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Realidad virtual y fobias

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Grupo Psicara

Por Leonardo Cardona Osorio

Bienvenidos y bienvenidas al Rincón de la Psicología, un espacio donde las psicólogas y psicólogos de PSICARA abordamos temas y curiosidades relacionadas con la psicología. En el artículo de hoy vamos a hablar sobre cómo la Realidad Virtual (RV) se está usando como medio de apoyo para el tratamiento de las fobias. 

Para empezar, ¿qué es la Realidad Virtual? Se entiende por RV a  un entorno de escenas u objetos que ha sido creado mediante equipos informáticos pero que tienen apariencia real. Para acceder a dicho entorno, se realiza mediante dispositivos electrónicos como gafas o cascos de RVl, aunque actualmente incluso hay trajes y difusores de olores para hacer aún más real la experiencia perceptiva.

La RV se ha hecho popular en los últimos años, especialmente en el campo de los videojuegos, donde cada vez se están desarrollando más juegos compatibles con gafas de RV. Incluso hay aplicaciones de nuestros smartphones que también tienen integrada esta tecnología. 

Aunque esta tecnología parezca relativamente nueva y algo más cercana a nuestros días, se lleva usando desde los años 90. El primer estudio publicado sobre el tratamiento de fobias con la ayuda de la RV fue en 1995, en concreto, un estudio de caso en el que un paciente superó el miedo a las alturas mediante la exposición a un escenario virtual que recreaba esas situaciones que le producían miedo. 

Pero ¿cómo puede usarse la RV para tratar las fobias? Independientemente de si se tiene fobia a un animal, a una situación o a un determinado tipo de daño como las inyecciones, todas ellas se caracterizan por un miedo intenso e irracional. Este miedo es desproporcionado hacía la situación percibida como peligrosa y se hace todo lo posible para evitar enfrentarse a dicha situación. Incluso en ocasiones el imaginarse la situación ya puede provocar ansiedad, sudoración o temor.  El elemento clave para el tratamiento de este tipo de trastornos es la exposición gradual, es decir, presentar al paciente el estímulo temido, en un entorno controlado y de forma gradual y sistemática. De esta manera se reducen los niveles de estrés y ansiedad. 

La RV permite cuenta con varios entornos que pueden ser diferentes e individualizados según el paciente. Vamos a poner un ejemplo: una persona que tiene acrofobia (miedo a las alturas) acude a consulta para superar dicha fobia. Para ello, mediante el dispositivo ocular, se le expondría a situaciones para enfrentar su miedo a las alturas. En una primera sesión estaría en el borde de un edificio de mediana altura.  En exposiciones posteriores, se puede incrementar la altura estando en el borde de un rascacielos, cambiar los edificios por montañas o incluso realizar un salto en paracaídas. Debido a esta gran flexibilidad y a que determinadas personas prefieren una simulación a una exposición en vivo, la RV se está convirtiendo en una opción para solucionar este tipo de problemas. Es importante resaltar que la RV no es un sustituto del procedimiento terapéutico, sino una herramienta útil que junto a la psicoterapia puede ayudar a las personas a superar sus miedos. Además, todas las destrezas adquiridas en el entorno protegido que ofrece la RV se tendrán que aplicar en algún momento en la vida real.

Algunas ventajas que ofrece son la repetición del proceso varias veces en una misma sesión o la posibilidad de realizarlo en la consulta del profesional pudiendo, de esta manera, protegerse la intimidad del paciente. Otra ventaja es que tanto el terapeuta como el paciente pueden compartir la experiencia de exposición, aumentando la seguridad que pueda sentir el paciente. Además, la RV ha mostrado eficacia en otros problemas de salud mental como el trastorno de estrés postraumático. Algunas intervenciones realizadas han sido con veteranos de la guerra de Vietnam o con civiles víctimas de los ataques terroristas a las Torres Gemelas del 11 de septiembre. 

Sin embargo, la RV también tiene ciertas limitaciones, como cualquier tratamiento. En primer lugar, el desarrollo informático y el equipamiento necesario son costosos. Por esta razón no todos los profesionales de la psicología tienen a su alcance estos dispositivos y por ello hay centros especializados en los que tratan fobias. En segundo lugar, como ocurre con cualquier tecnología, puede fallar, interrumpiendo una sesión. Por último, el terapeuta debe estar especialmente preparado para utilizar el sistema de RV. 

Aun así, los estudios realizados hasta ahora están demostrando que la RV puede ser una herramienta valiosa como procedimiento de tratamiento en sí mismo, y también para aumentar la eficacia de las técnicas de intervención.