una propuesta más allá, porque siempre hemos pensado que tratar a la jota como un elemento vivo es muy bonito, y todo lo que la enriquezca nos parece interesante. 

-Innovar con la jota sigue siendo arriesgado en el Aragón del siglo XXI...

-Beatriz y yo venimos de una rama de la jota muy pura, de la escuela de Jesús Gracia. Él nos educó en la pureza y la ortodoxia, pero cuanto más atrás en el tiempo vas y más conoces la historia de la jota más moderno te vuelves. Nosotros cantamos como los maestros de finales del XIX y principios del XX de los que hemos aprendido, pero cambiamos la envoltura y los matices para hacer una puesta a punto de la jota. 

-Pero ese concepto sigue teniendo detractores...

-Claro, y es normal que los haya. Pero yo creo que hay que dar ese paso valiente para que la jota siga siendo actual. La jota tradicional tiene un público muy fiel al que hay que respetar, pero también hay mucha gente que tiene complejos, que sigue viendo la jota como una cosa de gente mayor, antigua, y creo que podemos encontrar el equilibrio entre esa tradición, que hay proteger y estudiar para que perdure,  esos guiños actuales que mantienen la jota viva. 

-¿Es un afán contemporáneo, ese de modernizar la jota?

-¡Qué va! No hay nada que no se haya inventado ya. Si estudias la historia de la jota compruebas que nunca ha dejado de evolucionar. Parece que ahora estemos haciendo un sacrilegio, pero a lo largo de los años la jota ha cambiado en su forma de interpretarse, han aparecido nuevos instrumentos, han desaparecido otros... Su historia ha sido cambiante como la de todas las músicas, y creo que debe seguir siéndolo. 

-¿A quién gustará más ‘Mi corazón dice, dice’, a los tradicionalistas, a los convencidos del cambio, o a quienes no escuchan jota porque es cosa del pasado?

-En el Principal nos ha sorprendido este espectáculo porque ha gustado a mucha gente, y a gente muy diferente entre sí. Nosotros no engañamos a nadie y quien venga a vernos debe saber que no es un Certamen Oficial de Jota, pero mucha gente más purista, y un poco reacia al principio, nos vino a felicitar por el cariño que habíamos puesto. El espectáculo  intenta cautivar a todos, a puristas y no puristas. Y también a esa parte del público que no escucha jotas porque piensa que no van con él. Y nos ha pasado, ¿eh? Gente que, sorprendida tras ver el espectáculo, nos ha dicho: “Oye, si la jota es esto, yo quiero escuchar más”.