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Por si vuelven Por si vuelven

Por si vuelven

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Elena Gómez

El cómico Ángel Martín publicará a mediados de noviembre un libro titulado Por si las voces vuelven. En el mismo habla con naturalidad sobre un brote psicótico que sufrió hace cuatro años. Su testimonio intriga y muchos lo consideramos un hombre valiente por dar visibilidad a algo de lo que todavía a nadie le gusta hablar.

Tener una enfermedad mental es algo muy común. De hecho, apostaría por afirmar que casi nadie se libra de haber sufrido en algún momento de su vida un episodio más o menos grave. Aun así, sigue siendo muy difícil hablar de ello con normalidad, como hacemos con otras dolencias físicas. Existen numerosos tabúes y apreciaciones erróneas alrededor de estos trastornos, y todavía a día de hoy nos cuesta mucho enfrentarnos a estas situaciones, tanto en piel ajena como propia.

La salud mental está siendo sometida a debate por diferentes razones en los últimos tiempos, algunas de ellas muy dolorosas. Todos sabemos que una enfermedad que no es tratada puede tener consecuencias fatales, y en el caso de las mentales ocurre lo mismo. Sin embargo, los medios que se ponen para prevenir y tratar a estos pacientes suelen ser escasos y, en consecuencia, poco efectivos. Los profesionales que se dedican a este campo son excelentes, pero la falta de medios hace que los casos más leves no sean derivados o asistidos como se debe.

Llegar a un contexto ideal es complicado, son muchos los factores que intervienen en este tema y muchas las instituciones que deberían mejorar sus servicios. Es fundamental que se dé visibilidad al problema desde todos los altavoces posibles; que se eduque en la normalización de algo que nos puede afectar a cualquiera; que exista información suficiente sobre los medios que están a nuestra disposición en caso de necesitarlos; que se dote a la sanidad pública de mecanismos suficientes para atender y diagnosticar a la población afectada con calidad y rapidez; y, en definitiva, que se dé el mismo tratamiento a la enfermedad mental que a la física.

Es misión de todos nosotros dejar atrás ideas preconcebidas y miedos atávicos. Empecemos a llamar a las cosas por su nombre y a comprender que nuestra mente puede enfermar, pero también curarse.