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Ignacio Guallart, bodeguero: “Montar una bodega en Alcañiz a los 74 años fue una chifladura de viejo” Ignacio Guallart, bodeguero: “Montar una bodega en Alcañiz a los 74 años fue una chifladura de viejo”
Ignacio Guallart, en sus viñas

Ignacio Guallart, bodeguero: “Montar una bodega en Alcañiz a los 74 años fue una chifladura de viejo”

Considera positivo crear una denominación de origen de los vinos del Bajo Aragón para mejorar en promoción
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El bodeguero Ignacio Guallart empezó en 2016 el proyecto de su vida. Montó en Alcañiz una bodega cuando tenía ya 74 años cumplidos. Su pasión por el mundo del vino le llevó a comprar una finca que había sido de la familia y a embarcarse en una aventura que todavía sigue adelante. Durante este mes de septiembre, la bodega alcañizana ha tenido una actividad frenética. Guallart ha recogido la uva con la que se elaborarán los vinos del año, y lo ha hecho ayudado de los doce alumnos del Taller de Empleo de Alcañiz. A ellos les ha cedido 500 kilos de uva tempranillo y un depósito de 500 litros de acero inoxidable para que puedan elaborar su propio vino como práctica final de su actividad formativa, de un año de duración.

-¿En un mundo tan cambiante como el del vino, el tiempo pasa rápido o se hace lento y pesado?

-A mí me parece que ha pasado mucho más tiempo que cuatro años, aunque la bodega se fundó en 2016. Sí, somos una bodega muy joven.

-¿Qué balance hace de estos primeros cuatro años de funcionamiento?

-Estamos esforzándonos mucho por salir adelante en el mundo del vino, un sector en donde hay muchas bodegas, muchas denominaciones de origen, Indicaciones Geográficas, etc. Nosotros somos una bodega muy pequeña en volumen de producción. Hacemos unas 20.000 botellas al año, una producción reducida pero que nos permite tenerlo todo mucho más controlado que en una gran bodega.

-¿El mercado está saturado de vinos y de buenos vinos?

-El vino en general se vende bien, lo que pasa es que con el tema del Covid se ha reducido muchísimo la venta, especialmente en el sector de la restauración, en los restaurantes, establecimientos de hostelería, etc. Se ha suspendido todo, eventos familiares, bodas...

-¿Cómo capean el temporal las bodegas pequeñas?

- Como podemos, pero está todo muy flojo. Hay bodegas, las grandes, que han terminado destinando las existencias que tenían en la bodega a hacer alcohol. Otras han optado por reducir la vendimia.

-¿Y en su caso?

-Nosotros hemos vendimiado este año solamente la garnacha, pero hemos dejado de vendimiar el tempranillo para no tener tanto vino.

-¿Esta circunstancia afectará al tipo de vino que elaborarán este año?

-No, haremos el mismo tipo de vino, pero en menor cantidad.

-No es habitual que una persona con 74 años decida hacer una inversión como esta.

-Fue una chifladura de viejo, pero me encantaba el mundo del vino, me fui metiendo un poco y, en un momento dado, tuve la oportunidad de adquirir esta finca, que había sido de la familia. Aquí siempre había habido viñas, así que, por tradición, también decidí seguir. Y en lugar de hacerlo de manera artesanal, opté por montar una bodega de manera oficial y, la verdad, es que no sabía donde me metía.

-¿Qué es lo que exactamente no esperaba?

-Hay mucho papeleo y permisos, controles y cosas así. De todas formas, ya que estamos aquí, hay que seguir adelante. Lo de meterme en esto a los 74 años es una cuestión de carácter. 

-¿A qué se dedicó antes de esto?

-Soy licenciado en Derecho y me he dedicado a varias actividades. He trabajado en varias empresas y he hecho comercio con Oriente, con China, durante bastantes años y, poco a poco, llegué aquí.

-¿Sigue en contacto con el mercado chino?

-Sigo teniendo allí algunos contactos y se que el mercado del vino en China está en auge. Han hecho buenas bodegas y se han asociado con bodegueros franceses. Han aplicado sus técnicas de elaboración...

-¿Se hacen mejores vinos ahora?

-Sí, se hace mucho mejor vino ahora que antes. El mercado lo pide, desde luego.

-Pero el consumo ha bajado.

-Sí, posiblemente, y la gente en los bares, sobre todo los jóvenes, toman más cerveza.

-¿Cree que falta promoción del producto?

-En el Bajo Aragón sí, a nivel nacional o en Aragón se hace mucha promoción del Somontano, del Campo de Borja, de Cariñena, etc.Pero el Bajo Aragón y su IGP no suena tanto. Lo entiendo porque, evidentemente, hay menos bodegas.

-Las zonas que ha nombrado, Somontano, Cariñena... son las grandes zonas productoras en la Comunidad. ¿Esos nombres acaban encubriendo a áreas más pequeñas como el Bajo Aragón donde también se hacen buenos vinos?

-Nos perjudica porque parece que solo están ellos. Vas a un supermercado y se ven los vinos organizados por zonas productoras, y siempre están las mismas, mientras que los vinos del Bajo Aragón parece que no estén en ninguna parte.

-¿Es usted partidario de crear una denominación de origen en el Bajo Aragón?

-Estamos en ello. Yo, de todas formas, me inclino por hacer más vinos de pago. En mi  caso, es algo que me ronda la cabeza, ya que hemos transformado la explotación a ecológico y es un paso muy importante, porque, además, los vinos ecológicos también se valoran más, sobre todo en los países del norte de Europa.

-¿Qué cambios ha implicado para ustedes pasar de una  producción tradicional a una ecológica?

-Los principales cambios son en la viticultura, porque hay más trabajo en la finca. Aparte de esto, no podemos utilizar fitosanitarios para el cultivo de la vid, y eso obliga a tener una dedicación más manual a la planta. Los herbicidas desaparecen por completo y en ese sentido hay que tener más cuidado.