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Condenado a 24 años de prisión por agredir sexualmente a dos hijas menores Condenado a 24 años de prisión por agredir sexualmente a dos hijas menores
El hombre que ha sido condenado por agresión sexual a dos de sus hijas, el día que fue juzgado en la Audiencia Provincial

Condenado a 24 años de prisión por agredir sexualmente a dos hijas menores

La Audiencia Provincial le retira la patria potestad y le prohíbe intentar comunicarse con ellas
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La Audiencia Provincial de Teruel ha condenado a un hombre a 24 años de prisión por agredir sexualmente de forma continuada a dos de sus hijas menores de edad. El fallo le prohíbe también comunicarse con ellas, puesto que ya lo intentó estando en prisión preventiva, y le retira la patria potestad. Los hechos delictivos se remontan a 2012 y se prolongaron hasta principios del año pasado.

El acusado, cuyo nombre responde a las iniciales J.B.J., recurrió a la “violencia e intimidación” para abusar sexualmente de sus hijas, con una de ellas desde que tenía 13 años y con la otra al cumplir los 14 años. La sentencia da por probado que las amenazas impidieron que las hijas denunciaran lo que estaba pasando hasta que la situación se hizo insostenible.

En el caso de la hija mayor, aunque no biológica, puesto que la tuvo su pareja con una relación anterior, la violó de forma reiterada, puesto que la obligó a hacerlo con una frecuencia de hasta dos y tres veces por semana. En lo que respecta a otra de las hijas -en total son tres hijas y un hijo- las agresiones consistieron en tocamientos de las partes íntimas a partir de 2018 cuando tenía 14 años.

Los hechos delictivos se destaparon cuando una de las hijas contó a una tercera hermana lo que estaba pasando, y al enterarse la madre interpuso inmediatamente la denuncia. Las pruebas de cargo contra el acusado fueron exclusivamente las declaraciones de las víctimas, así como de la madre y de unos vecinos, que el tribunal da por verosímiles frente a las manifestaciones de descargo que hizo el acusado, que la Audiencia entiende que entraron en contradicciones.

Los hechos fueron juzgados a finales de junio de este año, aunque la sentencia no la hizo pública el Tribunal Superior de Justicia de Aragón hasta el día de ayer, y en la misma la Audiencia condena al hombre a una pena total de 24 años de prisión, acorde con lo que solicitaba la Fiscalía, por dos delitos continuados de agresiones sexuales.

Por el delito de violación a la hija mayor, no biológica pero reconocida como tal desde pequeña por el agresor, la Audiencia le condena a 15 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual de los artículos 178, 179, 189.1.4 y 74 del Código Penal.

Además, le impone otros nueve años de prisión por otro delito continuado de agresión sexual por los abusos cometidos contra otra de sus hijas.

La sentencia también impone al padre de las víctimas la medida de libertad vigilada a ejecutar con posterioridad al cumplimiento de la pena, por un tiempo de ocho años. Acuerda igualmente la retirada de la patria potestad que ostenta el hombre respecto de sus hijos menores de edad.

Por otra parte, impone al condenado la pena de prohibición de aproximarse a menos de quinientos metros de sus tres hijas, y de comunicarse con ellas por cualquier medio, durante el tiempo de veinte años.

Finalmente la sentencia condena al agresor sexual a indemnizar a cada una de sus dos hijas que fueron víctimas con 10.000 euros, 20.000 en total, en concepto de responsabilidad civil.

La sentencia considera probado que el hombre comenzó a tener relaciones sexuales con la hija mayor, cuando esta tenía 13 años, en contra de la voluntad de la menor. La agresión sexual se produjo de forma continuada hasta el año pasado, antes de la detención del hombre, y fue aumentando de forma progresiva, de manera que si al principio eran una o dos veces al mes, terminó realizándolo hasta dos o tres veces a la semana cuando la menor tenía 17 años.

El tribunal da también por probado que el agresor forzaba a su hija cuando esta lloraba, se negaba a hacerlo e intentaba zafarse, “pegándole con la mano o con una correa, o bien diciéndole que les haría daño a sus hermanos y pondría a su madre en su contra”, según recoge la sentencia.

Además, la misma señala que cuando esta hija reprochaba a su padre su actitud, este le decía que “lo hacía para protegerla porque era su padre y era suya”. Tal era el grado de “posesión” que expresaba sobre esta hija, que quería ser el único que mantuviese relaciones sexuales, y “le impedía salir con chicos”, y cuando antes de cumplir los 18 empezó a tener una relación de noviazgo con uno, el padre “se comparaba con este y le exigía (a la hija) hacer con él los mismos actos sexuales que practicaba con su novio”.

Por otra parte, la sentencia considera también probado que en el verano de 2018 el acusado “comenzó a tocar los pechos y la zona genital por dentro de la ropa a otra de sus hijas”, cuando esta tenía 14 años, frente a la negativa de esta, y que le pegaba y la amenazaba para que no dijese nada. Las dos hijas han precisado tratamiento psicológico.

Según la sentencia, la relación que mantenía con las hijas y la esposa era de “dominio”, y cuando ya estaba en prisión preventiva acosó con mensajes a su tercera hija pidiéndole que “no fuera una mala hija”.