Juan Sánchez, alcalde de Cella: “La gente tiene miedo y los vecinos van del trabajo a casa”

La zona de salud de Cella, que engloba a los municipios de Cella, Villarquemado y Gea de Albarracín con algo más de 3.500 tarjetas sanitarias, ha alcanzado una tasa de más de 1.500 casos de coronavirus por 100.000 habitantes. La peor situación está en  el municipio de Cella que pasará a fase 2 según anunció ayer Salud Pública. El alcalde de la localidad, Juan Sánchez, aseguró que la población está prácticamente confinada ya que el temor al contagio hace que los vecinos vayan del trabajo a casa y apenas haya gente ni en la calle ni en establecimientos como los bares. 

El alcalde de Cella reconoció que la situación es muy preocupante pero recordó que se trata de un pueblo y no de una gran ciudad con metro y muchos servicios. “Aquí en invierno hay poca gente y está todo vacío”, comentó ayer. “La gente mayor tiene miedo a contagiarse y apenas sale”, añadió.

Sánchez explicó que está en contacto diario con el centro de salud y que los contagios proceden de dos brotes, uno en los que los afectados son asintomáticos y otro más virulento que ha provocado el ingreso de una decena de personas en Teruel. “Esperemos que se recuperen pronto y vuelvan al pueblo”, señaló el alcalde que reconoció que la situación es “muy mala” pero que confió en que se vaya estabilizando. 

Sánchez indicó que la transmisión se ha producido en el ámbito familias y que hay algunas en las que han dado positivo los padres, los hijos y los nietos.

Colaboración

El responsable municipal destacó también que están coordinados con el centro de salud y han emitido los bandos municipales que les han indicado y que colaborarán en todo lo que sea necesario. Las comunicaciones municipales se han centrado en recordar las principales medidas de prevención frente al coronavirus: la distancia social, el uso obligatorio de mascarilla, la higiene de manos y el cumplimiento de las cuarentenas para los positivos y sus contactos estrechos.

Juan Sánchez recordó que el verano había transcurrido con tranquilidad y que en agosto, cuando se celebran habitualmente las fiestas, no se habían producido brotes pero que ahora ha llegado con fuerza.

Por otro lado, recordó la otra vertiente de esta pandemia, las dificultades económicas que se están viviendo y que ahora teme que se puedan agravar.