El lunes, en general, es un día con mala prensa. La mala fama le viene (cada vez soy más consciente de ello) de lo breve del fin de semana que le precede para disfrutar y recomponerse. Creo que ni con la semana laboral de cuatro días se arreglaría ese pesar que nos acompaña al pensar en ese día (y eso gustándonos nuestro trabajo, no quiero ni pensar en quienes lo aborrecen). Tampoco quiero recordar (que los he vivido) los lunes al sol. Aún peores.
Sí, lunes y grisura parece que van de la mano en nuestra sociedad anhelante de ocio y con tendencia a huir de lo que suena a obligación. Y la semana que viene sé de muchos que van a tener un lunes especialmente negro. El lunes de perder, el de empezar o el de volver a empezar. Porque de ganar no sé yo. La verdad es que perder nunca es plato de gusto, pero, visto desde fuera lo de ser presidente, consejero, alcalde o concejal, tampoco.
Ya sé que los más escépticos y antisistema dirán que sí, que mucha dedicación para poco sueldo pero que los más espabilados (o más poco honrados, vaya) seguro que trincan para ellos, sus cuñados y las generaciones venideras. Los que aún no hemos llegado a ese nivel de descreimiento absoluto en la clase política, pero que no podemos evitar sentir menos empatía que por el resto de ciudadanos, sí pensamos en esa dedicación 24x7 que requieren ciertos cargos, con la consiguiente anulación de la vida personal y de la propia personalidad en favor de unas consignas que hoy pintan verdes y otro demasiado maduras, no merece la pena.
Sinceramente, desde que deje de querer presidente del Gobierno allá por los 13 no he enviado las residencias oficiales, los chóferes, las invitaciones de compromiso ni, ya puestos, los trajes y los bolsos, que luego solo traen problemas.
Sin embargo, para muchos este lunes será un punto de inflexión alrededor del poder. Ganarlo, perderlo, alanzarlo, olvidarlo, quedarse a las puertas… Un anhelo que solo los que lo buscan lo entienden. Desde la distancia solo mandar un poco de empatía a aquellos que inicien una etapa de lunes al sol y mis mejores deseos para que los que ganen sepan lo que tienen entre manos y gestionen desde su cargo con profesionalidad y honradez. También los lunes.