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El pezón: no existe una versión sin una cara B El pezón: no existe una versión sin una cara B

El pezón: no existe una versión sin una cara B

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Francisco Herrero

Lunes, 11 de octubre. Proceso creativo

Tormenta de ideas. Hostia, tío, me han pasado una canción de los ochenta y estoy flipando. Dice algo así como “veo, veo” y tiene un flow que me tiene pillado todo el día. Aquí hay tema. En diez minutos te monto la melodía cambiando cuatro acordes para que no nos denuncien por plagio. He pensado que a ritmo de bachata, lo que bailaba mi vieja de joven, quedará de puta madre. A ver, algo que rime con “veo”… “ateo”. Lo tenemos. ¡Tequila! ¿Y si preparamos una colaboración, para que quede más pintón? La Nathy Peluso se moría por subirse al yate y no teníamos más plazas. Me la veo contoneando esas caderas con una falda corta y me pongo todo palote. ¿Qué tal si grabamos el vídeo en una iglesia en ruinas? ¿En una catedral, dices? ¡Qué cabrón! Llama a los curas a ver qué cuentan. ¡Y trae otro copazo!

Martes, 12 de octubre. Cosas de mujeres

Newtral publicaba el domingo que no se ha practicado ningún aborto en la provincia de Teruel desde que se aprobó la ley vigente, en 2010. Bueno, en realidad no ha habido mujeres que hayan abortado aquí en los últimos treinta años, según el mismo informe. “¿Significa esto que en estas provincias ninguna mujer ha querido abortar?”, se preguntan las periodistas de Newtral, contestándose a sí mismas que no: “En la tabla de número de abortos solicitados por provincia vemos que sí ha habido solicitudes”.

Según los datos aportados por Newtral, cada año desean abortar entre cien y doscientas mujeres en la provincia de Teruel. Se las deriva a otra provincia y, seguramente, a una clínica privada. En el caso de Aragón, menos del 1% de los abortos se han practicado desde 2010 en un hospital público. Y yo me pregunto: ¿por qué nadie en nuestra provincia ha levantado la voz por estas circunstancias? Imagino que quienes se sienten con la verdad absoluta piensan que eso son solo cosas de mujeres.

Miércoles, 13 de octubre. Intoxicación atmosférica

Si el ambiente de un balneario no es lo suficientemente sofocante, uno de los clientes de una estación termal andorrana ha decidido aderezarlo con un sonoro pedo en los vestuarios. La ventosidad ha provocado una riña de dimensiones grandiosas, que ha requerido la intervención de los servicios sanitarios. No por intoxicación atmosférica, sino por contusiones de diversa consideración. Si la flatulencia se hubiera expandido entre las burbujas de las bañeras, quizás el personal la hubiera interpretado como una bocanada sulfurosa de las aguas y aquí paz y allá gloria. Pero no, tenía que producirse justo entre la asepsia del vestidor.

Jueves, 14 de octubre. Estela Reynolds

Estoy que trino con Teruel Existe. Leo en Diario de Teruel que, por ahora, la previsión es que el Estado invierta en la provincia de Teruel un 13% menos en 2022 frente a lo presupuestado este año. ¿Esto es todo lo que se puede conseguir? Yo pensaba que estábamos tocando el cielo y seguimos como siempre. O peor. Teruel Existe, “no os queda otra que trabajar y trabajar”, tal y como ha comentado el senador Joaquín Egea en las redes sociales. Siguiendo con las declaraciones de Joaquín, “bienvenidos a la peor cara de la política, el colgarse éxitos de los demás como si fueran propios”.

Me recuerda la situación a la Estela Reynolds de La que se avecina, quien se pasa el día rememorando que Fernando Esteso le chupó un pezón en la película imaginaria Desembraga a fondo. ¡Oh, qué ataque más gratuito!, me dirán. Puede ser, no lo voy a negar. Ya siento el mal de ojo de la pitonisa Reynolds en el cogote. Y solo de pensarlo se me han puesto los pezones como el timbre de un castillo, como a la reina de La mar está fresquíbiris. Y da mucho gustíbiris, gustíribis.

