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La nueva presa del cañón de Santolea supera la tramitación de impacto  ambiental La nueva presa del cañón de Santolea supera la tramitación de impacto  ambiental
Estrechos del cañón de Santolea, donde se construirá la nueva presa, a un kilómetro y medio de distancia de la actual, que se observa al fondo de la imagen

La nueva presa del cañón de Santolea supera la tramitación de impacto ambiental

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La ampliación de la capacidad de almacenamiento del embalse de Santolea mediante la construcción de una presa en los estrechos del cañón ya tiene el beneplácito ambiental. La Secretaría de Estado de Medio Ambiente se ha pronunciado de manera favorable con respecto al proyecto de Recrecimiento del embalse de Santolea, presa del Cañón, al considerar que la alternativa elegida no producirá impactos adversos en el entorno, y los que habrá no diferirán de los contemplados en el proyecto original.

La resolución del ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente llega casi dos años después de que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) sometiera a información pública el proyecto y casi tres después de la

[caption id="attachment_88878" align="alignright" width="614"]Resumen gráfico de las obras proyectadas y zonas vulnerables sobre las que se aplicarán medidas correctoras Resumen gráfico de las obras proyectadas y zonas vulnerables sobre las que se aplicarán medidas correctoras[/caption]

paralización de las obras de elevación de la pared principal del embalse por la aparición de “problemas geotécnicos en el estribo izquierdo de la presa”. La actuación había arrancado en 2007 tras una adjudicación por 36,9 millones y 54 meses a la UTE Corsán-Corviam, Construcciones SA y Copisa.

Según el nuevo proyecto, las obras tendrán un plazo de ejecución de 30 meses. En sí, la actuación consiste en levantar una nueva presa de tipo gravedad a 1,5 kilómetros aguas arriba de la actual pared del embalse, La obra otorgará a Santolea una capacidad de almacenamiento de 105 hectómetros cúbicos (Hm3) de agua y lo convertirá en una infraestructura de almacenamiento compleja, formada por tres sistemas: el formado por el la presa del Puente de Santolea, ejecutada entre 2007 y 2012 en la zona de cola y que tiene una capacidad de 17,67 Hm3; el formado por la nueva pared en los estrechos del cañón, que podrá almacenar 81,75 Hm3, y, finalmente, el que forma la actual presa de Santolea, que podrá albergar 5,42 Hm3.

La nueva presa incrementará la zona inundada con respecto al actual embalse, pero será a la misma cota que ya preveía el proyecto original, por lo que los impactos en flora, fauna, suelo y usos recreativos son prácticamente idénticos a los del proyecto redactado en 2003 De hecho, no han sido necesarias expropiaciones, porque éstas ya se llevaron a cabo durante la tramitación del primer proyecto. Aún así, pese a ser menos las tramitaciones administrativas necesarias, desde que éste fue descartado hasta que se ha formulado Declaración de Impacto Ambiental (DIA) han pasado tres años. Y quedan más plazos por delante: aprobación del proyecto por el Consejo de Ministros, licitación y adjudicación de las obras.

Nuevas infraestructuras

Por otra parte, el nuevo proyecto supondrá la construcción de nuevas infraestructuras, entre ellas un camino de servicio que discurrirá por la ladera derecha del embalse, aguas abajo de la nueva pared en los estrechos del cañón; una linea eléctrica para suministrar energía a la presa y una edificio de administración, control y comunicaciones que se levantará en el estribo izquierdo.

El vial de servicio tendrá 1.074 metros de longitud y comunicará la presa con la carretera A-226 (Castellote-Cantavieja) e incorporará un túnel de 265 metros desde el estribo derecho de la presa. En cuanto a la linea eléctrica será de 20 kV (kilovoltios) y 900 metros de longitud, 250 de ellos en tramo aéreo mediante cable trenzado y 650 en tramo subterráneo.

De la misma forma, están previstas otras actuaciones de acondicionamiento de las presas que ya están construidas. En este sentido, en la del Puente se realizará un tratamiento de filtraciones en su margen derecha, mejora de taludes y un camino de acceso y estabilización de pequeños deslizamientos que han aparecido en el vaso, mientras que en la presa de Santolea se retirarán tres compuertas y un muro de aliviadero que ya existe.

Asimismo, se contempla un bombeo durante el periodo de construcción para asegurar las demandas de agua que surjan hasta las acequias de toma que parten de la presa de Santolea, así como una restauración hidrológico-forestal (morfológicas del terreno, tratamientos silvícolas y plantaciones).

