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De siempre De siempre
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Nuria Andrés

Dicen que un viaje se vive tres veces: Al soñarlo, al vivirlo y al recordarlo. Puede que eso pase con todas las fechas felices de nuestra vida, esas que nos marcamos en el calendario año tras año para saber que, en ese momento, pase lo que pase, se abrirá un paréntesis en nuestras vidas. Y eso pasa, por supuesto, con nuestras fiestas de La Vaquilla. Da igual el tiempo que transcurra, las personas que un año no hayan podido venir, que esta vez seamos menos que la anterior o que incluso haya venido tanta gente que nos haya sido imposible pasar una noche sin perdernos unas cuantas veces.

Estas fiestas siempre encuentran la manera para hacernos ver que todo sigue igual o, al menos, que nada ha cambiado tanto como para recordar que las rutinas que antes fueron nuestras y nos llegaron a parecer extrañas un día, todavía siguen formando parte de nosotros mismos.

Basta con echar solo un poco la vista atrás para darnos cuenta de lo que ha costado llegar hasta aquí. Cuando sufrimos lo peor de la pandemia, se cancelaron las Vaquillas y con el tiempo y el segundo cancelamiento en 2021, llegamos a pensar que sería imposible volver algún día a recuperar estas fiestas. Después, como un nuevo estallido, se abrieron paso y con ellas, pareció que la normalidad nunca había desaparecido, sino que solo nos estaba esperando tras una esquina para que todos pudiéramos reunirnos en las mejores condiciones.

Ya hemos superado otra Vaquilla, la del 2023. Para la gente que vivimos fuera, esta fiesta supone un reencuentro con todos aquellos momentos de nuestra infancia y adolescencia que un día creímos nunca recuperaríamos pero que luego, al llegar aquí, nos damos cuenta de que siempre han estado esperándonos. Para los de aquí, los que pasan día tras día por la plaza del Torico esperando que vista su pañuelo y sabiendo que ya queda menos para que se desate el frenesí, esta es su fiesta y la razón por la que cada año reconfirman que Teruel es una ciudad de todos los turolenses pero dispuesta a acoger a todo el mundo que quiera venir.