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Cómo cuidar la salud del cabello femenino durante el invierno Cómo cuidar la salud del cabello femenino durante el invierno

Cómo cuidar la salud del cabello femenino durante el invierno

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El invierno es una época en la que hay que intensificar algunos tratamientos de salud y belleza para mantener un buen aspecto. Cremas hidratantes para el cutis, las manos y la piel en general. No obstante, el pelo, en muchas ocasiones, es el gran olvidado, y sufre mucho durante los meses más fríos del año.
Cuidar correctamente el pelo en invierno antes de que aparezca la sequedad extrema y el encrespamiento es una de las claves para mantener el cabello sano durante todo el año. La temperatura ambiental, la calefacción y el secador de pelo son los principales responsables del deterioro de la melena en invierno.

Según apunta Carla Nieto en un estudio reciente o Natalia Seguí, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y dermatóloga en DermaVallès (Granollers, Barcelona), “el frío hace que se contraigan los capilares y llegue menos cantidad de sangre al cuero cabelludo, con lo cual estará menos nutrido”.

Mantener la salud capilar y del cuero cabelludo no solo hará que luzca más hermoso sino que se mantendrá más sano, evitando su caída, una de las grandes preocupaciones de las mujeres a cualquier edad. A continuación, repasamos varios consejos de cuidado de cabello para el invierno.

Combatir la sequedad e irritación

Los días de frío, sumado a los cambios bruscos de temperatura al entrar en lugares con calefacción, producen terribles estragos en el cuero cabelludo. Este se reseca, llega a producir picor, caspa y, en ocasiones, si no se toman medidas, también un aumento considerable de la caída.

Para combatir la sequedad e irritación hay que hacer uso de un champú y  acondicionador más hidratante de lo normal, así como otros productos, como la mascarilla, el sérum o el aceite que sellan los capilares para que no pierdan humedad. En el mercado actual, hay muchos productos destinados a los cuidados del cabello, habrá que elegir aquel que mejor se adapte al tipo que se tenga: seco, graso…


Secar el pelo, sí, pero sin abusar de las altas temperaturas

Cuando se lava el pelo (siempre evitando el agua muy caliente), es conveniente secarlo para evitar que pierda humedad, elasticidad y acabe por romperse. No obstante, no hay que abusar de las altas temperaturas para secarlo y se debe utilizar siempre el secador a una temperatura moderada. En caso de usar la plancha, hay una serie de aspectos clave a tener en cuenta.

En primer lugar, antes de utilizarla, el cabello debe estar completamente seco y bien desenredado; y si se usa con bastante frecuencia, es recomendable aplicar un protector de calor, bien sea en formato aceite, spray o sérum.

Un error bastante habitual cuando se plancha el pelo es tirar de él o apretarlo demasiado pensando que se conseguirán mejores resultados, sin embargo, señala Alejandra Díaz, creadora del portal Perfect Hair, "lo único que se consigue es dañar el cuero cabelludo, debilitar la raíz y acelerar su caída". Cabe recordar que es mejor hacer una pasada lenta y cuidadosa que varias rápidas.

Por último, es importante considerar la temperatura a la que planchar el pelo, pues nunca debe ser la máxima. Lo ideal es utilizar la plancha a una temperatura de entre 180 y 200 grados. A este nivel se consiguen óptimos resultados con facilidad, sin deteriorar en exceso el cabello.

Sin embargo, hay que tener en cuenta factores concretos a la hora de seleccionar la temperatura, como si el pelo está teñido o no, si es fino o grueso. Por este motivo, en caso de dudas en relación a la temperatura a seleccionar, lo mejor es recurrir informarse bien antes de estropear la cutícula o chamuscarnos el pelo.


Cuidar la alimentación

La alimentación influye notablemente en la salud del cuero cabelludo. De este modo, una dieta rica en vitaminas y minerales ayuda a conservar su salud durante todo el año. No obstante, durante los meses de invierno, para combatir el pelo seco, dañado y prevenir su caída, es recomendable complementar la alimentación con algún suplemento alimenticio específico.

El cabello es un indicador fiable del estado de salud de una persona. En el aspecto del pelo influyen factores como el estrés, el consumo de alcohol o tabaco, las enfermedades, las intervenciones quirúrgicas o incluso la alimentación. Todos ellos pueden provocar un debilitamiento del pelo, que puede presentar síntomas de sequedad o, por el contrario, aumento de grasa, enredos difíciles de peinar, encrespamiento, puntas abiertas o falta de brillo.

El cabello se alimenta por medio de las células de la sangre. Es seguir una dieta equilibrada en nutrientes la mejor forma de cuidarlo y proporcionarle todo lo que necesita para estar sano y tener un buen aspecto. La base principal de una buena salud del cabello son los oligoelementos, minerales y vitaminas contenidas en los alimentos que se ingieren.