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“Sujétame el cubata” “Sujétame el cubata”

“Sujétame el cubata”

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Javier Silvestre

Han pasado ocho días desde la puesta del pañuelico más insólita (por decirlo de manera suave) de la historia. Creo que hace tiempo que la fiebre por innovar y sorprender está convirtiendo un momento tan especial en un “sujétame el cubata” en toda regla. Ya sé que fue un error subir al Torico cinco minutos antes de las 16:30 horas. Y que llovía a cántaros. Y que hay nervios en un momento así. Pero el show de la pancarta sobraba absolutamente. Una horterada de manual para anunciar que la peña cumplía 50 años. ¿De quién fue semejante ocurrencia?

Como el Despadre hizo honor a su nombre -y allí no había nadie al volante- los dos encargados de la puesta del pañuelico estuvieron más de 20 minutos encaramados a la columna, consiguiendo diluir la magia del momento cuando llegó, por fin, la comitiva procedente del Campanico.

Ya puestos a innovar, el año que viene que suban a las 12 del mediodía, desplieguen un QR gigante de un patrocinador para que podamos escanearlo y le coloquen unas bengalas en los cuernos al Torico que escupan humo de colores. Total, si lo importante es dar la nota habrá que darla pero a lo bestia.

Para mí fue una grandísima falta de respeto al resto de peñas y de vaquilleros, que nos quedamos atónitos al llegar al Campanico con el tiempo justo por la lluvia y ver que había dos personas encaramadas al Torico sin entender absolutamente nada. Hemos convertido un símbolo de arranque de fiestas en una pugna de egos sin control que sólo satisface a la chavalería levantina que lleva de fiesta desde las 10 de la mañana.

Del presente de nuestra ciudad tan sólo apuntaré a que huele a chamuscado. Y que hay mucha gente más que quemada por unos fuegos de los que ya se había advertido. Ojalá los autogestionados veganos happy-woke que tanto cacarean sus consignas prefabricadas acojan una temporada en su local a estos amigos de lo inflamable. Seguro que serán capaces de poner la mano en el fuego por este par de delincuentes sin salir ardiendo. ¿Os atrevéis a marcaros un “sujétame el cubata”? Ya sé que no, pero sería de lo más coherente por vuestra parte después de rasgaros las vestiduras públicamente.

Y del futuro permítanme que me quite el sombrero ante la alcaldesa y su jugada para celebrar el Debate sobre el Estado de la Ciudad este jueves 24 de julio. La oposición exigió convocarlo “lo antes posible" y Emma Buj se ha marcado otro “sujétame el cubata” y lo ha plantado a una semana del mes de agosto. El resto de formaciones, cabreados como monas, argumentan que la fecha elegida pilla a muchos técnicos del Ayuntamiento en periodo vacacional y que no podrán abordar el debate con la preparación exigible. A lo que la alcaldesa responde que el motivo real es que la oposición se interesa más por irse de vacaciones que por los problemas de la ciudad.

La verdad es que la polémica es jugosa. “Cuidado con lo que piden, no sea que se haga realidad”, bromeaba Buj azotando con sorna a una oposición que tenía un pie a remojo ya en Benicasim. El resto de formaciones municipales deberían tener más que interiorizados los problemas a tratar en este debate (no sé a qué se dedican el resto del año si no). Aunque me da la sensación que muchas veces se enteran de lo que pasa en la ciudad cuando lo leen en este periódico…

La apuesta le ha salido bien a la alcaldesa. Pero le pido que sea magnánima y que, para evitar que le acusen de jugar [aún con más] ventaja, posponga un debate tan vital para los turolenses hasta finales de septiembre. O mejor aún, que permita la participación directa de los ciudadanos. ¿Acepta el reto?

Como respuesta, Emma, tan sólo acepto un “sujétame el cubata”.