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Pecadores Pecadores
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Nuria Andrés

Al final siempre pagan justos por pecadores. Eso nos decían en el colegio cuando un grupo de se portaba mal en clase y el castigo era para todos. Examen sorpresa si llegaba un momento que era imposible seguir con la asignatura y no quedaba otra que dar un golpe en la mesa. Pues, en esta legislatura, una parte del Gobierno de coalición se ha portado mal, o al menos, eso dicen los resultados. Sino, que alguien mire el mapa autonómico tras el 28M, la izquierda fracasó, con todas las letras que conlleva el fracaso, desilusionaron a quienes un día conmovieron y Sánchez decidió poner un examen sorpresa. Un examen al que acudieron dejando todo para el último día y que han llegado al cinco pelado dejando por el camino la cabeza de Irene Montero.

Es triste, pero una lectura que queda de esto es que una mujer quita de enmedio a otra mujer porque molesta.Montero ha incordiado mucho en esta legislatura, basta con recordar las imágenes que dejaron la votación por la reforma de la ley del sólo sí es sí. Ella sola con Ione Belarra y el resto del hemiciclo con cuchillo en mano.

Ese día, Irene Montero debería haber dimitido. No lo hizo. La lista de agresores sexuales que veían reducidas sus condenas siguió creciendo insoportablemente y solo se escuchaban declaraciones vacías de honestidad. Fue una pena. En parte también porque esto decoloró los enormes avances en feminismo que Irene Montero guarda bajo su ala.

Ella quitó la culpa a muchas mujeres. Sí, esa que nos hacían cargar si nos agredían porque ¿Hasta qué punto nos habíamos dejado? o incluso, ¿Cómo no conseguimos evitarlo? Resulta insoportable saber que hay mujeres que no han querido denunciar por miedo a que fueran señaladas como culpables de su propio dolor. El camino para acabar con este infierno lo comenzó Irene Montero diciendo alto y claro que una mujer no tenía que demostrar su “no”.

Ahora, Montero ha sido apartada de la política de una forma ruin. En cambio, Yolanda Díaz ha iniciado su camino a la Moncloa. Quizá llegue algún día y quizá recuerde que en sus comienzos, tuvo que cargarse a una mujer porque molestaba a los poderosos. Lo que ella misma denunció un día.