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La autenticidad: la cosmética no tapa las arruguitas peculiares La autenticidad: la cosmética no tapa las arruguitas peculiares

La autenticidad: la cosmética no tapa las arruguitas peculiares

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Francisco Herrero

Lunes, 15 de febrero. Desconcierto

El anuncio de la comparecencia sorpresa del presidente Javier Lambán para el mediodía genera un interés extraordinario. ¿Qué será lo que urge comunicar? Nos ha relatado una circunstancia inesperada y que, en la gran mayoría de familias, causa desconcierto. Javier ha revelado que en breve comenzará el tratamiento para superar un cáncer de colon recién diagnosticado en el hospital Miguel Servet de Zaragoza.

No me veo capacitado para dictaminar si las circunstancias excepcionales de la actualidad han cambiado las pautas clínicas para tratar el cáncer. Algunas noticias de este último año apuntan a que han aparecido nubarrones. Por experiencia, puedo confirmar que la sanidad pública ha acelerado los plazos cuando la urgencia permite salvar una vida. Vamos, que no es lo mismo una operación para corregir unos juanetes que una cirugía oncológica. Y por experiencia, Javier, puedo confirmar que de esa se sale. ¡Adelante!

Martes, 16 de febrero. Actriz 360

¿Qué entiende el Partido Popular por enmendar el pasado? Pues irse de la sede central de la calle Génova de Madrid y buscar un nuevo horizonte allá donde nadie te conoce. El problema es que en España el Partido Popular está más que calado y la cosmética no va a tapar esas arruguitas peculiares.

Esto es como cuando alguien sale huyendo de la ciudad hacia el pueblo para dar un giro de 180 grados a su vida. Lo más fácil es que esa persona acabe dando una vuelta de 360 grados para seguir teniendo las mismas virtudes y defectos, pero en un lugar diferente. Lo que es irrefutable es que el Partido Popular, más que demostrar una búsqueda del círculo virtuoso, lo que revela es querer ser la actriz 360, que se atreve con todo.

Miércoles, 17 de febrero. La aguja

Yo comenzaría a devolver el anonimato a la carrasca de Lecina. Por si acaso. Leo en The Guardian que la catedral de Notre Dame de París busca robles de más de ciento cincuenta años para reconstruir, tal cual era, la aguja de ardió en el fuego de abril de 2019. Se necesitan, antes de finales de marzo, más de mil árboles con troncos de entre cincuenta y noventa centímetros de diámetro y un largo de entre ocho y catorce metros. La buena noticia es que Francia todavía tiene bosques estatales de la época en la que se fabricaban buques de madera para preservar la grandeza imperial. Y las autoridades galas aseguran que repoblarán árboles para que las generaciones futuras tengan de nuevo algo que talar para construir obras icónicas. Lecina no tiene nada que temer.

Cómo no, en Francia se ha abierto el debate sobre si es razonable devastar bosques centenarios para restablecer la imagen representativa de Notre Dame. La geógrafa Sandra Plantier, en unas declaraciones recogidas por Le Figaro, tilda el proyecto de aberración: “Este millar de árboles viejos de uno o más siglos son catedrales para la biodiversidad de nuestros bosques. Los primeros están a punto de abatirse a principios de la primavera a pesar de que los pájaros y las ardillas probablemente estarán anidando allí”. Estoy seguro de que si se usaran vigas de hormigón o de acero para el elemento arquitectónico también habría quejas por edificar engendros posmodernos. El caso es estar siempre a la contra.

Jueves, 18 de febrero. El beso

La famosa fotografía de Alfred Eisenstaedt retratando el beso entre una enfermera y un marine por la victoria estadounidense frente a los japoneses en 1945 creó escuela. Circula por las redes una imagen de Emilio Morenatti para la agencia Associated Press en la que se ve a un par de jóvenes dándose el lote delante de una barricada de contenedores ardiendo en Barcelona durante las protestas por la detención de Pablo Hasél. Y es que es lógico morrearse a horcajadas como si estuvieras en la piscina de La Isla de las Tentaciones mientras reclamas libertad de expresión.

