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GameStop GameStop
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A.M.

El pasado 24 de enero se produjo en la bolsa de Nueva York un hecho importante que afectó a las bolsas de medio mundo y que se conoce como el caso GameStop. La noticia dejó de ser económica y se convirtió en trending topic mundial durante varias jornadas, y lo que es peor trascendió a las tertulias en las televisiones, y ya saben que en esas tertulias igual se habla de la bolsa de Nueva York que de Belén Esteban.

Lo que ocurrió es lo siguiente. Existe en Estados Unidos una cadena de tiendas denominada GameStop enfocada a los videojuegos y a la electrónica de consumo. Esta empresa lleva años perdiendo cuota de mercado e ingresos, debido entre otras cosas, a que en los últimos años los consumidores de sus productos los prefieren adquirir por Internet. Esta disminución en los ingresos lleva aparejado un descenso en el valor de las acciones de la compañía. Sin embargo, esta bajada del precio de las acciones no se explica solo por esa disminución de la cifra de negocio. Además, se explica porque hay unos inversores que han apostado a que las acciones de GameStop vayan bajando a lo largo del tiempo.

La compra-venta de acciones de una empresa supone que un inversor puede comprar una acción del Banco Santander, por ejemplo, por 4 euros y transcurrido un tiempo si la vende y el precio de venta está por encima de esos 4 euros de compra, gana y si está por debajo, pierde. 

Junto a esta forma tradicional de apostar en bolsa existen otras muchas, entre las que se encuentra una que se conoce como posiciones cortas o apostar a la baja (también existen apuestas al alza). Consiste en que unos inversores apuestan a que las acciones de una empresa van a bajar en un periodo determinado. Para hacer esa apuesta a la baja no compran acciones, sino que las toman “prestadas” a los que las tienen, con el compromiso de que se las devolverán a ese mismo precio al finalizar el periodo que dura su apuesta. Poniendo un ejemplo, la secuencia sería: toman “prestada” la acción el día 1 que vale 4 euros, la venden ese día por ese precio y confían en que, transcurrido el tiempo fijado en la apuesta, esa acción valdrá 2 euros, que la volverán a comprar a por esos 2 euros para devolvérsela al que se la prestó y ganar esa diferencia por acción, menos lo que le paguen al propietario por el “alquiler” durante ese periodo. Si todo funciona más o menos estable, todos ganan menos la empresa cotizada que es la que sufre la corrección en su valor. 

Pero, ¿qué ocurrió con GameStop? Desde la red social Reddit y, en concreto, desde uno de sus foros, el WallStreetBets, eran conocedores de estas posiciones en corto y se pusieron de acuerdo entre sus participantes para comprar acciones de GameStop e intentar subir su precio. Y lo lograron.

Imaginen a los que se posicionaron en corto esperando la bajada del precio de las acciones que, de repente, ven subir desde 18 dólares el día 7 de enero hasta 347 dólares el 27 de enero. Y esa persona recuerden que tenía que comprar acciones para devolverlas al que se las prestó. Su apuesta era comprarlas a 9 dólares para poder devolverlas y las tuvieron que comprar a 347. En unas jornadas se perdieron miles de millones de dólares por parte de los grandes fondos.

Ahora se abre el debate de si esto debería estar permitido, si los órganos reguladores deberían intervenir en estas situaciones. Las inversiones en bolsa o en cualquiera de sus derivados, son inversiones de altísimo riesgo y los que participan son conscientes de ello, por lo que ya saben que unas veces se gana y otras se pierde.