

Son numerosos los sectores que, durante el transcurso de las dos últimas décadas, han experimentado multitud de avances. Esto es fruto de la evolución tecnológica que lleva tiempo beneficiando a ámbitos como la banca. Así lo demuestran los servicios financieros.
Basta con establecer una comparación con los que se ofrecían unos cuantos años atrás para darse cuenta de que poco o nada tienen que ver con los actuales. En este artículo, averiguaremos cuál ha sido su evolución, centrándonos en las características que presentan los servicios financieros en la actualidad.
Mayor rapidez
No hay que echar la vista demasiado atrás para dar con una época en la que debían transcurrir varios días para obtener una solución financiera en forma de préstamo. Todo lo contrario sucede en pleno 2025, tal como demuestran los créditos rápidos.
En plena era digital, tanto las entidades especializadas como los bancos en general prácticamente tienen la obligación de ofrecer inmediatez a sus clientes. En caso contrario, no se lo piensan dos veces a la hora de optar por las alternativas de la competencia.
La digitalización ha sido de inestimable ayuda para aumentar al máximo posible la celeridad con la que operan este tipo de entidades. Por ejemplo, gracias a la firma electrónica, no es necesario que el cliente acuda presencialmente a las instalaciones para dar el okey al documento contractual y formalizarlo. En pleno 2025, todo el proceso tiene lugar a distancia, con lo positivo que ello conlleva.
Más allá del menor tiempo requerido para completar los procesos, es reseñable que esto también se traduce en un beneficio para el medio ambiente porque se evitan desplazamientos e impresiones de documentos en formato físico.
Aumento del nivel de inclusión financiera
La segunda clave de la evolución de los servicios financieros vuelve a estar relacionada con los créditos online. Y es que tanto estos productos como otras soluciones financieras ahora son accesibles para muchas más personas.
Las entidades bancarias y crediticias llevan años haciendo todo lo posible con el objetivo de aumentar el nivel de inclusión o accesibilidad. El objetivo por su parte es claro: reducir drásticamente la cantidad de respuestas negativas que, antaño, era bastante elevada.
Todo lo contrario sucede en la actualidad: la mayoría de créditos online son concedidos, tratándose de una tasa de aprobación muy alta. Esto proporciona tranquilidad a los usuarios, quienes saben que, ante un imprevisto monetario, podrán recurrir a esta opción y lo más probable es que les sea aprobada la solicitud.
Un nivel de ciberseguridad más alto que nunca
Es innegable que, en las instalaciones físicas de los bancos y de otras entidades similares, sigue habiendo clientes. Sin embargo, la cantidad es mucho más reducida que antes, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que la mayoría de operaciones financieras se ejecutan a distancia.
Lo cierto es que esta posibilidad lleva ofreciéndose a los clientes desde hace muchos años, pero antiguamente la inseguridad se apoderaba de ellos, impidiéndoles dar el paso de realizar las operaciones sin necesidad de acudir presencialmente al banco.
Pero, ¿por qué sucedía? Básicamente, el nivel de ciberseguridad dejaba bastante que desear. Por el contrario, en 2025 no puede ser más elevado. Aunque siguen produciéndose situaciones adversas como los casos de phishing, la práctica totalidad de operaciones tienen lugar bajo condiciones óptimas de seguridad, incluso si se ejecutan desde un teléfono móvil.
Las entidades bancarias y financieras siguen haciendo los esfuerzos oportunos con tal de implementar las medidas de ciberseguridad más recientes y prevenir así posibles ataques u otros tipos de escenarios adversos. Así pues, todo parece indicar que, en un futuro, sus entornos virtuales serán si cabe más confiables.
Utilización de la Inteligencia Artificial
Es probable que, en los últimos meses, al ponerte en contacto con un servicio de atención al cliente hayas recibido respuestas provenientes de un chatbot. ¿Sabías que este sistema está empezando a estar presente en muchas entidades financieras y bancarias?
Dicho avance tecnológico está directamente relacionado con lo que comentábamos antes de la inmediatez. Y es que gracias a la Inteligencia Artificial, los clientes o usuarios reciben respuestas rápidas que se caracterizan por ser precisas, solucionando así cualquier duda que puedan tener en relación con los servicios ofrecidos por la empresa en cuestión. Además, este tipo de atención al cliente permanece disponible las 24 horas del día.
Aquí no terminan los usos que dichas entidades dan a la IA. Al ya mencionado hay que sumar otros más, como por ejemplo prevenir problemas como los fraudes y elaborar el perfil financiero de un cliente.
Como acabamos de ver, los servicios financieros han experimentado grandes avances a lo largo de las dos últimas décadas. Gracias a ello, cada vez son más numerosos los usuarios que deciden contratarlos, beneficiándose ambas partes de una digitalización que, por si fuera poco, también ayuda a preservar el ecosistema.