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Al cerebro tampoco le gusta que le dejen a medias Al cerebro tampoco le gusta que le dejen a medias

Al cerebro tampoco le gusta que le dejen a medias

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Grupo Psicara

Por Araceli Cruz Martínez

Bienvenidos y bienvenidas al Rincón de la Psicología, un espacio donde las psicólogas y psicólogos de PSICARA abordamos temas y curiosidades relacionadas con la Psicología. Hoy nos centraremos en esa sensación desagradable que a veces nos invade cuando no terminamos algo que hemos empezado.

Y es que, ¿quién no se ha sentido enganchado a una serie viendo capítulos uno detrás de otro?, ¿quién no ha esperado mucho tiempo, e incluso años, entusiasmado por la segunda parte de una película? O incluso, ¿quién no ha estado inquieto esperando una noticia que le han dicho que le tienen que contar?

A principios del siglo XX, Bluma Zeigarnik, investigadora soviética, observó un comportamiento en los camareros: éstos recordaban mejor los pedidos  de las mesas que aún no se habían servido o pagado que los de aquellas que sí se habían pagado, independientemente del orden y tiempo que hubiera pasado. Es decir, los recuerdos sobre los pedidos finalizados se olvidaban con mayor facilidad, aunque fueran más recientes.

La línea de investigación que surgió a raíz de este curioso comportamiento se denominó efecto Zeigarnik. El primer experimento que hizo famoso a este efecto se realizó en 1927 por esta misma autora, en el que una serie de voluntarios tenían que realizar sucesivamente 20 ejercicios, algunos matemáticos y otros relacionados con tareas manuales. A Bluma no le interesaba el rendimiento, sino el efecto que tenía la interrupción de estas tareas en el cerebro de los participantes. Para ello, Bluma paraba las tareas llegados a cierto punto y ordenaba realizar la siguiente. Posteriormente, se comprobó que los participantes recordaban mejor las tareas inacabadas, aunque éstas estuviesen al principio de la serie de ejercicios.

¿Y cómo afecta o se utiliza este efecto en diferentes ámbitos?

Este efecto ha sido y es muy utilizado en series, películas, libros e incluso anuncios de televisión. Éstos utilizan el truco eficaz de mantener la incertidumbre y suspense en los espectadores o lectores, que puede ser generado con la simple palabra de “continuará…”, dejando tareas o misterios sin resolver, generando expectativas y deseo de saber más. Estas estrategias pueden llevar a los espectadores a crear foros donde todo el mundo puede compartir su hipótesis y enriquecerse de otra información o puntos de vista, con su consiguiente refuerzo social. Con todo ello los productores consiguen fidelizar a una parte del público y crear una serie de seguidores que quieran prestar atención y dedicar tiempo a sus obras.

¿Y qué ocurre con los proyectos o tareas inacabadas?         

Hasta ahora hemos hablado sobre el recuerdo de las tareas inacabadas, pero al referirnos a la finalización de las mismas por nuestra parte, la respuesta no es tan sencilla.La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla. No es lo mismo sentarte a ver una película que realizar una tarea o proyecto. Pero algo que sí comparten ambas tareas para que se puedan finalizar es la motivación. Si no tenemos interés y motivación en algo, ya sea una serie, libro o tarea, será muy difícil finalizarla. Cuando se trata de una tarea tiene mejores resultados empezar por una tarea con bajo nivel de dificultad, de tal manera que puedas comprobar progresos y avances, generando entusiasmo y motivación. Una vez que te sientas involucrado y comprometido, habrá más probabilidades de seguir adelante en el objetivo y será más difícil abandonarlo, siempre y cuando exista motivación. Si lo que estamos haciendo no nos importa, no cambia nada en nuestra vida, no nos ayuda a conseguir una meta o no ayuda a cumplir nuestro sueño, es más sencillo que se encuentren excusas para abandonarlo o ni siquiera comenzar. Pero, si no es así, una buena forma de dejar atrás la dilación, es comenzar. Tal como dijo Walt Disney: “La mejor manera de empezar es dejar de hablar y hacer”.

¿Y tú? ¿Te has sentido invadido por el efecto Zeigarnik?