Lo reconozco: el culpable de este artículo es mi tío Ismael. Desde que publico en Diario de Teruel, él ha sido uno de los lectores más fieles de esta sección de opinión, a la que se me ocurrió denominar Desde las colinas del Ngong, en homenaje a la escritora danesa Karen Blixen. Me la imaginaba en su casa contemplando cómo las cebras iban de aquí para allá y cómo crecían sus cafetales y campos de té.
Como decía, mi tío Ismael suele llamarme para felicitarme por algún artículo en concreto. Con frecuencia me dice: “Bueno, ya llevas publicados un montón; a ver si los recopilas y haces un librito en el que puedas incluir también algunas de tus fotos”.
Siempre le he respondido lo mismo: que no escribo tan bien como él piensa, que quizá no interese tanto a la gente… Qué sé yo. Creo que eran excusas para no tener que meterme en nuevos berenjenales; al final, las alforjas se cargan con muchas cosas, y no hay espaldas para todo.
Pero él ha vuelto a ganar, y ya he publicado en un librito esa selección de un buen puñado de artículos relacionados con mis grandes amores: Kenia y la República Democrática del Congo, o lo que es lo mismo, la gente más humilde y más pobre de Nairobi y de Kinshasa. Ya está: mañana lo presentaré en el Casino de Teruel.
Aprovecho para felicitar a toda la junta del Casino por darme la posibilidad de usar su casa para celebrar este evento. Y, ya que me pongo a agradecer, tampoco quiero dejar de hacerlo con los periodistas del Diario de Teruel que me han animado a preparar esta recopilación.
No pretendo hacerme famoso, ni tan siquiera vender toda la edición en medio mes. Uno sabe de sus limitaciones. Lo que más me gustaría es que se leyera en algún colegio de primaria o secundaria, y que los alumnos tuvieran la oportunidad de descubrir que muchos niños de su misma edad están pasando hambre y no disponen de los medios que tenemos aquí.
Ese conocimiento, si sirviera como una llamada a la solidaridad y, en definitiva, a la acción -intentando empatizar y colaborar con ellos-, ya haría que todo este esfuerzo mereciera la pena.
Les espero mañana, a las 19:30, en el Casino de Teruel.
