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Raquel Fuertes

Escribo desde mi habitación individual de una ciudad europea al poco de llegar y tras haber experimentado por qué, a pesar del tamaño de la cama, es individual: es imposible que dos personas convivan en la misma a no ser que vayan por relevos. Uno se acuesta, el otro se levanta. Imposible deambular dos en este espacio.

Siguiendo con la (breve) investigación he llegado a la ducha y he comprobado que no son de aplicación las normas de ahorro energético lanzadas por el Gobierno de España hace unos días: a duras penas cabe uno en la ducha así que de dos ni hablamos.

Como estamos en octubre, pleno veroño, no hace mucho frío así que aún podemos ir haciendo gracietas sobre el gas, Putin, la calefacción y similares. Pero en diciembre se va a reír quien yo te diga.

Si en la ducha doble (mucho amor o cero-cero ha de haber) echamos todos unas risas y algún reportero hasta se atrevió con la simulación, con la calefacción las risas ahora vienen de las decisiones de las juntas de vecinos. Ya está ahí el compañero periodista, alcachofa en mano, corroborando que en una comunidad de Logroño ya han decidido que este invierno no se enciende la calefacción. ¿Risas? Más allá de que rima con veroño, poquitas. ¿Alguien se imagina un invierno en Teruel sin calefacción en casa? Pues a este paso no van a imaginarlo: van a vivirlo.Ojo, y no solo en sus casas. Ya veo a las empresas sin subir de los 19 grados pautados hasta que llegue la primera factura y entonces se propongan alternativas de menor consumo energético: o sea, apagar. Y en este punto, en sus hogares y en su trabajo, es donde entra en juego la batamanta. Entre el batín y el albornoz, pero en tejido de manta de toda la vida. Suave, cómoda y, eso sí, un poco aparatosa. ¿Objetivo? Ir todo el día cubierto hasta las orejas para no tener que enchufar radiadores, arrancar calderas ni tirar de leña o pelets. Así está el patio. Nos parece muy lejano, tremendista y hasta distópico, pero para cuando la falta de suministro y/o el precio desorbitado sean una realidad, yo les recomendaría tener a mano su batamanta. Este año parece que van a estar de moda.