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Miguel Ángel Díaz Escoto, consultor y especialista en inteligencia emocional: “Cualquiera puede ocuparse de lo tangible; la diferencia está en el factor emocional” Miguel Ángel Díaz Escoto, consultor y especialista en inteligencia emocional: “Cualquiera puede ocuparse de lo tangible; la diferencia está en el factor emocional”
Miguel Ángel Díaz Escoto durante una conferencia sobre Inteligencia Emocional. Kiko Elizalde

Miguel Ángel Díaz Escoto, consultor y especialista en inteligencia emocional: “Cualquiera puede ocuparse de lo tangible; la diferencia está en el factor emocional”

El valenciano ofreció una conferencia sobre Inteligencia Emocional en el curso de Economía Social de la UVT
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Miguel Ángel Díaz Escoto es el presidente de la Asociación Española de Inteligencia Emocional. El jueves intervino en el Curso de Economía Social de la Universidad de Verano de Teruel para impartir una conferencia acerca las habilidades emocionales que debe desarrollar un jefe para dirigir correctamente a su equipo.

-¿Qué es la inteligencia emocional (IE)?

-Hay varios modelos explicativos. El modelo de habilidad fue creado en Yale en 1989 por John Mayer y Peter Salovey. Según ellos la IE es un conjunto de habilidades, y este matiz es interesante porque técnicamente una habilidad es algo que no es necesariamente innato, sino que se puede desarrollar a través del entrenamiento. Ese conjunto de habilidades está formado por la de saber identificar las emociones correctamente; usarlas adecuadamente según la situación; comprenderlas y conocerlas; y saber regularlas y gestionarlas. 

-¿Cómo se aplica el concepto de IE al liderazgo? El mundo empresarial parece un jardín poco dado a lo emocional...

-Nada bueno puede crecer ni mantenerse en algo en cuya base está la insatisfacción. Que un líder conozca el mundo de las emociones y de los climas anímicos para indentificarlos, corregirlos y dirigirlos hacia una línea de satisfacción es indispensable para su compañía. En los años 70 u 80 entraba el amo y se hacía el silencio, y a través del miedo se dirigía a las personas. Pero hoy sabemos que el clima laboral de un equipo influye hasta en un 30% en su rendimiento, y que hasta el 70% de ese clima depende del líder. Hay otros factores, como la propia organización o las personas que forman el equipo, pero dos tercios de ese clima dependen de las habilidades que tenga quien lo dirige, por lo que está en sus manos tener un grupo con buen clima de trabajo o malo. 

-¿Hay que oponer IE a inteligencia racional?

-No. Lo que ocurre es que antes creíamos que las tareas del líder eran solo las tangibles: planificar, organizar, dirigir, coordinar, supervisar... Pero de eso se puede encargar cualquiera. La diferencias entre el mal líder y el buen líder son los asuntos intangibles, las habilidades para hacer disfrutar con el trabajo, para que un trabajador se implique e identifique con su empresa o para mantener motivado a su equipo.

-Uno puede pensar que lo que la IE enseña a los jefes es a engatusar a sus empleados para que sean más rentables...

-Uno ve así las cosas cuando no se siente bien, y se siente engatusado por su jefe o su compañía cuando tiene la sensación de que aporta más de lo que recibe. Y eso puede ser real, puede estar basado en un hecho objetivo, pero también puede ser una percepción. Y la mayor parte de las veces es una percepción, que tiene que ver con acostumbrarse a las cosas buenas que tenemos y no apreciarlas. Al final es una cuestión de equilibrio, porque tampoco podemos pensar que exigir cierta disciplina, por ejemplo, es acoso laboral. Hay que ser crítico con lo que funciona y apreciar lo que sí lo  hace, y existen herramientas que un líder de equipo puede desarrollar para alcanzar ese equilibrio.

-Si nos obsesionamos en educar en el liderazgo... ¿corremos el peligro de formar una generación ultracompetitiva, preparada para líderar equipos pero no para formar parte de ellos?

-Los líderes siempre van a surgir en todos los ámbitos, nos es consustancial. Y lo que tratamos de hacer es canalizar la acción de esos líderes en la dirección correcta, para que su impacto sea lo más positiva posible. Pero si esto no lo trabajamos con rigor corremos el riesgo de formar personas con la piel muy blanda. Cuando hablamos de asuntos emocionales se nos tacha de enfoques edulcorados y de estilos paternalistas y buenistas. Pero no es así: la verdadera clave de un líder es que tiene ser capaz de generar un clima de exigencia y disciplina pero extraordinariamente orientado a las personas. Un buen líder sabe rodearde de disciplina pero sabiendo cuando alguien necesita ayuda, cuando se disfruta más, quien necesita más atención... 

-¿La IE es una moda?

-Cada vez se habla más de IE, pero no porque sea una moda sino porque cada vez conocemos más investigaciones científicas sobre ella. La IE tiene más de 30 años y cada vez más datos que la avalan. Siete de cada diez empleados que se van de una empresa no huyen de su trabajo, sino de sus jefes. Y esta fuga de talentos, normalmente hacia la competencia, genera unos costes increíbles para las empresas. Yo en quince años he trabajado en cerca de 700 compañías, y muchas de ellas invierten mucho en formar a sus profesionales, como para perderlos después si no cuidas determinados aspectos intangibles como el clima o la satisfacción laboral. 

-¿Qué es exactamente la Asociación Española de Inteligencia Emocional?

-Es una entidad sin ánimo de lucro creada hace diez años con el objeto de promover y divulgar el uso de la inteligencia emocional en la sociedad. Nos reunimos profesionales de todos los ámbitos que nos hemos formado en este sentido, y que ya pertenecíamos a otras asociaciones internacionales, pero que en España todavía no teníamos un foro comun.