

No será porque no lo venimos advirtiendo hace meses. El tren turístico nos va a dar un disgusto serio. Y luego todo serán lamentaciones. Seguro que usted conocerá ya el enésimo incidente de la más preciada y rentable atracción municipal para los visitantes. El viernes se quedó atravesado en la esquina del cine Maravillas cuando, al parecer, fallaron los frenos al tomar la curva hacia la calle Santos Mártires. Al volante no iba cualquiera, lo hacía un conductor con sobrada experiencia que, quién sabe, reaccionó de la mejor manera posible para evitar una desgracia mayor en la empinada calle San Miguel.
Sorprende que las entre las primeras declaraciones del concejal delegado del tren turístico, Carlos Méndez, a la Cadena Ser tras el accidente recuerde que "hemos tenido un verano muy bueno en cuanto a datos económicos y no hay ningún incidente a destacar, recordemos que son 10 salidas las que hace al día". Pues sí, Carlos, en lo económico ha debido de ir como un tiro, pero sabes que este asunto lleva descarrilado meses.
Hace medio año se me llamaba “alarmista” y un sinfín de apelativos más cuando puse sobre la mesa que el tren nos daría un susto cualquier día. Y sólo espero que no llegue el momento en que tengamos que lamentar una desgracia. Lo que me cuentan no me tranquiliza, más bien todo lo contrario. Así que volveré a formular una serie de preguntas a ver si alguien del Ayuntamiento tiene la decencia de contestarlas.
¿Por qué no se somete de una vez por todas a una revisión a fondo al tren turístico? ¿Por qué hay miedo de que un organismo externo, como la ITV, verifique el estado de un convoy que desplaza al año a miles de personas -incluidos niños-? ¿Qué ha ocurrido con la denuncia presentada en Tráfico por las deficiencias técnicas del vehículo? ¿Por qué en dos meses han pasado cuatro conductores por los mandos del tren? ¿Por qué se ha reducido el trayecto del tren evitando ciertas zonas que implican subir y bajar pendientes pronunciadas? ¿Quién ha sido despedido y por qué? ¿Quién ha decidido renunciar a su contrato y por qué? ¿Por qué no se han hecho aún públicas las cuentas en el portal de transparencia de los ingresos que genera esta atracción y las partidas de gastos de 2024 teniendo en cuenta que estamos en septiembre de 2025? ¿Para qué eran esos gastos exactamente? ¿Sabía alguien del Ayuntamiento de primera mano si ha habido algún problema con algún trabajador del tren turístico? Ahí lo llevan…
Somos una ciudad pequeña y todo se sabe. Y todo se acabará sabiendo antes o después. Así que me parece absurdo ocultar según qué cosas. ¿Con qué objetivo? ¿No es mejor explicar los hechos como son a que te saquen los colores públicamente en algún pleno próximo? Igual que a mí me lo cuentan, la mancha de aceite del tren se escampa entre los ciudadanos de Teruel de forma imparable. Y cada vez son más los que no entienden por qué algunos aplican la táctica del avestruz con este tema.
Acaba la temporada alta así que les ruego que prioricen este asunto. Porque un día puede ocurrir algo como lo sucedido en Lisboa y, entonces, todo serán lamentos y llevarnos las manos a la cabeza. Esto no es un tema que afecte a la imagen de la ciudad o a los ingresos en las arcas municipales. Se trata de nuestra seguridad física. Y cuando haya un accidente grave habrá demandas millonarias e incluso querellas penales a título personal… Aunque lo más indignante es que habrá víctimas que aún estamos a tiempo de evitar.
Lo imploro. No jueguen con nuestras vidas por unos cochinos euros. Espero que los cronistas de nuestras ciudad no se vean obligados a dejar sus quehaceres diarios para escribir una página negra de nuestra historia con el tren turístico. Ya vivimos un milagro con el derrumbe de la calle de San Francisco. No tentemos más a la suerte, os lo suplico.