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Begonya García Barco, responsable de Cowocat Rural en la Ribera d’Ebre Terra Alta: “Los espacios ‘coworking’ ayudan a atraer y retener talento en el medio rural” Begonya García Barco, responsable de Cowocat Rural en la Ribera d’Ebre Terra Alta: “Los espacios ‘coworking’ ayudan a atraer y retener talento en el medio rural”
La responsable de Cowocat Rural participará esta tarde en una jornada organizada por la Sierra Rural

Begonya García Barco, responsable de Cowocat Rural en la Ribera d’Ebre Terra Alta: “Los espacios ‘coworking’ ayudan a atraer y retener talento en el medio rural”

“Antes de montar la iniciativa debes saber si hay una comunidad interesada en usarlo, si no es fácil que fracase”
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Cruz Aguilar

Begonya García Barco es la gerente del Consorcio Intercomarcal de Iniciativas socioeconómicas Ribera d’Ebre Terra Alta y hoy explicará a través de una sesión de trabajo telemática cómo funciona Cowocat Rural, la red de espacios de trabajo colaborativo en el medio rural de Cataluña. La jornada es gratuita, la organiza el Servicio de Desarrollo Local de la Comarca Sierra de Albarracín y será hoy jueves a las 17 horas a través de Zoom. 

-¿Qué es Cowocat Rural?

-Es la Red de espacios de coworking rural en Cataluña, situados en zonas Leader. Esta actividad surgió a partir de un pequeño ayuntamiento y hoy explicaremos cómo lo hicimos, los problemas a los que nos encontramos y si podemos ayudar a orientarlos.

- ¿Qué es un espacio de coworking rural?

-Dentro de un espacio rural y urbano hay cosas iguales, como crear una comunidad, dinamizar esa comunidad, para lo que tiene que haber una persona que se encargue de dinamizar, pero hay diferencias, principalmente la masa crítica. El valor añadido del coworking en el medio rural es el valor paisajístico, la tranquilidad, o una menor ratio a nivel educativo, que es lo que hace a  mucha gente vivir en un pueblo.  El Covid-19 ha hecho que muchas personas que viven en ciudad quieran vivir en el medio rural. Con estos espacios de trabajo compartido puedes atraer a gente que ya trabaja a través de las tecnologías y les da igual hacerlo en Japón o en un pueblo de Teruel.

-¿Qué requisitos hacen falta?

-En principio que haya conectividad para trabajar. Y los Ayuntamientos deben de creer en el proyecto, que no consiste en poner  unas mesas y una sillas en un local. Para nosotros un espacio de coworking debe tener una comunidad y dinamizadores que atraigan personas que puedan integrarse, estén o no allí, porque pueden trabajar en casa. 

-¿Los espacios coworking son una forma de atraer nuevos pobladores?

 -Un tema importante por el que hicimos este proyecto es atraer y retener capital humano en los territorios rurales. Pensamos que Cowocat Rural, a través de los espacios de coworking, lo que hace es dar oportunidad a atraer y retener talento en nuestros pueblos.

-¿Qué aporta este espacio a los profesionales?

-Les aporta networking y sinergias con otros profesionales, las personas que teletrabajan acaban con la sensación de que están aislados social y profesionalmente, aquí están con otros profesionales y comparten inquietudes y necesidades con otras personas. También les aporta visibilidad, cuando teletrabajas en casa te conoce poca gente, mucha gente no sabe qué haces. Por otro lado entre los coworkers se pueden crear sinergias e impulsar proyectos comunes.

-En varios pueblos de Teruel se han intentado poner en marcha espacios de coworking sin éxito, ¿dónde está la dificultad?

-Tener una persona que dinamice es un factor importante, pero muchas veces el fracaso se produce porque  antes de montar un espacio de coworking tienes que saber si existe comunidad interesada en usarlo, localizar previamente a personas que les interesaría venir a trabajar en ese espacio colaborativo. Creo que muchas veces la gente habilita el local sin tener esto en cuenta y sin gente acaba siendo un lugar con mesas y sillas. Nosotros cuando empezamos con el espacio cometimos ese error, no había gente, tienes que buscar a personas que teletrabajen y quiera estar ahí o  estén dispuestas a volver al medio rural. Una vez tienes una comunidad localizada puedes empezar con dos o tres, creas el espacio, que va creciendo con personas que antes solo venían en vacaciones y ahora, sabiendo que está ese lugar, a lo mejor se quedan un mes más. También es importante que los coworkers expliquen a la población qué hacen allí, a qué se dedican. 

-¿Qué tipo de personas los usan y de qué perfil los usan?

-Normalmente es gente que trabajaba desde su casa en el territorio, también gente que ha querido dar un cambio en su vida, dejar la ciudad para moverse al pueblo, y aquellos que están temporalmente en la zona por temas personales y utilizan el espacio colaborativo. En cuanto a las profesiones, pueden ser todas aquellas que no tengas que desarrollar en un lugar como ingenieros, traductores, publicistas, fotógrafos, diseñadores, periodistas… Suelen acudir a estos espacios para poder separar el ámbito profesional del personal y evitar distorsiones. Muchos  tenían la sensación de estar en casa todo el día y solo relacionarse con niños, los suyos, y en el colegio. 

-¿Qué coste tiene la puesta en funcionamiento de estos espacios?

-El de acondicionar un lugar con mesas, sillas, taquillas y una impresora multifunción, porque los ordenadores los pone el profesional. También es importante contar con una sala para reuniones y recibir visitas y un espacio para las videoconferencias.

-¿Y para el coworker?

-El coste que establezca su espacio de coworking, el precio varía en función de si es público o privado, pero en muchos de ellos no cobran porque lo que interesa es que venga gente para dinamizar el medio rural, otros sí tienen un coste porque lo que es gratis no se valora.