Uno tiene la sensación deque el mundo se detiene en agosto, porque cuando me he puesto a buscar sobré qué escribir en este nuevo curso me he dado cuenta de que todo sigue igual. Seguimos a vueltas con el debate sobre el estado de la ciudad: que si unos se quejan de que se celebró cuando todo el mundo estaba de vacaciones mientras los otros dicen que los que estaban de vacaciones eran ellos. Seguimos estupefactos con las obras de la avenida Sagunto que para sorpresa de nadie son un foco de suciedad, piedras sueltas y malos remates de obra (por no hablar del nefasto diseño de los carriles). Del tema de la vivienda ni hablamos: Teruel es una de las ciudades donde más se ha disparado el precio del alquiler en los últimos meses (el precio de compra poco tiene que envidiar al de grandes ciudades). Y aunque en la calle Comadre ha llegado una calma momentánea, la plaza de la Judería sigue concentrando a lo más granado de la ciudad al caer la tarde. ¡Hasta Johny Depp vuelve a ser noticia porque se ha estrenado ya el dichoso anuncio! Lo único que parece funcionar bien es el aeropuerto, que sigue recibiendo inversiones (públicas y privadas) con promesas de nuevos puestos de trabajo que nadie sabe dónde van a poder vivir.
Y mientras tanto, en las altas esferas de la política, siguen con lo suyo aunque… sea lo nuestro. Me explico. El jueves, el Canal 24 horas de TVE dedicó su programa nocturno a Teruel. Y ahí estaban, con el siempre ecuánime Xavier Fortes, los grandes líderes políticos aragoneses y turolenses. Fue una muestra al resto del país de lo que importamos los sitios pequeños a nuestros gobernantes: nada. Pilar Alegría, en su papel habitual de marear la perdiz sin decir una sola frase con sujeto, predicado y verbo. Eso sí, colgándose la medallita de que la autovía A-23 a Zaragoza es un “proyecto impulsado por un Gobierno socialista”.
¿Pero se puede tener más jeta? Grandes afirmaciones sobre inversiones de infraestructuras, pero ni un dato concreto. Vamos, lo que hace cada martes tras el Consejo de Ministros. Azcón, por su parte, con la batallita de la financiación y echando balones fuera. Que si Europa ha aprobado una cosa pero el malísimo Gobierno de España no suelta el dinero (que no le falta razón). Pero de los temas que son de su negociado, como el abandono sanitario de toda la provincia, ni media frase de autocrítica.
Y Guitarte… ¡Ay, Guitarte! Pues destrozando un poco más si puede lo que fue antaño un proyecto ilusionante y que podría haber sido decisivo para nuestra provincia. Un discurso anclado en el pasado, hablando de lo “bonita” que es la mal llamada España Vaciada y que hay que conseguir un “desarrollo con equilibrio”. No sé, es como si jamás hubiese dependido su voto para nombrar a un presidente del Gobierno o no estuviese ahora en las Cortes de Aragón con capacidad para decidir algo.
Vamos, que el programa fue una constatación de la realidad que nos toca vivir como ciudadanos: que los políticos están a lo suyo. El que gobierna parece que no tiene jamás competencias para hacer o decidir nada; y el que está en la oposición vive en utopías fantásticas que a nadie convencen ya.
No sé yo, pero auguro un año complicado para todos ellos. Porque los que mandan de verdad están con otros líos que poco tienen que ver con trabajar para la ciudadanía. Les aseguro que tienen todos sus esfuerzos enfocados en salvarse el culo, vaya. Así que ármense de paciencia, preparen litros de tila y disfruten del lamentable espectáculo porque, este curso más que nunca, esto promete.
