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Escuchémoslos Escuchémoslos
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Beatriz Izquierdo

Querido lector: hoy quiero reflexionar sobre la importancia de escuchar a los menores.

Si de verdad queremos encontrar soluciones para poder protegerles en cualquier ámbito, es necesario tener en cuenta lo que nos dicen. Si no lo hacemos, correremos el riesgo de que los remedios que los adultos planteemos estén desconectados de su realidad y, entonces, no sean verdaderas soluciones.

Un ejemplo de cómo hacer bien las cosas lo encontramos el informe Infancia, Adolescencia y Bienestar Digital, publicado recientemente y elaborado por UNICEF España, la Universidad de Santiago de Compostela, el Consejo General de Colegios de Ingeniería Informática y Red.es, y que recoge una macroencuesta a casi 100.000 menores. Necesitamos contar con informes como estos, pues, como señala su introducción, el 90% de la ciudadanía manifiesta inquietud ante los riesgos a los que se enfrentan los menores en los entornos digitales.

Me gustaría prestar especial atención al capítulo dedicado a la violencia digital en pareja (Cyberdating Violence). Según recoge el informe:

“1 de cada 3 adolescentes que tiene o ha tenido pareja en algún momento de su vida refiere haber sufrido alguna manifestación de este tipo de violencia de manera frecuente (al menos una vez al mes)”.

“Aunque se trata de un fenómeno global, este tipo de violencia lo sufren relativamente más las chicas”.

El informe se refiere a conductas de hostigamiento, como controlar dónde y con quién están, supervisión constante en las redes sociales, amenazas, chantajes, o difusión no consentida de información e imágenes privadas. Me preocupa que los menores hayan encontrado, en los dispositivos tecnológicos, una herramienta que, enmascarada de aparente confianza, puede estar erotizando el control.

Y ahora que los hemos escuchado, nos corresponde buscar soluciones. Porque existe una línea delgada, pero no por ello menos peligrosa, entre la confianza y un control que puede traer consecuencias devastadoras.

¡Hasta la próxima columna, querido adulto responsable!