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José Luis Rubio
Dicen que la mejor improvisación se lleva escrita. De hecho, algunos de los mejores locutores de radio, de esos que parecen la naturalidad hecha carne, no dicen una palabra que no esté escrita en el guión. La planificación es buena, pero no debe tomarse como un valor absoluto sino, más bien, como una guía, una aproximación al discurrir de la vida.

Entre los muchos deportes que me gusta practicar están las carreras por montaña y la escalada. Los deportes son una escuela de vida, un campo de entrenamiento para lo que el azar (si es que existe este concepto) nos prepara cada mañana con esmero. Más allá de que en ambos casos se trate de ganar altitud, la esencia misma de las dos disciplinas tiene sutiles diferencias.

La escalada me ha enseñado a mirar más allá. Cuando uno está cogido de un saliente del tamaño de un garbanzo apenas con la yema de dos dedos y tiene las puntas de los pies de gato buscando la adherencia en una roca lisa como el cristal no se pueden dar pasos en falso y hay que medir los tiempos y las fuerzas pensando no solo el siguiente movimiento, sino toda la coreografía que le ha de seguir para poder completar cada obstáculo con garantías. Es frecuente ver a escaladores mirando una pared mientras gesticulan con las manos y la cadera imaginando cada movimiento, cada paso, cada lanzada y cada descanso. Y así, la pared dará menos sorpresas.

Por el contrario, cada carrera por montaña es una aventura diferente. Incluso aunque se repita el recorrido, no hay dos trails iguales. Y no digo nada de las carreras en las que no conoces el recorrido y te dejas sorprender en cada giro. La capacidad de adaptación, de resiliencia y de persistencia se ponen a prueba casi en cada zancada en un continuo proceso de adaptación porque puede ponerse a llover, o haber llovido el día de antes, o hacer frío, o calor, puedes perderte o tener que parar a comer. Improvisar, lo llaman.

Hay que planificar, sí, pero también hay que saber adaptarse a los cambios. Y con cada cambio se aprende a planificar y a improvisar mejor.