Principales impactos

Según la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Ebro (Aquaes), promotora del proyecto, las superficies de afección sobre zonas sensibles y hábitats de especies protegidas son inferiores a las previstas en el proyecto aprobado en 2003. Se inundarán 7,4 hectáreas menos que con el proyecto original.?Además, se contempla la restauración de canteras y graveras abandonadas y no serán necesarios movimientos de tierras como los previstos inicialmente (120.000 metros cúbicos menos), siendo también menor la superficie forestal afectada (8,6 hectáreas). Entre otras cosas, Aquaes también resalta que este recrecimiento tampoco inunda los nidos de buitre leonado de los cantiles del cañón.

El impacto ambiental más significativo que contempla la DIA es consecuencia del vaciado del embalse, medida que ya se llevó a cabo durante la construcción de la Presa del Puente.

El vaciado tendrá consecuencias directas sobre la calidad de las aguas superficiales por la salida de limos arcillosos y otros compuestos químicos del suelo, lo que afectará a las comunidades de fauna acuática situadas aguas abajo de la pared. Asimismo, reducirá la cantidad de oxígeno para la fauna acuática y generará cambios de hábitat físico del río por la decantación del material en suspensión. Se calcula que se producirá una exportación de elementos y compuestos retenidos en el sedimento lacustre, esto es, metales pesados, nutrientes, etc.

Hasta la cota 560

El vaciado del vaso se realizará hasta la cota 560. Al haber realizado una operación similar en  2008 para la ejecución de las obras en cola se tienen ya conocimientos previos del comportamiento de los limos en el vaso y sus consecuencias aguas abajo de la presa. En este sentido, la DIA señala que estos efectos deberán ser revertidos mediante medidas de prevención y corrección, entre las que se contempla la construcción de una ataguía temporal o dique permeable aguas abajo de la presa principal -medida que ya se contempló en el proyecto original de 2003. También propone que se programe el vaciado y la decantación de las aguas salientes mediante el uso de la ataguía. Se facilitará la deposición de los elementos finos y la gestión adecuada de los residuos generados.

ZEPA y rapaces

El proyecto afectará a la ZEPA Río Guadalope-Maestrazgo que alberga poblaciones abundantes de buitre leonado, alimoche, halcón peregrino y águila real y que presenta unidades reproductoras de águila perdicera. El área se encuentra dentro de los planes de recuperación del cangrejo del río y del quebrantahuesos. Especialmente sensible en este sentido es la cerrada de la presa por las repisas utilizadas por las rapaces como hábitat reproductivo.

Para mitigar efectos sobre las aves rapaces, se propone un Plan de Vigilancia Ambiental, así como otros condicionantes, entre éstos, el inicio de las obras en el entorno de la nueva presa cuando termine la época de reproducción y cría de especies afectadas y un seguimiento del periodo de cría de las rapaces del entorno durante toda la obra. En concreto, especifica un seguimiento especial de la población de buitre leonado, alimoche, águila real, águila perdicera y halcón peregrino en la zona de la nueva presa y de la presa del puente de Santolea

También establece medidas que contrarresten pérdidas de hábitats ligados a los ríos y determinar los tres hábitats de especies que desaparecerán en la zona del río Regatillo como consecuencia de la elevación de la lámina de agua del embalse. Se propone la creación de zonas similares con superficie igual a la afectada.

Igualmente plantea otras medidas en la linea eléctrica que suministrará energía a la nueva presa del cañón. Entre otras medidas, se propone la instalación de dispositivos salvapájaros, además de la minimización de los impactos por voladuras mediante un plan de seguimiento  de cría de rapaces que se llevará a cabo en un radio de dos kilómetros de la obra. La misma medida en periodos reproductivos de peces, anfibios o reptiles.

Dos modificados de proyecto y varias paralizaciones

Parece la obra maldita. Pocos pensaron en 2007, cuando  por fin se adjudicaron las obras de recrecimiento de la pared de Santolea, que 10 años después la obra no sólo no estaría terminada sino que se encontraría en una tramitación anterior. Del proyecto inicial de 2003 se llegó a ejecutar la presa de cola o Presa del Puente, construida para suministrar agua a los riegos del Guadalope para cuando tuviera que vaciarse el embalse durante las obras de la pared principal. La construcción de la presa de cola fue la primera que registró problemas, que dieron lugar al primer modificado del proyecto, con un incrementó de casi un 20% de coste por tener que inyectar hormigón en una serie de grietas y simas localizadas en la ladera derecha.

Después, las obras llegaron a paralizarse para evitar voladuras durante el periodo de cría y reproducción de aves rapaces. Finalmente, cuando todo parecía encarrilado y era inminente la intervención en la pared principal, fueron detectados problemas de cimentación en la zona a recrecer que hicieron “inviable” un proyecto que había sido aprobado 11 años antes. En noviembre de 2014 se planteó un estudio de alternativas y en enero de 2015 se propuso el rescate de un proyecto anterior que planteó la construcción de una pared en los estrechos del cañón.