Viernes, 15 de octubre. Mariano

Veo en Calamocha TV que, por segundo año consecutivo, el Restaurante Mariano no organizará la rifa de la cesta de Navidad que tantas glorias ha dado a la capital administrativa de la comarca del Jiloca. La gerencia ha tomado la decisión por la situación económica derivada de las restricciones del último año. Esperemos que el afamado sorteo no sea una víctima más de la pandemia, porque se le echaría en falta.

Lo cierto es que el público se había acostumbrado a este evento anual y dos años de pausa pueden resultar un lastre demasiado pesado para volver a alzar el vuelo. Va a suceder con muchas tradiciones, me temo. En algunos casos puede ser positivo, pues antes del coronavirus vivíamos en un exceso de acontecimientos prescindibles. Sin embargo, en el camino quedarán otros que merecían la pena.

Sábado, 16 de octubre. Carmen Mola

Carmen Mola gana el Premio Planeta de novela y se embuchaca el millón de euros con el que está dotado el galardón. El público esperaba encontrarse con una profesora de instituto madrileña, hasta ahora anónima, y se ha topetado con tres maromos, Antonio Mercero, Agustín Martínez y Jorge Díaz.

Varias dudas nos han asaltado. ¿Cómo conseguirán escribir una novela a seis manos, cuando la idea romántica sobre el proceso creativo fantasea con una mente atormentada en el trance de componer un manuscrito memorable? Es constataba que los grandes éxitos contemporáneos del audiovisual suelen estar escritos por un equipo de guionistas, así que no es de extrañar que el método industrial de producción se esté adaptando a los proyectos editoriales a marchas forzadas. Los tiempos cambian.

El argumento de La bestia, la novela ganadora, está encuadrado en el Madrid del siglo XIX y versa sobre un reguero de cadáveres descuartizados de niñas de clase humilde y la investigación de los asesinatos por parte de un periodista, un policía y una niña. No lo sé, Rick. Parece falso. Más falso que la ambientación de los decorados y algunas tramas de Amar es para siempre. Sin embargo, será todo un éxito de ventas. No tengo ninguna duda. Y sin necesidad de que en los colegios de primaria se pongan a imitar la trama en los recreos, como está pasando con El juego del calamar.

Domingo, 17 de octubre. La avutarda

Esta semana me he enterado a través de Euronews de que Hungría elimina postes eléctricos para salvar a la avutarda. La compañía E.ON, con una ayuda del 75% por parte de la Unión Europea, ha desmantelado 28 kilómetros de líneas y las ha soterrado para eliminar barreras entre los diversos ecosistemas de estas aves. "Las aves pueden vivir a un lado u otro del cableado eléctrico, pero no debajo de los cables, al enterrarlos liberamos espacios, y también cae una frontera que divide el espacio vital de las avutardas", asegura a Euronews Miklós Lóránt, guarda forestal del Parque Nacional de Kiskunságl.

Enhorabuena a las avutardas, cómo no. Lo que pasa es que será difícil conseguir eliminar todos los postes y, si vamos desmantelando líneas eléctricas para comenzar a producir de forma distribuida, a lo mejor nos llevamos alguna sorpresa. Me han contado cómo funcionaba el suministro en Aguatón cuando la energía se generaba en el molino del tío Maximiano y aquello era un cuento de miedo. Ya, ya sé que eran otros tiempos. Pero es que no hay una versión sin una cara B.

La imagen de la semana / El bien estar

Muchas veces le cuentan a Pilar Sangüesa, tendera de Castellote, “no sabéis lo bien que estáis aquí” y le da mucha rabia porque no deja de ser una imagen idealizada del mundo rural por parte de gente que luego volará hacia la gran ciudad. Nos lo ha confesado en el tercer Festival contra la Despoblación de Allepuz. Luego me he visto la exposición “Los ojos de lo rural” y me han llamado la atención este par de obras de Cristina Peitivi y Luna Gascón. ¡Ellos se lo pierden!

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