Y aquí estoy, viendo La Isla de las Tentaciones. El programa lo patrocina una clínica de cirugía estética y, entre las decenas de productos promocionados en los cortes para la publicidad, he distinguido el anuncio de una aplicación móvil para conseguir pareja o lo que surja. Más bien lo que surja. La autenticidad en estado puro. Hay que reconocer que los departamentos de mercadotecnia conocen al dedillo el público objetivo del espacio.

Viernes, 19 de febrero. Aterrador

El estado de Texas vive una pesadilla. Si hace unos días padeció un temporal de frío y nieve que dejó a la población sin suministros de agua y electricidad, ahora se está quedando sin víveres. Leche, agua embotellada, huevos, pan, queso o pollo son hoy artículos preciados para los hogares de Houston. Es el acabose.

El testimonio de Molly Hennessy-Fiske para Los Angeles Times es aterrador. Ella, que estaba preparada para huracanes, inundaciones, sequías, tornados e incendios, se ha visto superada. Tenía listas velas, linternas y radios a pilas; tenía una cocina de gas a punto para asar pollo y llenó la bañera con agua. Pero no pensaba que iba a estar horas, días sin suministros. Comenzó a ponerse capas y capas de abrigo. También a los perros de la casa. Hasta su padre, que vive en Florida gozando de una temperatura cuasitropical, se ofreció para enviarle mantas. No se sabe muy bien cómo se las haría llegar. Al menos su vecino, más previsor todavía, le facilitó corriente generada por un grupo electrógeno para cargar el ordenador portátil y el teléfono móvil. Lo primero que hizo Molly al volver la electricidad fue prepararse un capuchino.

Me pregunto yo si Martín y Sinforosa, de La Estrella, habrán vivido una igual.

Sábado, 20 de febrero. Espejismo

La pandemia está propiciando que pueda asistir hoy tanto a los medievales de Teruel como a la fiesta de despedida de las grullas de Gallocanta. Puedo estar a todas. Y en el mes de marzo también viviré las más fallas intensas de mi vida. Reconozco que a veces me resulta complicado ajustar la agenda. Desde que apareció el coronavirus tengo más ocupaciones que nunca.

La multiplicación de eventos virtuales, basados en acontecimientos que no pueden realizarse como siempre, es un fenómeno que hasta se nos está yendo de las manos. Entiendo que hay negocios, e incluso industrias, detrás de esas celebraciones. Pero no se van a salvar por traspasar la línea hacia el espejismo de la pantalla en la mano. ¿Por qué no asumimos ya que hay que parar y retomar las actividades masivas el año que viene o dentro de dos? Yo ya me he cansado de fantasear con que aquí no pasa nada.

Domingo, 21 de febrero. Buenas acciones

Voy a pasar el domingo buscando buenas acciones para comprar en bolsa. Buenas acciones como las de GameStop de las que tanto se ha hablado en los medios. El viernes cerraron a 40,59 dólares y todavía tengo esperanzas de que vuelvan a alcanzar los casi 350 dólares de finales de enero gracias a la gente de Reddit. También buenas acciones como las de Imaginarium, las tiendas de juguetes con sede en Zaragoza. Un chollo, oye. Cotiza a 0,038 euros y tengo el pálpito de que recuperarán los 4 euros. Además, como cotiza en el MAB y es aragonesa, puedo acogerme a la deducción autonómica del 20% de lo que invierta en la renta, siempre y cuando las mantenga dos años. Es evidente que la empresa no va a quebrar. Tampoco estaría mal invertir en criptomonedas. Una vecina de Aguatón, que nunca ha oido hablar de los limpiabotas neoyorquinos de 1929, me las ha recomendado.

La imagen de la semana / Estuvo aquí

Lo normal cuando haces una fotografía es que captures el momento y lo lleves contigo hasta el fin y más allá. Aquí sucede al revés. La estrella fotógrafa llega con la cámara y deja constancia en la farola de que estuvo allí. Cada vez sucede en más ámbitos. Muchas excursiones campestres acaban en un reguero de basura plástica.