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María Dolores Rodríguez Frías, catedrática de la Unizar: “Para la física Teruel existe y mucho, porque se está convirtiendo en un referente” María Dolores Rodríguez Frías, catedrática de la Unizar: “Para la física Teruel existe y mucho, porque se está convirtiendo en un referente”
Rodríguez Frías, en un Congreso de Estudiantes de Física en Tenerife, en 2018

María Dolores Rodríguez Frías, catedrática de la Unizar: “Para la física Teruel existe y mucho, porque se está convirtiendo en un referente”

La científica clausuró el Maratón de Astropartículas que tuvo lugar en tres centros educativos turolenses
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María Dolores Rodríguez Frías es Catedrática de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Alcalá de Henares. Es coordinadora de la Comisión Mujer y Astronomía de la Sociedad Española de Astronomía, y coordina once grupos de investigación de Física de Astropartículas. Además dirige los Maratones de Astropartículas como el que se desarrolló la pasada semana en Teruel, que buscan despertar la vocación investigadora entre los niños y niñas.

-¿En qué ha consistido el Maratón de Astropartículas de Teruel?

-Han sido una serie de talleres y charlas que comenzaron el miércoles y que hemos aglutinado en tres centros escolares de Teruel, La Purísima, el Segundo de Chomón y el Vega del Turia, con el objetivo de promocionar las carreras científicas, en este caso las relacionadas con la física, y animar las vocaciones investigadores entres los estudiantes. Por supuesto se han desarrollado con todas las medidas antiCovid necesarias, por lo que no lo hemos podido abrir a autoridades o público general. 

-¿Se trata entonces de animar a los niños a que sueñen con ser investigadores?

-Bueno, a los niños y a las niñas, claro. En este caso es importante especificar, y de hecho yo he venido personalmente a Teruel para que las niñas me vean, y vean que las mujeres podemos ser investigadores y tener puestos de relevancia en este mundo. No me ha sido fácil venir por la cantidad de trabajo que tengo, pero creo que merece la pena. Y si me llevo de aquí a un niño y una niña que de mayores quieran ser físicos nucleares, me iré muy feliz. 

-Ya que lo menciona... ¿sigue existiendo brecha de género en el mundo de la ciencia?

-Sí. Cuando yo estudiaba decía que ya no existía, porque yo era muy buena estudiante y sacaba todas las becas. En las becas y en las actividades basadas exclusivamente en la capacidad de estudio y esfuerzo no hay brecha de género. Pero cuando he ido subiendo en el escalafón, y ahora que soy catedrática, ya me he dado algunos coscorrones contra el techo de cristal. Porque arriba todavía hay puestos que se designan a dedo, y en esos sí que existe brecha de género, y sigue sorprendiendo cuando una mujer los ocupa. Yo tengo un hijo y no quiero que ninguna mujer le pase por encima solo por ser mujer, pero tampoco quiero que mi hija lo tenga más difícil que un hombre.

-Volvamos al Maratón de Astropartículas... Este de Teruel era el cuarto de 2020, ¿no?

-Sí, es un ciclo que comenzó en 2009 dentro de la Semana de la Ciencia, y en esta edición de 2020, apoyados por un proyecto de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología, comenzamos los maratones en el gran Planetario de Aragón de Huesca. El segundo, ya en plena pandemia, fue en agosto en Ávila, el tercero el Santiago de Compostela y esta semana en Teruel. Y quizá sea el último, porque había un quinto previsto en Gandía que me daría mucha pena cancelar, pero tal y como están las cosas con el coronavirus se nos hace muy difícil ya.

-¿Por qué eligieron precisamente Teruel para celebrar el maratón?

-Bueno, por desgracia hay gente para quien la ciencia o Teruel no existen, pero para la física Teruel existe muchísimo, porque es un referente en nuestro campo. Teruel tiene una de las Infraestructuras Científico Técnicas Singulares, el excelente Observatorio del Pico del Buitre, y su importancia es innegable, como lo es la del Centro de Estudios de la Física del Cosmos de Aragón, que además nos ha apoyado muchísimo en este proyecto. 

-Por su experiencia en las charlas, ¿cuánto saben los jóvenes escolares de ciencia y de física?

-Los jovenes son esponjas y reproducen al milímetro los patrones familiares, aunque a veces no nos lo creamos los padres. Si una casa tiene ambiente de trabajo y estudio ellos se motivan, porque es su ejemplo. Pero por desgracia España no es un país que valore la ciencia. En otros sitios te ponen un laboratorio a tus pies y todas las facilidades, pero aquí el científico no está valorado. Y formar un científico lleva más de 20 años de esfuerzo y dinero. Si los niños ven que la gente gana dinero fácil siendo youtuber, pues se van a ir por ahí... 

-Las astropartículas de las que habla usted, o la radiación cósmica de la que habló Luis del Peral parecen temas muy ásperos... ¿cómo logran que los jóvenes se interesen por ellos?

-No podemos utilizar según qué terminología, sino hablar como si lo hiciéramos con nuestros hijos. La radiación cósmica son partículas que nos atraviesan como un queso gruyere, partículas que aunque no vemos existen... son como extraterrestres que nos bombardean. Si les dices esas cosas a los chicos y chicas se interesan, pero si te pones a hacer ciencia, no a divulgarla, causas el efecto contrario. 

-Cuando no es la crisis económica es el terrorismo internacional, y cuando no una pandemia de coronavirus. Con tantos problemas que tenemos dentro de nuestro planeta, ¿por qué es importante mirar al cielo?

-Porque el futuro de la humanidad está en el espacio. Nadie se preocupaba por los virus hasta que apareció este coronavirus, y ahora todo el mundo quiere que se investigue muy rápido. Y pronto habrá problemas graves planetarios, relacionados con la contaminación o con el final de los recursos. La gente no es consciente de que la Tierra está al límite, de que en 2050 no habrá comida para todos, de que ya están funcionando granjas de cucarachas para fabricar harinas de insectos... pero, como ha sucedido con el virus, hasta que no estemos con el agua al cuello no nos daremos cuenta de la importancia de investigar antes de que sea tarde.