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Demasiado tarde Demasiado tarde
EFE

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Raquel Fuertes
Cuántas veces llegamos a las cosas cuando ya no tienen remedio ni reparación. Puede ser una pesadilla recurrente. Llegar al examen ya empezado, no callar a tiempo, pedir perdón en lugar de no cometer el agravio, llegar a la estación cuando se va el tren, empezar a dar cariño cuando ya nos han empezado a olvidar por desapego, intentar escuchar cuando ya no queda nada que decir, marcharse cuando hace tiempo que nadie nos quería ahí…

Desde luego, puedo estar hablando de la dimisión de Mazón, pero también de todas esas cosas que en la vida acometemos cuando en gran parte ya no tienen remedio. Desde algo tan banal como empezar una operación bikini a finales de junio hasta algo tan trascendente como saber decir adiós, basta o hasta aquí cuando algo tiene que quedar cerrado.

Hablamos en este espacio hace años de la importancia de saber irse y a veces es tan importante el cómo como el cuándo. En el caso de Mazón, transcurrido un largo y difícil año (no le arriendo la ganancia de lo que humanamente ha debido pasar), quedaba una salida (tal vez demasiado dramática e impracticable en política) la propia tarde del frío funeral, diciendo adiós a las puertas de ese lugar en el que se convirtió en el blanco de la ira de quienes tanto perdieron aquel 29 de octubre. Aquella salida, por lo visto, era demasiado novelesca para un adiós institucional y tuvimos que esperar al lunes para una despedida que llegaba demasiado tarde.

Ahora hay que despojarse de partidismos, sectarismos, filias y fobias para ver quién más debe reconocer sus errores en aquel día aciago y, aunque ya no se pueda resucitar a los que se fueron, al menos se encuentre una sensación parecida a la justicia. No se trata de señalar culpables sino de saber qué hacer para que no vuelva a pasar. Aunque a veces pienso que eso sólo nos preocupa a tres. Algunos tienen tanto dolor que aún pueden pensar sólo en la venganza. Pero cuando llegue la última fase del duelo habrá que pensar, de verdad, sin tactismo político y lejos de estrategias partidistas, qué hacer para que nadie vuelva a perderlo todo, incluso a los que querían, porque otros actuaron demasiado tarde.