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Raquel Lozano Blasco, tercer Premio Nacional de Fin de Carrera: “Desde los institutos se tiene que apoyar que la gente buena vaya a Magisterio” Raquel Lozano Blasco, tercer Premio Nacional de Fin de Carrera: “Desde los institutos se tiene que apoyar que la gente buena vaya a Magisterio”
La investigadora del Campus de Huesca Raquel Lozano ha logrado un premio nacional de carrera. Campus de Huesca

Raquel Lozano Blasco, tercer Premio Nacional de Fin de Carrera: “Desde los institutos se tiene que apoyar que la gente buena vaya a Magisterio”

La turolense continúa ahora su labor como investigadora en el ámbito educativo en el Campus de Huesca
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La turolense Raquel Lozano Blasco, estudiante de Magisterio en Educación Primaria del Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza y que actualmente es investigadora predoctoral en este centro, ha obtenido un tercer premio en el área de Ciencias Sociales y Jurídicas de los Premios Nacionales de Fin de Carrera que otorga el Gobierno central y que se han concedido recientemente. Lozano reivindica la importancia de la profesión docente y defiende que los estudiantes brillantes estudien para ser maestros. 

-¿Por qué se decidió a estudiar Magisterio?

-Siempre tuve claro que quería ser maestra de escuela de Primaria, luego me enamoré también de Infantil e hice esta especialidad. Desde muy pequeña quería ser maestra. Tuve una maestra buenísima, Paquita, que me inspiró. La educación puede transformar el mundo, es una herramienta que tenemos muy interesante, muy importante. Sin embargo, estudiar Magisterio si tienes muy buenas notas está mal visto y también quedarte en una facultad pequeña. Entre mis profesores mi idea no fue bien acogida decían que era desaprovecharme, pero mi familia siempre me apoyó. 

-¿Qué supone este premio nacional para usted?

-Estoy contenta porque muestra que en sitios pequeños se pueden hacer cosas interesantes. En el grupo de investigación en el que estoy estamos personas de Huesca, de Teruel, de Zaragoza y profesores de otras universidades españolas e internacionales. Unirnos y trabajar juntos es un proceso muy enriquecedor. Lo considero también un premio a una facultad pequeña. Huesca o Teruel son sitios pequeños pero hay buenos ejemplos en educación que salen adelante porque son ciudades muy emocionales, salen adelante los proyectos y se pueden hacer cosas interesantes. Este no es solo un reconocimiento mío sino a toda la comunidad educativa. Es un reconocimiento bonito a la perseverancia y la constancia para aprender a ser una buena maestra y sacar lo mejor de mis estudiantes. Se lo agradezco a mis profesores, a mi familia y a la facultad de Huesca.

-Este galardón tiene en cuenta las notas pero también muchas más cosas.

-La parte más importante es el expediente académico. Hay que tener más de un 9 de nota media. Pero también se valoran los cursos, las comunicaciones en congresos, las publicaciones, los idiomas o participar en las comisiones de la facultad o ser delegada... Todas esas pequeñas cosas se tienen en cuenta. 

-Ha comentado que estudiar Magisterio no está muy bien visto. ¿Por qué cree que ocurre esto?

-Empieza a cambiar un poco. Después del confinamiento quienes tienen niños se han dado más cuenta de la importancia de saber enseñar a los niños, de comunicar, de cómo hago para resolver una duda y que me entienda o fomentar la motivación. Tiene que cambiar la sociedad y desde los institutos apoyar a que la gente que es buena vaya a Magisterio, no ponerlo en tela de juicio. 

-Ahora está investigando en la Universidad. 

-Sí. Estos premios se conceden con bastante retraso. Acabé el grado en el curso 2015-16. Hice el máster en Audición y Lenguaje y el grado de Infantil. Ahora tengo un contrato predoctoral, estoy investigando y también tengo 60 horas de docencia en el grado de Educación Infantil que me hace muy feliz, estoy muy contenta con mis alumnas. Aunque me encantaría volver a la escuela. Me gusta la universidad y la investigación es importante para llevarla después a la escuela, ya que son ellos los que hacen los grandes cambios, pero también me gustaría ir a algún colegio, a un CRA.

-¿Qué destacaría de estudiar y ahora investigar en un Campus como el de Huesca?

-En las facultades muy pequeñas el profesor conoce muy bien a sus alumnos. Nos apoyan mucho y traen a profesores de la escuela a contar sus experiencias. Salen resultados buenos porque motivan a los alumnos. Si no hubiese estado tan motivada, no hubiera conseguido esa participación en conferencias y congresos y esos resultados.

-¿Cuál es su campo de investigación?

-Mi tesis, que dirigen Alejandra Cortés y María Pilar Latorre, es sobre usos problemáticos de internet en adolescentes. Estamos realizando tres metaanálisis de fuerte carga estadística sobre el uso problemático y la depresión, sobre la adicción a internet y el ciberacoso, ya que hay alta prevalencia de que el niño acosador se convierta en víctima y viceversa. También hacemos estudios de minería de datos sobre monitorización de redes sociales: estudiamos a los influencers infanto-juveniles para ver, a nivel mundial, qué es lo que más les gusta a los adolescentes y por qué les gusta, para entender qué necesidades están cubriendo y trabajarlo en la escuela. También hay otro estudio pequeño sobre la visión de las familias de toda esta situación.

-Usted nació en Teruel pero ahora vive en Huesca, ¿verdad? 

-Sí. Nací en Teruel pero me marché a los dos años por el trabajo de mi madre. Pero sigo teniendo contacto con Teruel. Me gusta visitarlo, tanto la ciudad como lugares como Albarracín. Nos seguimos sintiendo apegados a Teruel.